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La increíble evolución de los volantes de competición de Porsche

En poco más de 20 años, un simple aro cubierto de cuero se ha convertido en un controlador multifuncional. La evolución del volante de los deportivos de competición comenzó en el año 2000 y desde entonces su evolución es imparable.

 

La esencia y la tradición de Porsche nacen de su espíritu deportivo cultivado vuelta tras vuelta en los circuitos de las competiciones más exigentes. Toda esa emoción por el motorsport se traslada posteriormente a sus modelos de carretera y a los garajes de los amantes de los deportivos más exigentes. La competición sirve así como prueba tecnológica y de eficiencia para Porsche.

El volante es uno de los componentes de un vehículo que más realzan el desarrollo continuo en competición. Todos los volantes de todos los deportivos Porsche han sido utilizados antes en nuestros coches de carreras. 

Aunque Porsche comenzó en el mundo de la competición en 1951, ganando Le Mans y demostrando ya en su primera carrera su espíritu de ganador, no fue hasta el 2000 cuando pudimos percibir auténticos cambios transgresores en uno de los elementos más imprescindibles en un deportivo y en cualquier otro vehículo: el volante.


 

El volante de competición antes del 2000

El legendario Porsche 917 Stuttgart ganador del primer Le Mans de Porsche, de 1970 y 1971, no llevaba un solo botón o pantalla diferente de los modelos de carretera para algunas funciones extra necesarias en competición. Ni siquiera llevaban radio, ni levas del cambio, ni limitadores de velocidad. 

En 2001, se produce el primer avance en 30 años: se añadió un botón para la radio a los coches de la Porsche Cup. A pesar de ser un cambio sencillo, fue el comienzo de una evolución imparable. Se inició así la transformación de un aro revestido en cuero al controlador multifuncional con el que los pilotos cuentan hoy en día.


 

La evolución hasta el volante moderno

El siguiente cambio significativo se dio en 2004, cuando el número de funciones en el volante se incrementó hasta seis en los Porsche 911 GT3 RSR que participaban en la American Le Mans Series. Los botones y conmutadores se instalaban sobre volantes de competición simples que se comercializaban en el mercado, ya que el diseño en esa etapa jugaba un papel menor.

Los pilotos del último Porsche 911 RSR tienen 30 funciones a su disposición en el volante que, cuando se activan con determinadas combinaciones, pueden cambiar la puesta a punto de otros elementos. En Weissach, dos especialistas trabajan en buscar nuevas soluciones para afinar aún más los reglajes y mejorar el confort.

Según fueron añadiéndose funciones y progresando la tecnología del volante, el diseño también empezó a cobrar importancia, ya que, la disposición de dichas funciones era prioritaria para la óptima usabilidad del volante por aparte de los pilotes. Cuanto más intuitivo fuese, más fácil de usar y eficiente. Además, seguir siempre un mismo patrón para ello ayudaba a los pilotos a poder pasar de un modelo de vehículo a otro sin tener que reaprender todo el manejo del volante, solo las nuevas innovaciones en los controles.

 

La importancia del piloto para la evolución del volante

El fin último de un volante, ya sea para un deportivo de competición o de carretera, es facilitar la conducción. Por esta razón, los pilotos han jugado y juegan un papel esencial en la disposición de los controles en el volante. 

Ellos proporcionan una información crucial durante la etapa de desarrollo para asegurar la mejor ergonomía posible. El primer paso es el posicionamiento de las cuatro funciones más importantes: los botones para el limitador de pit lane, para situaciones de bandera amarilla general, así como los de on/off para el motor y la radio. Las otras funciones operativas se añaden a continuación, siguiendo una lista de prioridades. En el proceso, los desarrolladores deben tener en cuenta que algunas de las funciones tienen que ser activadas a través de combinaciones designadas como los comandos básicos Ctrl+Alt+Del de un ordenador.

Respecto a esta importancia, el piloto oficial Romain Dumans nos da un ejemplo que tuvo que vivir en sus propias carnes en competición en 2012: “Yo experimenté con dureza lo importante que es tener el diseño correcto y la facilidad de uso óptima en condiciones de carrera. Estaba conduciendo un Porsche 911 GT3 R en Pikes Peak e iba camino de ganar, cuando apareció la lluvia y luego la nieve en las cotas más altas. Ahí es donde perdí todo. ¿Por qué? Se instaló un botón para el limpiaparabrisas en el volante, que tenías que presionar durante un segundo para activar la función intermitente y durante tres para que el barrido fuera continuo. Era una forma demasiado complicada. En Pikes Peak te encuentras una curva detrás de otra. Para cuando los limpiaparabrisas estaban funcionando correctamente ya había perdido mucho tiempo”. Estas experiencias son las que ayudan al progreso y la innovación en el diseño y tecnología del volante. 

Por ejemplo, a día de hoy, los pilotos están involucrados en el diseño correcto desde el primer día, así como en la redacción conjunta del manual de instrucciones. 

Este trabajo conjunto entre ingenieros, diseñadores y pilotos es el que favorece el rápido desarrollo de este elemento y de otros. El volante no solo debe ser intuitivo de manejar, sino que también debe exigir el menor esfuerzo físico posible y eso es algo que solo se conoce durante la acción.

La competición para clientes también requiere un gran compromiso a la hora de buscar las especificaciones adecuadas, por ejemplo, para un Porsche 911 GT3 R. El volante debe ser fácil de usar tanto para los pilotos oficiales como para los que corren por afición, y es esencial encontrar un equilibrio aceptable durante el desarrollo. 

 

Porsche Driver Experience

Con el lanzamiento del nuevo Taycan actualizado a principios de este 2024, conocimos también la última generación de Porsche Driver Experience con las especificaciones exclusivas en el volante para estos nuevos modelos.

En el volante deportivo multifunción, el “botón Skip” sustituye al interruptor de recuperación y el selector de modo del volante se incluye ahora de serie. 

Otra novedad es la lógica de manejo con la palanca de control situada a la izquierda, detrás del volante, con la que se pueden controlar los sistemas de asistencia al conductor. Se puede mover en las cuatro direcciones. Para modificar la velocidad del Tempomat, basta con pulsar la palanca hacia arriba o hacia abajo, suavemente o con más fuerza. La velocidad preseleccionada cambia a intervalos de uno o diez km/h. Si se pulsa la tecla de modo integrada en la palanca de mando, los ajustes de los sistemas de asistencia también se pueden realizar directamente en la pantalla del conductor o central, con ayuda de los menús emergentes.

 

En las últimas décadas los volantes han cambiado significativamente en términos de funcionalidad y manejo. La forma y los materiales utilizados también han sido modificados en múltiples ocasiones, pasando del volante circular hecho de madera hasta el realizado sobre una base de acero, con una forma que recuerda a la figura horizontal de los mandos de un avión moderno.