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Le Mans Classic 2016, la máquina del tiempo

Todos hemos deseado en alguna ocasión retroceder en el tiempo, y para los que somos amantes de los clásicos es un sueño muy recurrente, un sueño que se convierte en realidad cada dos años. Bienvenidos a Le Mans Classic.

Desde el año 2002 tenemos la fortuna de contar con una de las concentraciones del automovilismo más importantes de Europa, y sin duda una de las especiales del mundo. Cada dos años los 13,65 kilómetros de Le Mans acogen participantes deseosos de exponer coches y pasear vestidos de época. El ambiente es mágico y, contagiados de esa atmósfera, paseamos con síndrome Stendhal.



Imagen de José Bueno
 

 

El Classic se divide en platós, y estos en años (los comprendidos entre 1923 y 1981). Nuestra primera parada en este viaje en el tiempo es el plató 2, en el que encontramos los primeros Porsches en correr las 24H de Le Mans: los 356 Pre-A, en diversas configuraciones, y un 550 Spyder del 55 que esperan para salir a pista como si no hubiera pasado el tiempo por ellos. 

Nuestra aventura continúa, avanzamos entre la gente, vemos disfraces de Steve McQueen (unos con más gracia que otros). La pasión por los participantes se vive a cada paso.

Entramos en el plató 3, aquí nos deslumbran un 356 A 1600 Speedster, un Spyder del 58 y una leyenda como el 718 RS60, con cuatro cilindros flat/4 y 1.700 cm3 de diversión al volante. La máquina del tiempo está haciendo su trabajo y se mantiene a pleno rendimiento. Los coches salen a pista y rugen como nunca (o como siempre), quieren enseñar lo que eran y demostrar lo que aún siguen siendo.

Los 34 grados de temperatura hacen mella en nosotros. Nos acercamos al “pregrill”, una opción fantástica para admirar los primeros 911 en competir Le Mans, en donde no perdemos la oportunidad de admirar un 911 dos litros, un 901 del 64, un mito como el 904/4 GTS  o su hermano mayor, el 904/6 GTS. El pulso se nos acelera a cada paso.



Imagen de José Bueno
 

 

La evolución de Porsche queda presente en esta concentración. Con cada plató, el número de Porsches inscritos crece, pero donde podemos observar con más claridad ese brutal incremento es en la concentración de clubs y de fans, una familia que cada año acoge a más miembros y los recibe con los brazos abiertos. 

Ahora toca admirar los 906, los 917, o un excepcional 910 en el plató 5, que comprende los años entre 1966 y 1971. Aquí las leyendas mandan y el sonido no deja pensar mucho, simplemente disfrutamos de cada golpe de gas y de cada reducida al llegar a la curva. Somos conscientes de que somos unos privilegiados por poder presenciar este espectáculo.

Estamos en otro tiempo, o eso creo, y cuando cae la noche, no hay xenón ni luz de curva activa, pero da igual, esas siluetas del plató número 6 hacen que sigas rememorando inolvidables modelos. La silueta del 911 RSR Martini, el poderoso 924 GTR o los K3 de Kremer Racing. Casi sin tiempo para los astros del Grupo C, en el último plató (el 7), rizamos el rizo y vemos un 962 C del 89 adelantar a sus hermanos de competición, otros tres 962; es normal, lo pilota Romain Dumas, hace tres semanas que aquí ganó nuestro último 18 Le Mans.

La máquina del tiempo ha realizado su trabajo a la perfección, a ninguno de los participantes se nos borrará el recuerdo de este grandioso Le Mans Classic. 



Imagen de José Bueno
 

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Álvaro Couso 
@alvaro_couso
Director en 9Republic Porsche Magazine y E.D.E. Porsche writer and driver