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Porsche Classic

La inspiración más deportiva que nace del Porsche 911 Turbo

En el año 1963, Ferndinand y Ferry Porsche presentaban el sustituto del 356. El Porsche 911 no sabía entonces que su larga existencia sería además tan prolífica. Ocho generaciones después podemos afirmar que es el modelo más icónico de Porsche y un objeto de deseo para cualquier amante de la deportividad, el diseño y la velocidad. 

Pero dentro de los Porsche 911, el Turbo siempre fue muy especial. El chico malo de la clase, el canalla, el más salvaje de los modelos. Un coche del que es imposible no enamorarse. Tanto es así que Porsche y Puma decidieron preparar una colección de zapatillas de edición limitada que rindiera un merecido homenaje al 911 Turbo. En ella no solo se contaría con los colores más característicos de los modelos, sino con detalles más propios de un deportivo que de unas sneakers, como que la parte trasera tuviera la palabra turbo.

La colección usaba como base dos modelos, las Future Rider que sustituían al mítico modelo Fast Rider surgido del running en 1980, y las Speedcat, un modelo con el que Puma siempre se ha inspirado en los deportes del motor. Así, dividía la colección en dos igual que se separan las eras de Porsche: los refrigerados por agua que tenían como base a las Future Rider, y los refrigerados por aire que usarían las Speedcat como base de su diseño.

En total ocho modelos a los que homenajear y ocho zapatillas que se inspiran en ellos. 

Los Porsche 930 Turbo 3.0 y Turbo 3.3

El primer Turbo llegaba más de una década después de que ese primer 911 pisara el asfalto. Caja de cambios de cuatro velocidades, aletas acampanadas y un gran alerón trasero con reborde negro de goma dura que se convirtió en su seña de identidad.

En 1975 se lanzaba la versión Turbo del 930, una especialmente potente con un motor de 3.0 litros y 260 CV, capaz de alcanzar los 100 km/h en 6,1 segundos y con una velocidad máxima de 246 km/h. El capó trasero se fabricaba en plástico reforzado con fibra de vidrio, y se presentó en el color verde roble, el mismo tono que se usó en las zapatillas que le rinden homenaje.

En 1978 el capó de chapa de acero y el spoiler trasero de plástico fijo se ampliaron para albergar el radiador del aire de sobrealimentación, y se instaló un sistema de escape con salida doble. Ahora el motor era de 3.3 litros y una potencia de 300 CV y es, hasta la fecha, el Turbo más longevo ya que se fabricó hasta 1989.

El Porsche 964 

Aparecía en los noventa con un característico color verde mint que jugaba con los detalles en negro del spoiler trasero, al igual que lo hace la zapatilla que corresponde a este modelo. Las pastillas de freno en el característico color rojo también se reflejan en la zapatilla de una forma sutil y elegante.

El motor, de 3.3 litros como su antecesor, alcanzaba 320 CV. La carrocería era más ancha en comparación con los modelos Carrera, pero el spoiler y las dos salidas de escape ovaladas, le daban un sello único. 

El Porsche 993 Turbo

Con el siguiente modelo del 911 Turbo, el 993, llegaba la tracción a las cuatro ruedas, y se daba por finalizada la era de los motores con refrigeración por aire. Además, fue la primera vez que un coche de producción en serie llevaba dos turbocompresores. 

Con un ancho en la zaga de 25 milímetros mayor que el del 911 Carrera, el Porsche 993 Turbo se convertiría en uno de los modelos más deseados. Su potencia de 272 caballos y la transmisión manual de seis marchas conseguía alcanzar la nada desdeñable velocidad de 270 km/h.

El Porsche 996 Turbo

El primero de los 911 Turbo refrigerados por agua fue el 996, un modelo que cambiaba no solo la motorización sino también el diseño al incluir unos faros en forma de lágrima que sustituían a los faros redondos más clásicos. Llegaba en 1997, aunque no fue hasta el 2001 cuando salió a la venta.

420 CV que hacían de este Turbo un coche rápido pero muy manejable y con una novedad, era el primero en tener caja automática Tiptronic. El diseño de las zapatillas recoge ese cambio por ejemplo en el spoiler trasero, que ahora es del mismo color que el resto de la carrocería, pero mantiene esos detalles en rojo que le dan tanta personalidad.

El Porsche 997 Turbo

Con el 997 llegaba la generación que primero encarnaría la estética moderna del Porsche 911. Se presentó en 2007 con una turbina de geometría variable en una mecánica de gasolina, la llamada VTG.

Con unos mágicos 480 CV y con la caja de cambios de doble embrague PDK, este modelo se ha mantenido eternamente joven.

El Porsche 991 Turbo

Llegó en 2013 con unas aletas aún más anchas, recordando al primer Turbo. Se introdujo el eje trasero direccional y más potencia que le convierten en una bestia salvaje. Con un motor bóxer 3.8 biturbo que comenzó con 520 CV de potencia, llegaría a alcanzar los 560 CV en el Turbo S y en 2016,  los 540 y 580 CV para el Turbo y Turbo S. 

Con esta increíble potencia consiguen acelerar de 0 a 100 km/h en 3,0 y 2,9 segundos, y alcanzan una velocidad punta de 320 y 330 km/h en la versión Turbo y Turbo S respectivamente.

El Porsche 992 Turbo

La última generación del 911, llamada 992, también ha tenido su espacio en la colección limitada de zapatillas de Porsche y Puma. Este último modelo es una oda a la velocidad pero en equilibrio con la seguridad más absoluta. Su manejo es impecable y asombrosamente fácil aunque también extremadamente deportivo.

El 911 Turbo ofrece 580 CV y el Turbo S hasta 650 CV, logrando este último llegar a los 100km/h en apenas 2,7 segundos. La velocidad máxima es de auténtica locura: 320 km/h en el 911 Turbo y 330 km/h en el 911 Turbo S.

Su motor bóxer de seis cilindros con sobrealimentación biturbo VTG no le convierten en un caballo desbocado, sino en un dócil corcel al servicio del piloto. Elegante, honesto y fantástico, como cada una de las Puma inspiradas en el 911 Turbo que aúnan todas las cualidades del mayor icono de Porsche.