Ferdinand, Ferry y los hermanos Butzi y Wolfgang. Son la leyenda y el legado de...
Wolfgang Porsche, el hombre que une pasado y futuro
Ferdinand Porsche construyó un refugio para su familia en la propiedad austriaca que adquirió en el año 1941. Nacido en Stuttgart, el hijo menor de Dorothea y Ferry Porsche tenía apenas dos años cuando la leyenda Porsche comenzó a forjarse en ese lugar.
El 10 de mayo de 1943 nació Wolfgang Porsche, nieto de Ferdinand Porsche, y desde su infancia los coches ocuparon un lugar privilegiado, tanto en él como en sus tres hermanos. Cientos de recuerdos le vinculan desde niño al automovilismo. Recuerdos que van desde escuchar a su hermano Ferdinand Alexander y su padre Ferry discutir sobre cómo debía ser el sucesor del 356, a vivir carreras en las que Porsche se hizo grande, como Le Mans.
Los recuerdos nos dejan imágenes ahora históricas, como esta con el gesto de un Wolfgang adolescente de trece años tumbado en boxes. Junto a él, su padre con una gorra a cuadros y el en aquel momento director de la fábrica de Porsche, Hans Klauser. Todos cronómetro en mano, viendo la que años después, se convertiría en la obsesión de Wolfgang, Le Mans.
En esa primera carrera que Wolfgang Porsche vivió aún con ojos de niño, el 550 A Spyder transformado en un coupé quedaba en quinta posición en manos de Graf Berghe von Trips y Richard von Frankenberg. Y en ese momento comenzó su pasión.
Tras graduarse en 1965 en la escuela secundaria Odenwaldschule de Hessen, comenzó sus estudios en la Universidad de Economía de Viena, donde se tituló en Administración de Empresas. Aún hoy recuerda su camino a la universidad en un Escarabajo Volkswagen con un motor Porsche de 95 CV y un volante Nardi, que sustituyó al que fue su primer 356.
En 1973, mientras Porsche fabricaba la versión CanAm del 917, el que fue su primer coche con 1.000 cv, Wolfgang Porsche se doctoró en Ciencias Comerciales y comenzó su andadura laboral.
Como Socio Director de JAMOTO, se convirtió en importador general de motos Yamaha para Austria y Hungría en su primer proyecto empresarial, en el que se mantuvo 27 años. En 1976 comenzó a trabajar en Daimler-Benz AG, en Stuttgart, como Gerente de Ventas, para conseguir más experiencia.
No fue hasta 1978 cuando fue elegido para el Consejo de Supervisión de Porsche AG, por deseo de su padre Ferry Porsche, un año después de que el moderno Porsche 928 fuera elegido automóvil del año por los periodistas internacionales. Cuando entró a formar parte del consejo, no solo su corazón estuvo vinculado a Porsche, también su experiencia como empresario y su pasión por los automóviles. Desde ese momento y durante más de cuarenta años, ha estado presente en la toma de decisiones más importantes de la marca.
Cuando el 27 de marzo de 1998 Ferry Porsche falleció en Zell am See, el gesto de nombrar a Wolfgang Porsche portavoz de la familia, siendo el más joven de la tercera generación Porsche, fue una señal de cambio y futuro. La revolución de la marca ya era un hecho.
Uno de los detalles que marcaron esta revolución fue la decisión de sustituir el refrigerado por aire que Ferry Porsche había tomado de Volkswagen en su momento, y que se utilizó por última vez en marzo de 1998, por una refrigeración por agua. Este cambio sentó las bases de un automóvil aún más moderno, y Wolfgang Porsche estuvo ahí.
También estuvo cuando Porsche decidió reescribir su propia historia fabricando su primer SUV, el Cayenne. Todas las grandes decisiones de los últimos cuarenta años han pasado por sus ojos, y desde que se convirtió en Presidente del Consejo de Supervisión de Porsche AG en 2007, también por su aprobación.
Wolfgang Porsche no solo forma parte de Porsche, también es miembro del Consejo de Supervisión de Volkswagen AG desde el 24 de abril de 2008, y del Consejo de Supervisión de Audi AG desde el 10 de mayo de 2012. Toda una vida vinculada al mundo del motor que se refleja en su amplia colección de vehículos, en la que podemos encontrar desde un tractor Porsche a un Austro Daimler «Bergmeister».
Aunque lo que realmente le apasiona es la adrenalina de Le Mans. Desde aquella primera carrera que vivió con 13 años, las 24 horas de Le Mans han sido su mayor pasión. En las victorias generales de 2015, 2016 y 2017 Wolfgang Porsche permaneció en los boxes, conectado por radio a todo el equipo y viviendo la historia de un marca que comenzó con su abuelo.
Tres generaciones que han vivido victorias, han aprendido de sus derrotas y han demostrado que el éxito es fruto de la pasión y el trabajo a partes iguales.