El regreso de las leyendas al asfalto original
Cada dos años, el circuito de La Sarthe acoge uno de los eventos más espectaculares para los amantes del automovilismo clásico: Le Mans Classic. Con una duración de tres días, esta cita rinde homenaje a las 24 Horas de Le Mans desde sus inicios hasta finales del siglo XX, reuniendo a miles de coleccionistas, clubes y leyendas vivas del motor.
Lejos de las batallas actuales por el cronómetro, Le Mans Classic es una celebración de la historia en movimiento. Aquí, los Porsche que forjaron el mito vuelven a rugir sobre el asfalto donde un día compitieron por la gloria. Y no lo hacen en vitrinas, sino en plena acción, en tandas que agrupan deportivos de distintas décadas, pilotados por leyendas, coleccionistas y apasionados que mantienen viva la llama.
Desde la primera edición de Le Mans Classic en 2002, Porsche ha estado presente de forma constante, tanto en la pista como fuera de ella. Además de participar oficialmente, el evento se ha consolidado como un escenario fundamental para exhibir el patrimonio histórico de Porsche, su labor en restauración y su conexión profunda con la historia de Le Mans.
El Museo Porsche ha llevado regularmente piezas históricas restauradas, algunas nunca vistas fuera de sus instalaciones en Zuffenhausen. También es habitual la participación de Porsche Classic, el programa oficial dedicado a la conservación y mantenimiento de modelos clásicos, que en este evento encuentra uno de sus escenarios más naturales.
Cada edición permite ver alineados en pista modelos icónicos como el Porsche 356, los 904 Carrera GTS, los 911 RSR de los 70, el 935, el 956, el 962 y ejemplares únicos del 917. Todos ellos compitiendo en sus respectivas tandas y categorías, conducidos en muchos casos por pilotos con historia en la resistencia.
Entre los modelos más destacados que han participado en Le Mans Classic se encuentra el Porsche 356, el origen de todo, reconocido por su ligereza, agilidad y estética inconfundible. Su diseño minimalista y motor trasero refrigerado por aire sentaron las bases del carácter deportivo que marcaría el ADN de Porsche. Suele estar presente en las tandas más antiguas.
El Porsche 904 Carrera GTS, pionero en el uso de materiales compuestos gracias a su carrocería de fibra de vidrio montada sobre un chasis de acero. Representa un hito técnico que abrió paso a nuevas soluciones de construcción ligera, a la vez que introdujo un lenguaje de diseño que influenció a los deportivos posteriores de los años 60.
El Porsche 911 RSR (1973), evolución clave del 911 hacia la competición. Incorporó mejoras aerodinámicas como el alerón trasero “cola de pato” y un aumento significativo de potencia, lo que lo convirtió en el primer 911 desarrollado específicamente para circuito. Este modelo consolidó la reputación del 911 como un deportivo competitivo en resistencia.
El Porsche 935, protagonista absoluto de las pistas en los años 70, célebre por su versión “Moby Dick” y sus potentes motores turboalimentados. Supuso un avance radical en aerodinámica, con carrocerías extendidas y tecnología derivada directamente de la experiencia en Le Mans, posicionando a Porsche como líder indiscutible en la categoría Grupo 5.
El Porsche 956 y y el Porsche 962, los reyes indiscutibles del Grupo C. Destacaron por su eficiencia aerodinámica, el uso del túnel de viento en su desarrollo y la incorporación de sistemas de telemetría y estructura monocasco de aluminio. Ganaron numerosas veces en Le Mans y sentaron las bases de los prototipos modernos de resistencia.
El mítico Porsche 917, leyenda absoluta del automovilismo. En Le Mans Classic ha rodado en versiones históricas como la decorada con los colores Gulf, reviviendo el trazado donde se convirtió en icono. Con su motor V12 de hasta 4.9 litros, el 917 logró a comienzos de los años 70 las primeras victorias absolutas de Porsche en Le Mans, y es considerado uno de los coches de competición más influyentes de la historia.
Además, de ser un referente en la pista, cada edición, el paddock Porsche se convierte en un punto neurálgico del evento, reuniendo a clubes oficiales de toda Europa y a propietarios de modelos clásicos que acuden al circuito con sus vehículos. En algunas ediciones, se han superado los mil Porsche reunidos en torno al trazado, desde unidades tempranas del 356 hasta 911 GT3 RS recientes.
Además, se organizan actividades como desfiles, zonas exclusivas para clientes, presentaciones técnicas sobre restauraciones emblemáticas y encuentros con personalidades del automovilismo. Le Mans Classic es también una ocasión perfecta para reencontrarse con algunos de los nombres que marcaron época en nuestra historia en resistencia: Jacky Ickx, Derek Bell, Gérard Larrousse o Henri Pescarolo han participado activamente en diferentes ediciones, ya sea como pilotos invitados o embajadores del legado Porsche.
Lo que sucede en Le Mans Classic trasciende la nostalgia. Ver a un 917 de Gulf volviendo a trazar en Mulsanne o a un 956 deslizándose por Arnage no es solo un espectáculo, sino una lección viva de lo que significa el legado. Esta cita es también un motor para la comunidad: impulsa la restauración, fomenta el coleccionismo y pone en valor historias personales que enriquecen nuestro relato.
Mientras Porsche sigue construyendo el futuro con innovación y diseño, Le Mans Classic nos recuerda por qué cada línea de un 356 o cada rugido de un V12 tienen aún tanto que decir. Porque hay lugares donde la historia se expone, y otros, como este, donde la historia corre.