Los Porsche de Walter Röhrl

Su vida ha estado ligada al motorsport y de una manera orgánica, a Porsche. Es uno de los mejores pilotos de la historia, algo que dejaron patentes en la FIA al incluirle como piloto destacado en su Salón de la Fama a pesar de no haber participado en ninguna carrera de Fórmula 1. 

Con el alma de un campeón y la tenacidad de un luchador nato, Walter Röhrl se hizo un nombre en la historia convirtiéndose en dos ocasiones en Campeón del Mundo de Rallyes y ganando en cuatro ocasiones el Rally de Montecarlo. Ahora, ya retirado de la competición, la mejor forma de conocer su legado es a través de los coches con los que corrió y ganó.

Aunque ha tenido muchas relaciones con diferentes marcas como Fiat, con quien se hizo con el Rally de Montecarlo en 1980 conduciendo un Fiat 131 Abarth, o con Opel y su Ascona 400, la marca predilecta de Walter Röhrl siempre ha sido Porsche. Tanto que su primer coche propio fue un 356 que se compró a los 21 años.

Si hablamos de coches de competición, el primer Porsche que condujo fue un Safari con el que corrió junto a Herbert Marecek en el Rally de Baviera del Campeonato Europeo, el quinto rally en el que participaba. Hasta que el coche se estropeó, iban en cabeza con Röhrl pilotando, completamente solos y a mucha distancia del resto. Estaba claro que la combinación del alemán conduciendo un Porsche, funcionaba.

El Porsche 924 Carrera GTS es otro de los coches de rally con los que compitió Röhrl. Con él consiguió cuatro victorias, en Hessen, Serengeti, Alemania y Báltico, y un segundo puesto, hazaña más meritoria aún si pensamos que el coche se puso a punto en solo ocho semanas. 

Salió de fábrica un 12 de diciembre de 1980 y fue el quinto de los nueve prototipos producidos. Su motor de 2 litros turboalimentado y cuatro cilindros comenzó con 250 CV de potencia, algo que el equipo consiguió aumentar con el tiempo. Es un ejemplar tan especial, que Porsche lo restauró hace unos años, recuperando la decoración original de Monnet en negro y dorado, y se lo regaló al propio Röhrl en su 74 cumpleaños.

En 1981, el piloto alemán disputó el rally Sanremo con un 911 SC que en las curvas italianas era espectacular. “El San Remo 911 es el mejor Porsche de rally que he conducido”, afirmaba Röhrl. En esa carrera, el deportivo era mucho más rápido en la pista gracias a su tracción y potencia. 

Verlo en acción fue absolutamente maravilloso hasta que, rozando la victoria, se rompió un semieje, la avería más amarga de Walter Röhrl. Tanto que en más de una ocasión ha afirmado que esa derrota lo enfermó de forma literal durante cuatro semanas. 

Y aunque en 1988 se retiró de forma oficial de las carreras de rallyes, todavía tenía mucho talento que derrochar. Ya en los 90 comenzó a participar en otras competiciones como la DTM (Campeonato alemán de turismos), donde se hizo con la victoria en 1990.

Junto a Porsche participó en las 12 horas de Sebring, la SuperCup de Mónaco y las 24 horas de Nürburgring, en la que participó con un Porsche 964 Carrera RSR. Además, vivió las 24 horas de Le Mans en varias ocasiones, la de 1993 por ejemplo, con un Porsche 911 GT3. Las carreras de resistencia supusieron un gran cambio pero su destreza y la precisión que los rallyes habían requerido durante toda su carrera le situaban en una posición privilegiada.

Desde 1993 Walter Röhrl forma parte del equipo de Porsche como piloto de pruebas y representante de la marca, y su participación ha sido determinante en el desarrollo de coches como el Porsche Carrera GT. Y aunque ya no compita, sigue siendo todo un campeón y sus coches de competición son la prueba de ello.