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Los Porsche clásicos de Sonderwunsch

El Programa Sonderwunsch multiplica la esencia misma de Porsche, ya que, gracias a su infinidad de posibilidades de personalización cada deportivo se transforma en algo más que único, en un nuevo concepto del propio vehículo, también para los Porsche clásicos.

Desde ajustes personalizados en la carrocería del vehículo, hasta un pomo de palanca de cambios de diseño personalizado y un alerón trasero modificado como homenaje a iconos de las carreras. Incluyendo originales materiales y revestimientos de cuero personalizados, que van desde la personalización y las combinaciones especiales de materiales en el interior, pasando por la pintura de diseño de alta calidad en la carrocería y las llantas, hasta la configuración particular de los componentes. Además, también si el cliente así lo desea, puede integrar sus propios logotipos y elementos de diseño en el interior y el exterior con una artesanía cuidadosamente detallada.

El cliente se convierte en el director del proyecto y como director de proyecto dirige un equipo de diseñadores, ingenieros y especialistas para desarrollar su Factory One-Off, o Ejemplar exclusivo de Fábrica, en un plazo de tres años. Con el Programa Sonderwunsch puede construir literalmente el vehículo de sus sueños.

Estos encargos también son parte de la esencia de Porsche en el sentido de que con Porsche todo es posible. De esta forma, son los propios clientes quienes enriquecen nuestra historia con fascinantes deportivos personalizados, algunos de los cuales incluso han llegado a exhibirse en museos. La creación de estas unidades es una actividad en expansión. Hoy en día, más del 90 por ciento de los clientes del 911 eligen al menos una opción del catálogo de Porsche Exclusive Manufaktur. Y las ediciones especiales de producción limitada a menudo se agotan poco después de su presentación.

Sin embargo, ya en los años 50, Ferry Porsche atendía pedidos especiales, que podían abarcar desde modificaciones en un coche de carreras hasta una elegante radio. Cuando el 911 reemplazó al 356, los clientes se volvieron cada vez más exigentes y, en el ámbito de la competición, Porsche comenzó a vender oficialmente repuestos para mejorar el rendimiento. 

En respuesta a estos requerimientos, Porsche fue el primer fabricante de automóviles del mundo en establecer su propio departamento de personalización en fábrica en 1986. Hoy, la gama comprende más de 1.000 opciones de Porsche Exclusive Manufaktur, y se ha tenido que crear una departamento específico,el Programa Sonderwunsch, para las solicitudes más complejas y especiales.

Con el programa Sonderwunsch, llevamos la atención al detalle, a otro nivel, y le ayudamos a cumplir su sueño Porsche, sin importar el año de fabricación. Ya sea un vehículo nuevo, el suyo propio, o un Porsche clásico.

 

El 911 Classic Club Coupe para el Porsche Club of America

Que el término Coupé se escriba sin tilde, al estilo americano, no es un error, ya que este coche ha sido creado para el Porsche Club of America (PCA), uno de los clubes más grandes y antiguos de la marca de deportivos. Se trata de un modelo basado en un 911 Carrera (Tipo 996) de 1998 con casi 180.000 kilómetros en su odómetro y que los expertos de Porsche Sonderwunsch ha tardado dos años y medio en transformarlo.

Entre los elementos más característicos de su diseño podemos destacar la pintura gris Sport metalizada, el techo de doble cúpula, las llantas Fuchs y el alerón trasero fijo estilo “cola de pato”, herencia de diseño del 911 Carrera RS 2.7 de 1972. Además, varios elementos de los detalles exteriores e interiores están personalizados en color azul Club. Las secciones centrales de los asientos deportivos, al igual que los paneles de las puertas, están tapizados en cuero con el estampado Pepita. 

Por su parte, el techo de doble cúpula es un detalle que enlaza con el mundo de la competición, ya que antiguamente, los pilotos de carreras de mayor estatura solían necesitar un espacio extra justo encima del puesto de conducción para que la cabeza, con casco incluido, cupiera con holgura. 

Técnicamente, y en gran medida visualmente, el coche se ha modificado hasta convertirse en un 911 GT3 de la generación 996 en su evolución final, incluyendo su motor 3.6 de 381 caballos, sus frenos y otros elementos del chasis.

 

Porsche 911 Speedster de Luca Trazzi

Las variantes Speedster del 911 combinan el placer de conducir sin restricciones con un dinamismo muy especial. Sin embargo, hay un vacío en la historia de estas versiones del 911, ya que no hubo ningún Speedster de la cuarta generación del 911, el 993.

El apasionado porschista, diseñador y coleccionista de Speedster Luca Trazzi hizo realidad su sueño de tener un 911 Speedster de la generación 993 gracias al programa Sonderwunsch. El resultado fue un proyecto que duró más de tres años en crear un deportivo único sobre la base de un 911 Carrera Cabriolet (Tipo 993) de 1994.

Como curiosidad, durante el proceso de restauración y diseño del modelo, nació la pintura “Otto Yellow”. La pintura amarilla luminosa para automóviles no solo se desarrolló como un color específico para el cliente, sino que también su nombre era muy personal, ya que provenía del propio perro del futuro propietario, Otto. 

El coche tiene un aspecto aún más deportivo, ya que los expertos de Sonderwunsch se inspiraron en el alerón delantero, los faldones laterales y las aletas traseras del 911 Turbo (serie 993). También reinterpretaron los intermitentes, los pilotos traseros y la franja luminosa. El capó trasero y el parabrisas son típicos del Speedster. Por su parte, la silueta del capó trasero ha sido completamente rediseñada por Luca Trazzi.

El motor, el chasis, la dirección y el sistema de frenos proceden del 911 Carrera RS (serie 993). En aquella época, el bóxer de seis cilindros refrigerado por aire era el motor más potente de Porsche, con una cilindrada de 3.8 litros y una potencia de 300 CV (221 kW).

 

El 911 S 2.4 Targa por Ferdinand Alexander Porsche

Con motivo del 50º aniversario de Porsche Design, se rastauró un 911 S 2.4 Targa de 1972, año en que se fundó el estudio de diseño, y del mismo tono en negro que caracteriza al legendario reloj Chronograph I, diseñado por él en 1972 y con el que se fundó Porsche Design.

El objetivo a nivel de diseño fue transferir las especificaciones del nuevo modelo del Targa al clásico de dicho año. Para este trabajo los expertos de Porsche Design y Porsche Classic trabajaron en perfecta armonía. El vehículo que sirvió como base, estaba en mal estado y carecía de algunas piezas. Los expertos de Porsche Classic actualizaron por completo el motor y el chasis para adaptarlo a las especificaciones de la versión S. El modelo tope de gama en su día tenía una cilindrada de 2.341 centímetros cúbicos, alcanzaba los 190 caballos de potencia a 6.500 rpm y estaba dotado de un sistema de inyección mecánica.

El mayor desafío, no obstante, fue restaurar el interior del vehículo. Las fundas de los asientos son un buen ejemplo de cómo los materiales modernos deben adaptarse en un habitáculo histórico. La resistencia y elasticidad del material elegido dificultó el tapizado de unos asientos con 50 años de vida. El resultado final fue de un excelente tapizado a cuadros que contrasta con la tapicería de cuero negro y crea un vínculo con la edición especial del 911 actual. 

Por su parte, como elemento exterior destacado, el arco de seguridad del Targa también cuenta con un acabado platino satinado, que se ha conseguido mediante el uso del láser, en una nueva interpretación del acero inoxidable cepillado del modelo clásico original. Las letras Targa están terminadas en negro mate. Igual que en el nuevo modelo de edición especial, la parrilla del capó trasero incorpora una insignia “Porsche Design 50” con una reproducción de la firma de F. A. Porsche.