Cuando Porsche conquistó el desierto: París Dakar de 1984 y 1986
Lo que empezó como una aventura en continente africano de aficionados a los vehículos todoterreno, sin apenas una fuerte organización, ha pasado a convertirse en la competición de rallyes por excelencia a nivel internacional. Su fundador, Thierry Sabine, lo definía como “Un desafío para aquellos que parten. Un sueño para quienes se quedan”. Un loco para algunos, un visionario para muchos.
Lo que está claro es que esta competición, desde que fue fundada, ha generado polémicas, alegrías y tristezas; en definitiva, un torbellino de emociones solo comparable al simún del Sahara.
El París-Dakar de 1984 se celebró del 1 al 20 de Enero, tratándose de la sexta edición. Partiendo desde Francia, atravesó rutas por Argelia, Níger, Costa de Marfil, Guinea, Sierra Leona y Senegal.
Este fue un año clave para la famosa carrera, puesto que Porsche realiza su primera aparición en la competición con una variante preparada para la ocasión del 911, el 911 SC 4x4, que fue denominado Porsche 953.
Quizás el 953 es considerado por los aficionados y expertos como uno de los vehículos más hermosos que han surcado las dunas. Los colores blanco, azul, rojo y dorado de Rothmans, junto a la carrocería de Porsche, ya forman parte del imaginario de los fans de esta prueba.
Este hermoso constructo contaba con un motor bóxer de 6 cilindros, con el que obtenía 225 CV de potencia. Contaba con dos tanques de combustible de aproximadamente 150 litros cada uno, siendo su peso en torno a los 1200 kg. La suspensión era extremadamente sensible, para que el vehículo fuese capaz de adaptarse a los distintos terrenos.
Pese a ser la primera edición en la que participaba, el equipo dominó durante toda la carrera, ya que contaba con los mejores vehículos (marca de la casa) junto a la experiencia de los grandes pilotos que les acompañaron en esta primera aventura por el desierto. Porsche participó de la mano del patrocinador Rothmans, inscribiendo a tres coches. Dos de ellos compitieron, mientras que el tercero quedó relegado para asistencia.
Tras haber conseguido el primer puesto en la edición del año anterior, Jackie Ickx, el piloto que ya había logrado triunfos con Porsche en pruebas de resistencia como Le Mans, llegó a un acuerdo con la escudería para lanzarse a la conquista del rally que atraviesa el continente africano.
Pero, finalmente, Ickx no fue el ganador. Debido a una serie de problemas técnicos, el piloto belga acabó en sexta posición. La victoria fue lograda por la dupla francesa formada por René Metge y Dominique Lemoyne. De esta manera, Porsche logró su primera victoria en tierras africanas, pero no la última.
El año 1985, fue un año de transición para Porsche en la competición, puesto que no se logró el triunfo en la categoría, aunque se comenzaron a probar los 959. Pero, en 1986, Porsche volvió al lugar al que pertenece, un altar elegido para sólo unos pocos: el podio.
El rally Dakar de 1986 unió la localidad francesa de Versalles con la capital senegalesa atravesando etapas por Argelia, Mauritania, Níger, Malí, Guinea y Senegal. Es triste decir que esta edición es la más mortal hasta la época, con un total de 7 defunciones, siendo la más llamativa la del fundador de la competición Thierry Sabine. Fue un duro golpe para el automovilismo.
Volviendo a lo meramente deportivo, esta edición fue de gran importancia para el equipo Porsche, ya que lograron el primer y segundo puesto en categoría de coches. La carrera fue completamente dominada por los mismos pilotos del año 1984, siendo el primer puesto para René Metge y la medalla de plata para Jacky Ickx.
Para esta ocasión, Porsche acudió al rally con el modelo 959, el único vehículo deportivo que ha ganado el famoso rally africano hasta la fecha. Igualmente apadrinados por los colores de Rothmans, estos caballos salvajes del desierto fueron domados por Metge e Ickx logrando velocidades cercanas a los 210 km/h.
Porsche, desde la contínua innovación técnica, se ha planteado retos en el automovilismo de resistencia, velocidad y habilidad. Prueba de ello es el constante esfuerzo realizado para testar los vehículos en pruebas tan exigentes como el rally París-Dakar, logrando además éxitos tan rotundos como los de 1984 y 1986.