Los Porsche más “sauvage”
Cuando hablamos de los Porsche con el espíritu más salvaje, probablemente el primero que te venga a la cabeza es el Porsche 911 Dakar. No obstante, existen otros grandes salvajes como el Porsche Surfari o el Cayenne Transsyberia.
La naturaleza de Porsche tiene intrínseca la capacidad de cumplir sueños. El camino hacia dichos sueños siempre son grandes aventuras cargadas de pasión por los deportivos, el motorsport, la carretera. Y aunque todos los porschistas tienen en común ese buen gusto por la excelencia y las experiencias únicas, en ocasiones la búsqueda de estos sueños lleva a un camino de adrenalina y aventuras extremas.
Porsche ha participado de forma activa en la competición desde sus inicios, de hecho este espíritu ganador ha sido el impulsor de avanzar y adelantarse década tras década al futuro. Además, también apoyamos los sueños y metas de grandes deportistas cuyo espíritu aventurero y sin límites se identifica con la más potente esencia Porsche. Cuando este sueño extremo se encuentra con el motorsport y Porsche, el resultado es inigualable.
La lista de los Porsche más extremos, en cuanto a aventuras fuera de la carretera se refiere, es encabezada sin duda por el Porsche 911 Dakar presentado en 2022, la variante del icónico Porsche 959 con el que se obtuvo la victoria en la famosa competición Rally París-Dakar en 1986. Tres coches fueron enviados expresamente para la carrera, en la que Porsche consiguió el doblete, que incluía como ganador a René Metge y a Jackie Ickx, en segunda posición, este último ya campeón en 1984 con el Porsche 911 SC 4x4.
Por aquellas fechas el Porsche 959 era considerado el superdeportivo más avanzado tecnológicamente a su época. Era capaz de alcanzar entre los 315 y 336 km/h. Casi 40 años más tarde, Porsche homenajeaba a su modelo más aventurero con el 911 Dakar del que solo se fabricaron 2.500 unidades. El seis cilindros biturbo de tres litros, con 480 CV (353 kW) y un par máximo de 570 Nm, ofrece un gran rendimiento acompañado de un contundente sonido bóxer. Con este motor, el nuevo deportivo acelera de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos; debido a los neumáticos todoterreno, la velocidad máxima está limitada a 240 km/h. Cuenta con un sistema de elevación que le permite superar obstáculos a baja velocidad y también en situaciones complicadas. Cuando la suspensión se encuentra en su posición más elevada, permite hacer todoterreno a velocidades de hasta 170 km/h.
Como hitos deportivos del 911 Dakar, ha cruzado el desierto Empty Quarter con la estrella del automovilismo Amna Al Qubaisi como piloto. El 911 Dakar también retó en competición a la leyenda del esquí Aksel Lund Svindal, dos veces medallista olímpico, tanto en su medio natural, la nieve, como a descender por las dunas del desierto marroquí con sus esquís de alto rendimiento también diseñados por Porsche en colaboración con Head.
Tal es lo icónico de este modelo y la importancia de su historia, que pocos meses después de su lanzamiento se restauró el coche original, el 959 París-Dakar con el que Jacky Ickx compitió en 1986.
Porsche mantiene la tradición de llevar toda la potencia de la competición fuera del circuito, a sus clientes, a la carretera. Pero cuando el espíritu aventurero de estos se encuentra también fuera de la carretera, nacen maravillas de la ingeniería y de la aventura como el Porsche Cayenne S Transsyberia.
Todo comenzó en 2006 con la tercera edición del Rallye Transsyberia y un doblete de dos Cayenne S. El ingeniero de Porsche Jürgen Kern y su copiloto ruso, así como otro equipo privado germano-español, fueron los primeros de 28 equipos tras una dura prueba de más de 10.000 kilómetros desde Berlín, pasando por Moscú, Novosibirsk, Mongolia, Irkutsk y el lago Baikal. Para esa competición Kern, que había trabajado en el desarrollo del primer Cayenne, y sus colegas realizaron pequeños ajustes en las dos unidades de serie. Tenían opciones de fábrica, como la suspensión neumática y un conjunto de elementos que incluía estabilizadoras y diferencial con bloqueo. Añadieron unos robustos neumáticos todoterreno, un revestimiento completo de los bajos, un filtro de aire tipo snorkel con la toma al nivel del techo, un cabrestante y cuatro faros auxiliares.
La eficacia de ambos Cayenne hizo que Porsche ampliara su programa de competición para clientes e incluyó una serie limitada exclusiva de 26 unidades Cayenne S Transsyberia. Este nuevo modelo se desarrolló a partir del Cayenne S y se optimizó específicamente para la participación en rallyes de larga distancia.
El Cayenne de rallye se benefició de la primera actualización del modelo de base. El motor atmosférico de 4.8 litros, sin cambios para la competición, tenía ahora 385 CV (283 kW) en lugar de 340 CV (250 kW), y el par máximo había aumentado de 420 a 500 Nm. Además, se implementó en el chasis el Porsche Dynamic Chassis Control (PDCC). Esta tecnología antibalanceo facilitaba que el gran SUV tomara las curvas con mayor seguridad y agarre en carretera y también aumentaba la capacidad para transitar sobre terreno agreste. El Cayenne volvió a triunfar en el Rallye Transsyberia 2007 y tres Porsche coparon el podio. En total, los Cayenne ocuparon 7 de los 10 primeros puestos.
En 2009, Porsche conmemoró el éxito del Cayenne S Transsyberia con una edición especial homologada para carretera de la que solo se fabricaron 285 unidades. Contaba con el motor atmosférico del Cayenne GTS de 2007 que alcanzaba 405 CV (298 kW). La edición especial Transsyberia aceleraba de 0 a 100 km/h en menos de 6,1 segundos, medio segundo más rápido que el Cayenne S normal. Para esta edición limitada se implementó de serie la suspensión neumática, junto con el Porsche Active Suspension Management (PASM), lo que le proporcionaba una altura libre al suelo de 271 milímetros en el nivel High Level II, pero solo hasta una velocidad de 60 km/h.
En ocasiones, el espíritu aventurero de porschista se entremezcla con otras pasiones, ya que ambas comparten diferentes valores como la deportividad, la atemporalidad y la adrenalina. Es el caso del surf y Porsche, que mantienen una larga historia en común con diferentes hitos e iconos, uno de ellos es el Porsche 928 bautizado por sus propietarios como Surfari.
Se trata de un insólito proyecto ideado y llevado a cabo por una apasionada comunidad de surfistas polacos que comenzó con las pasiones por el surf y Porsche compartidas entre un padre y su hijo. La idea era crear un Porsche capaz de salir de la carretera, que también fuera el perfecto vehículo de playa y taxi surfero para transportar hasta ahí a sus ocupantes en cuanto se divisaran las grandes olas, ya que necesitaban ofrecer este transporte a la comunidad que crearon entorno a su negocio de deportes acuáticos y camping en la península de Hel, en la costa báltica de Polonia. Así es como Tadeusz Elwart, gerente del camping Chałupy 6 y creador del festival Hel Riders, dio vida al Surfari.
El 928 es un buen punto de partida, con su clásico motor V8 Porsche. Tuvieron que ajustar la caja de cambios, el diferencial y la suspensión para convertir el 928 en un buggy de playa. Fue cuando apareció Tomasz Staniszewski, un experto ingeniero y piloto de rallyes que acababa de terminar el Dakar Classic en su Porsche 924 de preparación propia.
El Surfari se fabricó con talentos locales, el diseño es obra de Lange & Lange. Estos hermanos gemelos forman parte del mundillo de Chałupy 6 desde hace décadas. Son los responsables del aspecto del coche, desde el concepto general hasta pequeños detalles como las rayas, la baca, la mochila de surf e incluso un casco Porsche Design vintage.
Demostraban así que una pasión compartida es capaz de hacer realidad los sueños más extremos y, apoyar estos sueños extremos, es parte de la esencia de Porsche y una de sus tradiciones más arraigadas.