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Electromovilidad
Fórmula E

El inicio de una nueva era en la Fórmula E

Porsche se prepara para afrontar su cuarta temporada en la Fórmula E, la novena del campeonato desde que diera el pistoletazo de salida a finales de 2014. Lo interesante de este año es que se vuelven a barajar las cartas, casi como si de un nuevo punto de inicio se tratara. Llegan nuevos fabricantes, nuevos pilotos y, sobre todo, nuevos coches. A partir de enero de 2023 las carreras serán más emocionantes para el espectador y la atención sobre la Fórmula E crecerá de forma exponencial.

Coincidiendo con el inicio de temporada, el monoplaza denominado Gen3 saldrá a la pista a mejorar los tiempos de sus antecesores. Se trata de la tercera generación del coche eléctrico de competición más rápido, liviano, potente y eficiente que existe en este momento. Algunos de los elementos que integra son comunes a todos los fabricantes, por petición expresa de la FIA; otros, en cambio, son propios de cada escudería para así poder aportar un toque distintivo y de competitividad. 

En el caso de Porsche, su 99X Electric Gen3 se ha desarrollado en el Centro de Weissach, donde los ingenieros de la marca han fabricado el motor eléctrico trasero, la suspensión, toda la estructura posterior y el complejo sistema de software. En Weissach se utilizan tecnologías y materiales de vanguardia y, en este caso, se ha jugado con la ligereza para mejorar la eficiencia del coche. Bien es sabido en el mundo de la competición que el ahorro de peso puede ser un argumento definitivo a la hora de alcanzar el éxito, por encima de otros como el aumento de potencia. En cualquier caso, el nuevo monoplaza eléctrico también ha ganado kilovatios en su sistema de propulsión para conseguir aceleraciones más fulgurantes y una velocidad máxima superior.

Gran evolución frente a la generación anterior

Las mejoras introducidas en la tercera generación son muchas y van encaminadas, sobre todo, a hacer que el coche sea más ágil y eficiente. Al poner en relación la tercera generación frente a su predecesora (Gen2), lo primero que salta a la vista es un cambio en las dimensiones exteriores. El nuevo vehículo es más corto, y también pierde altura y gana anchura. Igualmente, la distancia entre ejes se ha reducido notablemente, como también lo ha hecho el peso, que ha quedado fijado 850 kilogramos.

Los pilotos y la afición disfrutarán con el aumento de potencia del sistema de propulsión, que ahora alcanza 408 CV (300 kW) en carrera y 476 CV (350 kW) tanto en las sesiones de calificación como en el denominado Modo Ataque, que se utiliza en momentos puntuales para ganar impulso frente a los rivales en determinadas zonas de los circuitos. Pero el gran avance en este apartado es la llegada de un segundo motor/generador delantero que, junto con el trasero, consigue que la capacidad de regeneración se sitúe ahora en 600 kW. Es más del doble de la potencia que conseguía la generación anterior de monoplazas de Fórmula E y quiere decir que más del 40 % de la energía empleada proviene de la frenada regenerativa. Por último, un sistema de carga ultrarrápida con una potencia de 600 kW permitirá conseguir energía adicional durante las carreras en un espacio de tiempo muy breve. Esto acerca cada vez más la Fórmula E a la idea de otras competiciones como la Fórmula 1, porque permitirá en un futuro hacer paradas en tiempos razonables (unos 30 segundos) para alimentar la batería y seguir rodando en pista. 

Objetivo: eliminar toda huella ecológica

La sostenibilidad está en el punto de mira de un campeonato que, cada año, se esfuerza por ser más respetuoso con el medio ambiente. En este sentido, el Porsche 99X Electric Gen3 incorpora celdas de batería hechas, en parte, con minerales obtenidos de forma sostenible. Además, al final de la temporada, las baterías se reutilizan o se reciclan. Del mismo modo, la fibra de carbono presente en los monoplazas de la generación anterior se ha reciclado para fabricar los nuevos Gen3. Algo parecido sucede con los neumáticos, que están hechos, en parte, a base de materiales reciclados y cuyos componentes se preparan para recibir una nueva vida tras cada carrera. 

En la Fórmula E los componentes críticos ni se malgastan ni se desaprovechan. Pero la idea global va mucho más allá en materia ecológica. Bajo la obligación de ser un campeonato de emisiones neutras de CO2, se estudian de manera continua todas las medidas que pueden ayudar a reducir el impacto ambiental en las fases de desarrollo y durante la celebración de las carreras. Finalmente, las emisiones que resultan inevitables se terminan compensando con acciones concretas. 

De la misma manera que Porsche pide a sus proveedores de componentes para los vehículos de serie que sean sostenibles, los proveedores de sus coches de Fórmula E también deben serlo. A las empresas que fabriquen para Porsche se les exige que cumplan con los estándares internacionales ISO para que la huella ecológica de la producción pueda reducirse durante el proceso de fabricación en la medida de lo posible.

El Porsche 99X Gen3 ya calienta sus motores eléctricos antes de salir a marcar los mejores tiempos en los circuitos de todo el mundo. Esta semana completa en Valencia los últimos tests oficiales, que servirán para acumular toda la experiencia posible de cara al inicio de la próxima temporada, que tendrá lugar el 14 de enero de 2023 en México. Este año se suma al equipo el piloto António Félix da Costa, que aportará su gran experiencia dado que ha estado involucrado en la Fórmula E desde sus inicios en 2014. Su compañero en el equipo TAG Heuer Porsche será el también experimentado Pascal Wehrlein.