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Cuando innovar también es volver al origen

En Porsche nada termina. Los materiales, la energía y las ideas vuelven a empezar en un ciclo continuo donde la innovación se convierte en sostenibilidad y cada recurso encuentra una nueva vida.

En Porsche, la innovación tiene una visión de 360º y sigue una filosofía circular en la que se mira, no solo hacia delante, sino hacia todo lo que puede volver a empezar. Una batería agotada, una pieza desgastada o un plástico destinado al olvido pueden transformarse en materia prima para un nuevo deportivo. Es lo que llamamos economía circular. O lo que es lo mismo, un sistema en el que cada recurso se conserva, se reutiliza y se integra de nuevo en el proceso productivo con el mismo nivel de exigencia que define a Porsche.

 

Baterías que vuelven a empezar

En el corazón de la movilidad eléctrica se encuentran las baterías de alto voltaje, compuestas por materiales tan valiosos como el litio, el níquel, el cobalto o el manganeso. Porsche ha iniciado un proyecto piloto para recuperar esos metales cuando la batería llega al final de su vida útil. El proceso comienza triturando las celdas usadas hasta convertirlas en una mezcla denominada black mass. A partir de esa masa negra, se separan los distintos elementos y se refinan hasta alcanzar la pureza necesaria para fabricar baterías nuevas.

Hasta ahora, el proyecto ha permitido obtener unas 65 toneladas de esta black mass, que se está procesando para comprobar la calidad de los materiales reciclados. El objetivo final es fabricar celdas de batería con un porcentaje definido de materiales recuperados y probar su uso en futuros modelos Porsche. Con este enfoque, Porsche reduce la dependencia de los mercados de materias primas y avanza hacia un ciclo cerrado, en el que la energía que un día impulsó un coche vuelva a hacerlo de nuevo.

 

Piezas que renacen

La economía circular también tiene que ver con prolongar la vida útil de cada componente. En el centro de recambios de Porsche en Sachsenheim, Alemania, se ha puesto en marcha un proyecto que convierte piezas defectuosas en componentes completamente funcionales. Este proceso, conocido como remanufacturing, permite reparar, limpiar y comprobar cada pieza para devolverla a su estado original, cumpliendo los mismos estándares de seguridad y calidad que un componente nuevo.

Unas 20 familias de piezas ya se están reacondicionando. Desde cajas de cambio hasta alternadores o sistemas de navegación. Los componentes que aún pueden utilizarse se mantienen; los que no, se sustituyen. Tras su reconstrucción, cada pieza se somete a pruebas idénticas a las de un recambio nuevo antes de volver al catálogo oficial de Porsche.

Este proceso reduce el impacto ambiental y también asegura la disponibilidad de piezas para los Porsche clásicos y actuales. Los estudios internos muestran que la remanufactura puede reducir las emisiones hasta en un 50% respecto a la producción de una pieza nueva y ahorrar hasta un 80% de materiales. En los próximos años, Porsche quiere integrar este enfoque directamente en el desarrollo de sus modelos, de modo que las piezas estén pensadas para poder ser reutilizadas desde su diseño inicial.

 

Convertir residuos en futuro

Cuando un vehículo alcanza el final de su vida útil, quedan toneladas de materiales imposibles de reciclar mediante métodos convencionales como plásticos, espumas, barnices y pinturas. Ese conjunto, conocido como automotive shredder residue, solía destinarse a la incineración. Pero Porsche, en colaboración con BASF y BEST Bioenergy and Sustainable Technologies, ha demostrado que dichos residuos también pueden tener una segunda vida.

Mediante un proceso de reciclaje químico basado en la gasificación, esta mezcla se convierte en un gas sintético que puede emplearse como materia prima para producir plásticos nuevos. En el proyecto piloto, se sustituyeron por completo los insumos fósiles por materiales de origen biológico, como virutas de madera, junto con los residuos de automóviles. El resultado fue un plástico de nueva generación utilizado para fabricar volantes, con un nivel de calidad equivalente al de un material virgen.

Este sistema, además, funciona bajo el principio de mass balance. Según este, los nuevos materiales circulares se mezclan con los convencionales, pero su proporción se certifica por auditores independientes bajo estándares internacionales como ISCC PLUS o REDcert².

 

Con esta tecnología, Porsche explora una nueva vía para aprovechar materiales que antes se perdían y avanzar hacia una cadena de valor donde nada se desperdicie.

El reciclaje de baterías, la remanufactura de componentes y la conversión de residuos en nuevos plásticos son tres ejemplos de un mismo principio: hacer que la calidad y la sostenibilidad sean compatibles, sin comprometer la emoción que define a cada Porsche.