Compartir 
Porsche FLA
historia
Porsche Classic

Porsche FLA: Un prototipo a prueba de Apocalipsis

A primera vista parece un coche post-apocalíptico, pero no. No se trata del tipo de vehículo que conduciría Tom Hardy en la película Mad Max: Road Fury. Estamos hablando del Porsche FLA (Forschungsprojekt-Langzeit-Auto), que traducido al castellano es Proyecto de Investigación de Automóviles a Largo Plazo, un vehículo prototipo diseñado para aguantar y ser eficiente en el tiempo, tal y como su nombre indica.

En una década (70’s) en la que se coincide con las crisis del petróleo, comienzan a surgir entre la población mundial los ideales ecologistas. Estos ideales chocan con las grandes empresas multinacionales, entre las que se encuentran los fabricantes de automóviles, que deciden tomar cartas en el asunto.

La idea de diseñar este vehículo, surge en la casa Porsche tras la investigación conducida por el “Club de Roma” y realizada por el MIT (Massachussets Institute of Technology) en 1972, llamada “Los límites del crecimiento”, en el que se mostraban datos y resultados de simulaciones por ordenador del modelo World3, que analizaba cinco subsistemas con gran cantidad de variables: población, recursos no renovables, producción industrial, producción agroalimentaria y la contaminación. En la mayoría de las simulaciones, el resultado obtenido era un crecimiento excesivo en la población ligado a una sobreexplotación de los recursos y su continuo agotamiento. Por lo tanto, en la materia que les envuelve, los automóviles, se volverían obsoletos en el siglo XXI debido a la falta de materias primas tanto para construirlos como para alimentarlos. Parecía que el apocalipsis estaba llegando.

Por lo tanto, en 1973, Porsche dedica gran parte de su presupuesto de investigación para el prototipo FLA, con el que pretendían fabricar y construir un coche que durase al menos 20 años en funcionamiento, aún se encontrase en el peor de los entornos. Todo ello, supone la creación de un coche eficiente y duradero, pero tremendamente costoso, en el que se prueban materiales y técnicas de construcción para conseguir una longevidad excepcional.

 

 

El Porsche FLA es un vehículo del tipo compacto, con similitudes a lo que podría ser un coche japonés, poco vistoso en cuanto a la aerodinámica, que no se acerca para nada al tipo de coche que solía fabricar Porsche. Pero era eso precisamente lo que quería Porsche al fabricar el FLA, dejar de lado la estética y las altas prestaciones, para centrarse en problemas reales como podían ser la eficiencia energética o la durabilidad.

Para conseguir esto, el Porsche FLA se equipó con un motor de cuatro cilindros en línea de 2,5 litros, que conseguía mover 75 CV, una potencia verdaderamente baja si comparamos con otros modelos de Porsche, pero que realmente buscaba el ahorro de combustible y el llegar a un kilometraje bastante elevado para el momento, unos 300.000 km aproximadamente. Además, los filtros que se incorporaron al vehículo eran de alto rendimiento, tanto el de gasolina como el de aire.

En realidad, en este prototipo FLA se abordaron detalles que permitieran conseguir una larga vida para el vehículo, entre los que se encontraba el cableado, realizado en plata y en aluminio, por su mejor reciclado frente al cobre.

Los ingenieros de Porsche, consideraron que una caja de cambios manual, desgastaría aún más la transmisión, por lo que desarrollaron una automática de tres velocidades para conseguir el mínimo desgaste posible, que combinaron con grandes depósitos para el aceite, lo que permitía cubir grandes distancias sin necesidad de cambiarlo.

 

 

En cuanto al chasis, Porsche fabricó uno específico de acero, cromado y niquelado, muy resistente a los agentes corrosivos, cuya carrocería, que nunca llegó a envolver el vehículo, estaba pensada para ser fabricada con paneles de aluminio, mucho más ligeros y fáciles de reciclar que otros compuestos.

Finalmente, y como era de esperar, el prototipo de Porsche FLA se presentó en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 1973, pero nunca llegó a fabricarse en serie, debido a su desorbitado coste, pero fue realmente un terreno de pruebas en el que se utilizaron piezas y materiales, que posteriormente veríamos en otros vehículos.

De hecho, Porsche comenzó a utilizar el chasis de acero en la fabricación del 911, así como el galvanizado de ciertos elementos en futuros modelos. Hoy en día, el Porsche FLA o Proyecto 1989 se considera una valiosa pieza de museo.