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Doble E: el futuro y pasado de la automoción unidos por Porsche

El futuro es 100% eléctrico y 100% Porsche. No obstante, el proceso para llegar a este futuro también será de Porsche gracias a sus E-Fuels.

Porsche nunca se ha caracterizado por ser un mero observador. A lo largo de su historia ha sido motor de cambio, y en esta última etapa centrada en la sostenibilidad y electromovilidad, más. No es suficiente con subirse al movimiento de los eléctricos. Es necesario apostar por la sostenibilidad para cada uno de los coches que ya existen, y ahí es donde entra en juego el término “Doble E”: Electrificación y E-fuels para cambiar el mundo.

La “Doble E” de Porsche podría resumirse en una frase: “Un enfoque integral para la protección del clima”. Es el proyecto más ambicioso en cuanto a sostenibilidad de Porsche y es la unión de dos conceptos que irremediablemente van de la mano, el pasado y el futuro. 

La electrificación de la marca es el futuro. Los E-fuels, la herramienta para conservar el pasado pero haciéndolo más adecuado para los nuevos tiempos.

Hace unos años no existía apenas coches eléctricos ni instalaciones de carga en carretera. Ahora, el futuro se presenta 100% eléctrico no solo con la fabricación de nuevos vehículos, sino con el esfuerzo que Porsche está haciendo tanto en el desarrollo de tecnología como en la instalación de electrolineras, que en la península ibérica, por ejemplo, ya ha alcanzado las 75 ubicaciones de carga ultrarrápida. Y es que si pensamos en las previsiones que dice que la mitad de todos los Porsche nuevos serán eléctricos en 2025, y el 80% en 2030, no es extraño que se centren esfuerzos en la “Doble E”.

Pero además de la electrificación de la marca, Porsche mira al pasado y es más que consciente de que con más de 1.300 millones de automóviles con motores de combustión circulando en el mundo, es irreal pensar en cambiar todos a eléctricos. Si queremos preservar el planeta, podemos adaptarlos y alcanzar la descarbonización. ¿Cómo? La idea es dar una nueva vida a esos motores de combustión que ya circulan por el mundo para que su uso sea lo menos contaminante posible utilizando combustibles sintéticos que sustituirán a los combustibles actuales.

De esta manera, cualquier coche clásico, ya sea un 924, un 911 Carrera GTS, un Cayenne de primera generación  o el maravilloso 356, podrán conducirse sin miedo y reduciendo la contaminación que emiten gracias a este tipo de combustibles cuyas propiedades fundamentales son similares a las de los combustibles de origen fósil pero siendo casi neutros en carbono y procediendo de fuentes de energía renovables.

Se busca reducir las emisiones de carbono en el sector del transporte, así que este tipo de combustibles no solo podrán usarse en los vehículos con motor de combustión, también en aviación, transporte marítimo e incluso en la industria química, reduciendo al mínimo la emisión de gases de efecto invernadero. 

Porsche ha apostado por los llamados E-fuels no solo proponiendo su uso, sino metiéndose de lleno tanto en la investigación en este campo como en el desarrollo del mismo. Su apuesta es que la producción de los E-fuels sean tan parte de la Doble E como lo es la fabricación del primer Macan 100% eléctrico, y es algo que ya puede verse en la planta Haru Oni, donde la gasolina sintética se fabrica a partir de CO2 e hidrógeno y usando energía eólica.

Se produce con un aerogenerador cuyo rotor gira a gran velocidad. En la base se encuentra una turbina rodeada por un sistema de electrólisis de última generación que separa el hidrógeno del agua. Cuando se combina con el CO₂, este hidrógeno renovable se utiliza para producir metanol sintético y gasolina.

Combinar sostenibilidad con prestaciones siempre ha sido una prioridad para Porsche, y con la Doble E no quiere dejar fuera a nadie. Y si hablamos de la conservación del planeta y de la preservación del clima, hay que trabajar tanto en el futuro con la electrificación de la automoción como en el pasado transformando el consumo de combustibles a los sintéticos.

Tal es la implicación en ambos ámbitos que en la Porsche Mobil 1 Supercup utilizó este tipo de combustibles demostrando que son tan eficaces en un Porsche como los combustibles fósiles, al igual que la Fórmula-E es la demostración de que los coches eléctricos son aún más eficaces y rápidos en competición que los de combustión.

No hay que esperar para cambiar las cosas. El filósofo estadounidense Eric Hoffer afirmaba que “solíamos pensar que las revoluciones eran la musa del cambio. En realidad es al revés: el cambio prepara el camino para la revolución”. Y la electrificación de Porsche es la mayor revolución que se ha vivido en los 75 años de historia de la marca.