Cuando Porsche y Harley Davidson soñaron juntos
¿Eres un apasionado de los coches deportivos? Y además eres un apasionado de las motos. Pues el siglo XXI empezó con un sueño conjunto entre Porsche y Harley-Davidson, la mítica marca estadounidense de motocicletas.
Así, en el año 2001, se lanzó al mercado la primera Harley-Davidson V-Rod, una innovadora moto cromada, moderna y revolucionaria. Y, además, llevaba un revolucionario motor, llamado precisamente Revolution, desarrollado de forma conjunta con el fabricante de deportivos de Stuttgart.
Revolution: un motor conjunto de Porsche y Harley Davidson
El objetivo de la marca norteamericana era la victoria en las competiciones de superbikes. Así nació la original Harley-Davidson VR-1000, la primera motocicleta que equipaba este tipo de motor. Un propulsor bicilíndrico en V a 60º y con denominación VRSC, unas siglas que hacían referencia a V-Twin Racing Street Custom.
Y en su configuración final para equipar las motos de serie, el VRSC cubicaba 1.131 CC con una potencia de 115 CV y superando las 8.000 revoluciones por minuto, algo muy innovador para las máquinas de Milwauke. Después, en 2008, se aumentaría su potencia hasta los 1.247 CC y 125 CV en el denominado motor Revolution X. Y convirtiéndose así en las motos de serie más potentes jamás ensambladas por Harley-Davidson.
Además, las diversas series de la Harley-Davidson V-Rod fueron una sinfonía a la libertad con denominaciones cada vez más complicadas: VRSCA, VRSCAW, VRSCB, VRSCDX... Y que se convirtieron en productos tan especiales como la primera V-Rod, las Night Rod, las Muscle o las Street Rod.
Así, en aquel entonces, el motor Revolution supuso la crítica cerrada de los aficionados más conservadores de la marca motera de Milwaukee. Además veían como desaparecían los carburadores en favor de la inyección electrónica. Algo similar a lo que le sucedió con el lanzamiento del Porsche 996. De modo que el sector más clasista y 'pureta' del motociclismo empezó a llamar 'la bastarda' a este innovador y revolucionario modelo de Harley-Davidson. Sin embargo, los directivos de H-D eran conscientes de que podía no gustar al núcleo duro de los fanáticos de la marca, pero en cambio podía abrir el mercado a nuevos clientes, más sensibles a las cualidades de la máquina y menos a la tradición.
Un proyecto para ganar la Superbike
En su origen, este innovador motor era un derivado del proyecto VR1000, la primera moto de carreras desarrollada por H-D de forma específica para este objetivo. Pero, para su homologación se realizó una mínima producción de motos de carretera. Y esto era otra innovación, pues hasta entonces las motos de carreras de Harley-Davidson eran un derivado de los modelos de carretera.
Sin embargo, desde mediados de los años 90, la marca estadounidense participaba con estos modelos en el 'AMA Pro Road Racing', el campeonato de la American Motorcycle Asociation (AMA) para superbikes. Aunque no había cosechado muchos éxitos en beneficio de las marcas japonesas de motociclismo que arrasaban con todo el palmarés.
Así, en el contexto de una colaboración que se remontaba a los años 70, los ingenieros de Porsche construyeron en su centro de investigación y desarrollo de Weissach un motor de 1.131 cc refrigerado por agua basado en un motor de carreras que sorprendió a la exigente clientela de Harley-Davidson tanto por su rendimiento como por su sonido imponente. Con un tren de válvulas DOHC y una inyección de combustible controlada de forma electrónica, la serie VRSC Harley con su motor de 4 válvulas alcanza hasta 120 hp.
Y en un alarde de audacia la primera V-Rod se presentó en el Salón de la Moto de Tokio 2001. En Japón, en casa de los competidores que estuvieron a punto de sacar del mercado a la firma norteamericana unos años antes. Así, en el comienzo del siglo XXI, H-D dejaba atrás su tradicional estética y presentaba el nuevo modelo que tenía poco que ver con lo anterior. Y ponía punto final a casi 100 años de tradición.
El nuevo motor desarrollado por Porsche mantenía su típica arquitectura en V, tenía arboles de levas en cabeza, 4 válvulas por cilindro, inyección electrónica de gasolina y refrigeración por agua. Su capacidad era de 1.130 centímetros cúbicos y su potencia sobrepasaba los 115 caballos con 8.000 revoluciones por minuto. Y podía alcanzar los 225 kilómetros por hora de velocidad máxima. Además, acelerando en marchas intermedias, se podía llegar a las 9.000 rpm, donde comenzaba la parte roja del cuentarrevoluciones.
Su esencia seguía intacta, el característico sonido de los escapes era el mismo de siempre. El típico y esperado ruido de una Harley-Davidson al ralentí.
Pero no solo el motor era innovador. La revolucionaria Harley-Davidson V-Rod rompía con el cuero y la estética de la marca hasta ese momento.
Así el chasis era de tubo de acero anodizado y combinaba con los paneles de piezas de aluminio, usadas con profusión para ahorrar peso. La horquilla delantera estaba muy inclinada para permitir una muy larga distancia entre ejes. Su estética de acero y aluminio era pura, pues no iba pintada ninguna pieza. Además combinaba a la perfección con el cromado de los escapes, el faro delantero y los amortiguadores. Y, para sustituir a las clásicas bolsas de cuero negro tachonado, se diseñaron unas 'ad hoc' de aluminio y material plástico que no rompían la pureza estética. Y la nota discordante y armónica a la vez la daba la mancha negra del asiento.
Un bello sueño que toca a su fin
Ahora, después de 17 años de aquel bello sueño de Porsche y Harley-Davidson, la historia toca a su fin. Y solo nos queda despedirnos de las V-Rod, las Harley-Davidson con motor Porsche que miraron al siglo XXI. Porque la firma de motocicletas presentó en septiembre de 2017 sus novedades para el año 2018 con 8 nuevos modelos de la gama Softail y anunció la retirada de las V-Rod y las Dyna que desaparecen del catálogo para siempre.
Y a nosotros solo nos queda recordar esa bella historia entre las 2 míticas firmas: Porsche y Harley-Davidson.