Cameron Healy, del 356 SL al 908/03
¿Qué tiene de especial el año 1951 para Porsche? Muchos lo sabréis. Para los que no, fue el primer año en el que la marca compite en las 24 Horas de Le Mans, ganando en la categoría de 1100 centímetros cúbicos (1,1 litros). ¿El vehículo ganador? El famoso 356 SL Gmund Coupé que con sus 44 CV de potencia, permitió a Ferdinand Porsche cumplir uno de sus sueños. Este vehículo sería un punto de inflexión en lo que continuaría como el dominio de Porsche en la carrera durante las siguientes décadas.
Cameron Healy es el fundador de la firma Kettle Foods y sus distintivas patatas fritas Kettle Chips. El nacimiento de la marca se remonta a 1982 en Oregón, cuando su creador que dirigía una pequeña empresa de alimentos naturales, se inspiró en las patatas fritas y servidas en el momento mientras estaba de vacaciones en Hawai. Posteriormente y tras un viaje en moto por Reino Unido, supo ver el importante mercado de este alimento en el país. A partir de aquí, se convirtió en un magnate de la industria alimentaria.
Este hombre amasó una importante fortuna, lo que le ha permitido ser un gran coleccionista de Porsche a nivel mundial y adquirir entre otros el 356 SL Gmund Coupé, que actualmente permanece exactamente igual que en el famoso circuito francés, aunque no fue siempre así.
Después de la carrera de Le Mans, Porsche vendió el 356 SL a privados estadounidenses que utilizaron el vehículo para correr durante la década de los 50. Primero fue modificada la carrocería, para que posteriormente, alguien cortase el techo para convertirlo en un Speedster. Además, su procedencia nunca estuvo muy bien documentada, por lo que el coche estuvo desaparecido del radar durante años.
Finalmente Cameron Healy da con este vehículo y lo compra. Tras una ardua investigación determina que es el coche ganador de Le Mans 1951. Teniendo ese conocimiento y armado de valor, Healy contacta con el legendario gurú del Porsche 356, Rod Emory, para reconstruir y modificar el vehículo y traerlo de vuelta a la gloria.
Emory es un artesano, que para la restauración de vehículos utiliza técnicas minuciosas, una profunda investigación y modelado 3D para que el 356 vuelva a donde debería estar. Es un verdadero trabajo en el que imprime mucho amor, y que lo convierte en un artefacto fascinante.
La prolongada restauración fue recogida en un documental de Rennfilms llamado “Legend of Le Mans - The Genesis of Porsche Motorsport”. Curiosamente el prólogo es de Jeff Zwart, compañero de equipo de Healy en la reciente victoria de 2017 en la Baja 1000 de México.
Pero, esta no ha sido la única colaboración entre Healy y Emory, ya que este último ha preparado todos sus coches vintage y clásicos para los eventos a lo largo de la Costa Oeste de los Estados Unidos.
Entre ellos cuenta por ejemplo con el magnífico y brutal Targa Florio 908/3, con un Porsche-Cooper 356, conocido cariñosamente por los aficionados como 'The Pooper', un Porsche 901 de 1964...
Particularmente el 908 de Healy tiene el número de chasis 908 / 3-007, que fue conducido por Vic Elford y Hans Hermann como participante en la Florio de 1970. Este vehículo fue estrellado en la primera vuelta de esta histórica carrera, pero sus vehículos hermanos terminaron primero y segundo en la general ese mismo año.
Más tarde este vehículo se actualizó a las especificaciones de 1971 y vio el podio en los 1000 km de Nürburgring con Gijs van Lennep y Helmut Marko conduciendo. Posteriormente fue restaurado, concretamente a finales de la década de 1990 para su debut en la Monterrey Motorsport Reunion del año 2000. Después de eso, pasó tiempo con un coleccionista en Europa antes de regresar a los EE. UU en 2007 y unirse a la colección de Healy en 2012.
En el año 2017 Healy contacta con Jeff Gamroth, dueño del equipo Rothsport Racing, y su compañero Jeff Zwart. El resultado fue que acabaron la Baja 1000 de México con un Porsche 911. Esta es la carrera off road más larga del mundo realizada en una sola etapa. Fue la primera vez que un Porsche producido específicamente para competir había acabado las 1000 millas de la Baja en sus 50 años de historia. El vehículo compitió en la clase Vintage Production Car, utilizando sus 320 CV y con un peso en torno a 3,200 libras.
Sin duda este hombre es un auténtico visionario que disfruta con las reminiscencias a los triunfos del pasado de Porsche, pero que no duda en aplicarlas a su actualidad.