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Entre lagos, montañas y voltios: Porsche en Eslovenia

La carretera se convierte en un diálogo entre paisaje y tecnología. El Macan traduce la energía en movimiento y demuestra que la emoción Porsche se vive también en silencio.

Eslovenia es un territorio que parece creado para hacer rutas por carretera. Lagos cristalinos, valles ocultos y pasos de montaña que serpentean entre el verde y la piedra. En este escenario, los deportivos eléctricos de Porsche reinterpretan la idea de viaje, con precisión y serenidad se funden con la naturaleza, la tecnología se hace invisible y la energía se convierte en emoción pura. Cada ascenso por el Vršič Pass o cada atardecer sobre el lago Bohinj son la prueba de que la conducción eléctrica también puede ser poesía en movimiento.

El protagonista de esta experiencia es el Macan, el SUV 100% eléctrico que marca una nueva etapa en la historia de Porsche. Basado en la plataforma Premium Platform Electric (PPE), combina precisión, autonomía y equilibrio con la esencia deportiva de Zuffenhausen. Su arquitectura de 800 voltios permite cargas ultrarrápidas, del 10% al 80% en apenas 22 minutos, y un comportamiento dinámico que traduce la energía eléctrica en emoción pura.

El Macan 4 Electric, con 408CV, ofrece una respuesta ágil y constante en cualquier terreno, mientras que el Macan Turbo Electric eleva las prestaciones hasta 639CV y 1.130 Nm de par, alcanzando los 100 km/h en 3,3 segundos. Ambos superan los 500km de autonomía WLTP y comparten un coeficiente aerodinámico de sólo 0,25, uno de los mejores de su categoría.

A ellos se une el Macan GTS, la nueva interpretación del carácter más deportivo dentro de la familia eléctrica. Su sistema de dos motores entrega 509CV y 955 Nm de par, con picos de hasta 563 CV gracias a la función Overboost. Con una batería de 95 kWh, acelera de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y alcanza los 250 km/h de velocidad punta. Las tecnologías Porsche Active Suspension Management (PASM) de doble válvula, suspensión neumática adaptativa y dirección en el eje trasero garantizan una experiencia precisa, natural y controlada incluso en los escenarios más exigentes.

En cada una de sus versiones, el Macan interpreta la electromovilidad a la manera Porsche, como una sinfonía entre potencia, eficiencia y elegancia.

Eslovenia revela su carácter desde el primer kilómetro. La ruta comienza en Ljubljana, una ciudad de ritmo pausado y belleza contenida. En el corazón del casco antiguo, el Zlata Ladjica Boutique Hotel marca el punto de partida. Desde sus ventanas se ve el castillo, el río fluye lento, y el Macan espera cargado y listo para descubrir un país que parece hecho para él. El viaje arranca con la misma precisión que define a Porsche: sin esfuerzo, con intención.

Desde la capital, el recorrido se abre hacia el sur. El horizonte se tiñe de azul cuando la carretera se acerca al Adriático. En la Bahía de Piran, el aire marino y la luz mediterránea acompañan los primeros kilómetros. La primera parada es la Fonda Fish Farm, una piscifactoría sostenible que representa la esencia del viaje: equilibrio entre tecnología y naturaleza. Tras una degustación marina, la carretera se adentra en colinas onduladas rumbo a Lipica, cuna de los caballos lipizanos. El rumor eléctrico del Macan contrasta con el sonido de los cascos sobre el suelo; tradición y modernidad comparten espacio con naturalidad.

El día termina en Villa Fabiani, una finca familiar que combina historia, sostenibilidad y arquitectura. En su jardín crece el árbol frutal más antiguo del país, un símbolo de continuidad que encaja con la filosofía de Porsche. Aquí, la conversación gira en torno al vino, la artesanía y la pasión por el detalle.

La tercera jornada transcurre hacia el oeste, por Brda, la “Toscana eslovena”. Viñedos, olivares y colinas se suceden con ritmo orgánico, mientras el Macan mantiene una fluidez impecable. La tecnología de 800 voltios y la tracción total eléctrica permiten una conducción precisa, estable y serena. En el valle del Soča, el agua turquesa refleja el cielo, y cada curva se siente como un trazo medido al milímetro. Al final del día, el Hotel Bohinj recibe a los viajeros con el sonido del viento entre las montañas y el reflejo del lago.

En la cuarta jornada, el viaje alcanza su punto más intenso: el ascenso al paso de Vršič, el más alto del país, con más de cincuenta curvas encadenadas. Es el terreno natural para el Macan, que combina el agarre de su tracción total con la ligereza de su chasis activo. En la cima, el aire es puro, y la vista abarca todo el Parque Nacional del Triglav. Después, el trayecto continúa hasta Kobarid, donde la chef Ana Roš abre las puertas de su restaurante Hiša Franko. Tres estrellas Michelin, una visión personal del territorio y una cocina que traduce el paisaje en sabor.

De regreso a Bohinj, la velada continúa con una cata de ginebras y un showcooking local. La energía del día se disuelve entre aromas y conversación. Al día siguiente, el itinerario conduce al Lago Bled, el más icónico de Eslovenia, con su isla y su torre reflejadas sobre el agua. La carretera sigue hacia el valle de Logar, donde los prados y las montañas recuerdan que este país es Europa en miniatura. Cada kilómetro combina belleza natural, precisión técnica y una serenidad que solo se alcanza al volante de un Porsche.

El regreso a Ljubljana marca el final del recorrido. Desde el funicular hasta el Castillo de Ljubljana, la ciudad se muestra distinta, más cercana. La cena de despedida en el restaurante Strelec celebra lo vivido: el viaje, la carretera, la conexión.

La Porsche Travel Experience Slovenia 2026, programada para junio, repite esta travesía entre cultura, naturaleza y emoción eléctrica. Una ruta donde el Macan demuestra que la tecnología puede tener alma y que conducir sigue siendo un arte.

En cada tramo, la carretera cuenta una historia. Eslovenia la escribe con montañas y valles. Porsche la interpreta con precisión y energía.