Porsche y el Arte: el lujo de emocionar
Porsche y el arte llevan fusionándose y conviviendo desde el nacimiento de nuestra marca. La conjunción de innovación, diseño y emoción hace que ambos conceptos, el arte disruptor y la esencia Porsche, se atraigan mutuamente.
Porsche y el arte tienen una importante característica común: emocionar a aquel que los disfruta. Además, de otros valores como la innovación, la disrupción o la pasión, al igual que el artista Porsche trae sueños al mundo real.
Además de ser obras maestras de la ingeniería basadas en la búsqueda constante de la innovación y superación, los deportivos Porsche han sido en diferentes ocasiones transformados en piezas de arte propiamente dichas, en art cars. Pero la relación entre Porsche y arte también ha ido más allá de nuestros vehículos en diferentes ocasiones, siendo la pasión por Porsche la fuente de inspiración de diferentes artistas. Incluso, como Porsche Ibérica ha organizado en varias ocasiones, hemos sido proveedores de la experiencia artística como el pasado mes de marzo cuando el Centro de Experiencias Porsche Madrid Norte acogió la exposición “No Generation”.
Algunos de los artistas plásticos y gráficos más influyentes de nuestro país han confesado con su obra su pasión por Porsche y en Porsche Ibérica le hemos apoyado dándoles voz.
El Porsche 928 de Okuda San Miguel
Los coches elevados a la categoría de obras de arte son comunes en la historia de Porsche. Creadores de distintas épocas y muy diversas escuelas han utilizado los deportivos de Stuttgart como base para sus particulares visiones. Uno de ellos fue Okuda San Miguel, que en 2023 plasmaba su personal e inconfundible estética en un Porsche 928.
Óscar San Miguel Erice, más conocido como Okuda, se caracteriza por haber creado un lenguaje iconográfico muy personal, con origen en el arte urbano y catalogado como surrealismo pop. El inconfundible estilo de Okuda San Miguel ha traspasado fronteras. En todos sus años de carrera artística ha conseguido generar un mundo propio en el cual todo está lleno armonías geométricas con colores intensos y vivos capaces de crear una seña de identidad. A día de hoy, es uno de los artistas contemporáneos más valorados del mundo y sus intervenciones se pueden encontrar en las mayores ciudades del planeta. Su manera de ver el mundo ha llevado al artista a encontrarse con Porsche, con la cual comparte una máxima: Pasión por cumplir sueños.
Ahora Okuda San Miguel y Porsche se funden en una colaboración exclusiva, creando un universo paralelo entre lo tradicional y lo futurista. Una colaboración en la que se demuestra cómo el arte es capaz de cambiar la perspectiva de las cosas. Como atravesar los conceptos preestablecidos y transformarlos en una visión de un sueño de miles de fans de la marca de todo el mundo.
Su labor sobre el 928 fue un trabajo minucioso y detallado. Además de plasmar sus ideas en el exterior de la carrocería, con su equipo desmontó el interior para dar a cada superficie el tratamiento que buscaba y conseguir que al entrar en el coche te sientas parte de una obra de arte. Si por fuera resulta impresionante y extrañamente cautivador, por dentro ha construido una singular atmósfera de formas y colores única en el territorio de los art cars.
José María de Huarte, pasión por la pintura y Porsche
El pintor José María de Huarte Solchaga consiguió que sus dos grandes aficiones, la pintura y Porsche, se convirtieran en mucho más que un trabajo vocacional, para hacer de ello casi un estilo de vida.
Porsche es una constante en sus obras y los cuadros que guarda y no ha vendido son los que más le gustan, la mayoría protagonizados por modelos Porsche. Los cuadros de José María de Huarte tienen grandes dimensiones, miden 1,94 x 1,40 metros, esto le permite recrearse en los detalles y deslumbrar con su técnica de fotorrealismo minimalista. Los vehículos se muestran con absoluta precisión, como si fueran fotografías, plasmando hasta el más mínimo reflejo sobre sus carrocerías.
Su pasión por Porsche comenzó de niño cuando, de vacaciones en Francia con su familia, vio y oyó por primera vez un 930. A finales de la década de 1990, tras vender algunos de sus cuadros y realizar encargos de obras en las que los automóviles eran los protagonistas, decidió trabajar en lo único que realmente le gusta, pintar coches.
Los encargos le llegan de todas partes, Francia, Italia, y sobre todo son pedidos con un fuerte componente sentimental, como una reproducción de un 964 que le pidieron como regalo de los hijos a su padre.
Buena parte de su obra gira en torno a sus deportivos favoritos, aquellos que quedaron grabados en su memoria de las vacaciones en Francia. Uno de los Porsche que más ha disfrutado pintando fue un 930 Targa negro que ahora está en Madrid. Y aunque sin ninguna duda su favorito es el 930, el 911 de 1963 y el 928 también le entusiasman. Por eso cuando se pone a pintar algo que no es un encargo siempre es un Porsche.
Además, está pasión por Porsche también la lleva a la vida real al volante de su Taycan.
Manu Campa y sus 911 razones para obsesionarse
El pintor madrileño Manu Campa reconoce al 911 como una de sus grandes obsesiones.
Aunque Manu Campa empezó su carrera profesional pintando retratos pronto se cansó de ellos. Tras esto, se lanzó a otra de sus pasiones: las bicicletas clásicas. Estuvo pintando bicis en diferentes formatos durante tres años hasta que se compró un VW Escarabajo de 1953 y cuando dio el salto al mundo del automóvil. Aunque el punto de inflexión real lo tuvo cuando en 2015 una web extranjera muy famosa dentro del mundo del motor le hizo un reportaje que catapultó su fama se hizo muy conocido en la escena del automovilismo en general y en la cultura aircooled americana en particular.
El madrileño es un apasionado de los clásicos y confiesa que el coche que más me llama la atención es el Porsche 911 de primera serie, ya que la curva que define su perfil es icónica y disfruta pintándolo. En sus propias palabras: “la carrocería prácticamente se dibuja con una sola línea, aunque no es fácil dar con ella.”
Una de las particularidades de la obra de Campa, en cuanto a Porsche se refiere, es su capacidad para lograr la tonalidad exacta de los colores de la gama original de Porsche.