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El cartel publicitario que define la tradición e historia de Porsche

Este cartel vintage refleja el espíritu de Porsche y encarna todos los valores que todavía a día hoy siguen definiendo la hoja de ruta de la marca, que dejaron en legado los fundadores.

Durante los últimos 70 años, mencionar a Porsche es sinónimo de elegancia, velocidad y emotividad. Pero para que esta asociación de ideas siga siendo posible y efectiva, quiere decir que durante el mismo tiempo, se ha estado realizando un enorme y espectacular trabajo. El espíritu de equipo, la experiencia y la creatividad e innovación como valores; sumado a la tradición, han hecho de Porsche lo que es, y permiten que continúe por el camino del éxito sorprendiendo y enamorando como ya ocurrió en sus inicios.

La andadura e historia de Porsche comienza en 1948, la misma fecha en la que el Professor Porsche expresa que “cualquier coche que únicamente te lleva de aquí a allí, simplemente no ha llegado lo suficientemente lejos” Toda una declaración de intenciones por parte de uno de los mayores genios que ha dado la automoción.

El Profesor Porsche es un adelantado a su época, ya que construye una potente base que después continúa su hijo Ferry Porsche, hombre que consigue perpetuar el sueño de su padre de diseñar y fabricar un vehículo deportivo en serie bajo el nombre de la familia Porsche. Este vehículo se tratará finalmente del 356 que vemos en el cartel publicitario, el primer vehículo deportivo de la marca, que disponía de un motor de 4 cilindros horizontales que desarrollaban unos 40 CV, y alcanzaba una velocidad máxima de 89 km/h, cifras muy avanzadas para la época.

Pero previo al suceso de esta historia, encontramos como pilares todos los trabajos y avances que Ferdinand Porsche aporta a la industria del automóvil desde comienzos del siglo XX. Nuestro hombre, siempre fue un pionero. Prueba de ello es, que ya en el año 1900 en el Salón del Automóvil de París presentó un vehículo eléctrico cuyo motor se situaba directamente en la rueda, el Lohner-Porsche. Aquí todavía trabajaba de ingeniero para la empresa Lohner. Desde allí se movió a Daimler Benz, donde sus diseños comenzaron a causar furor entre los que podían permitírselo, como el famoso cómico Zeppo Marx, y le valieron para que en 1923 obtenga su segundo título de Doctor Honoris Causa; tras lo que se le comienza a conocer como el Profesor Doctor Porsche.

Pero a pesar de diseñar las mayores joyas sobre ruedas de aquellos años, son vehículos que muy pocos pueden permitirse, por lo que este hombre sigue fascinado por la idea de conseguir fabricar un vehículo de masas.


Tras la dura experiencia de la Segunda Guerra Mundial, Ferdinand Porsche descubre con alegría que su hijo Ferry comienza con uno de sus sueños, la producción en serie de un vehículo deportivo. Porque como bien dice nuestro cartel, un coche no basta que te transporte. Tiene que transmitir fuerza, emoción sin dejar de lado la elegancia.

Y eso es lo que precisamente lo que transmite nuestro cartel, no es vehículo cualquiera. Es un Porsche, un vehículo deportivo. Un cartel con motivo sobrio y elegante, sin demasiadas ostentaciones. El 356 que vemos en la imagen es de color blanco perlado, lo que hace que destaque sobre el fondo blanco liso, como si fuera una metáfora del querer destacar sobre el resto de coches corrientes. El coche, es el protagonista de este diseño para el público, solamente encajado entre el escudo característico del caballo de Stuttgart y la elegante y funcional tipografía escogida en color negro para transmitir el mensaje.