Los primeros pasos hacia un futuro más sostenible
Los primeros híbridos, aquellos que sentaban las bases de lo que estaba por llegar: el futuro de la electrificación.
De la segunda generación del Cayenne nacía el primer híbrido fabricado en serie de Porsche. Un primer paso en el camino a la electrificación que comenzaba con la transición de la tecnología híbrida hace más de una década y que marcaba un antes y un después para la marca.
Combinando un motor V6 de 3.0 litros y 333 CV con compresor, con un motor eléctrico de 47 CV, el Cayenne S Hybrid conseguía unos impresionantes 380 CV. Era el primer híbrido de Porsche y corría el año 2010.
La marca alemana ya podía presumir de ser pionera en este campo con la introducción de una tecnología innovadora y con su propia línea de producción en Leipzig. La flexibilidad que demostró entonces la fábrica, integrando automóviles híbridos en una línea de producción existente, confirmaba que la tecnología E-Performance iba a hacerse un hueco en Porsche.
Con un mercado cada vez más preocupado por la sostenibilidad, los vehículos que combinaban la electricidad con el motor de combustión eran el primer paso natural en un proyecto aún mayor, el de la electrificación de Porsche. Otros han seguido el camino de ese primer híbrido.
El Panamera se presentaba en 2009, pero fue en 2011 cuando veíamos por primera vez al majestuoso Panamera S Hybrid, una berlina que también salía de la misma línea de producción que el Cayenne S Hybrid y solo un año más tarde que este.
En ese momento, y a pesar de sus 380 CV de potencia combinada, el Panamera S Hybrid solo tenía un consumo de 7,1 l/100 km de gasolina. Fue el primer modelo con un sistema híbrido paralelo de la categoría de lujo, pero sin perder absolutamente nada de deportividad con sus antecesores.
Dos años más tarde, en 2013, Porsche continúa marcando el camino con el Panamera S E-Hybrid, el primer híbrido enchufable de lujo del mundo. 416 CV de potencia que abrían paso para que la segunda generación del Panamera incorporara ese rendimiento eléctrico en todas las variantes del modelo.
La gama del Porsche Cayenne seguía creciendo y en 2019, su modelo más potente ya era un híbrido enchufable. El nuevo Cayenne Turbo S E-Hybrid y el Turbo S E-Hybrid Coupé, con una potencia de 462 caballos (340 kW), un par de 700 Nm y una autonomía eléctrica de hasta 43 kilómetros, era capaz de conseguir una velocidad de hasta 135 km/h solo con el motor eléctrico.
En 2020 la gama de híbridos enchufables se ampliaba de nuevo con un sistema de propulsión completamente nuevo de 560 CV (412 kW) para el Panamera 4S E-Hybrid. Este nuevo sistema permitía una autonomía eléctrica un 30% mayor a la de los dos modelos híbridos anteriores.
Pero el Panamera seguiría creciendo y en 2022, y con el objetivo de Porsche de continuar con su estrategia E-Performance, tres modelos híbridos de la gama Panamera se ponían a la venta para que el dinamismo y la eficiencia se cierran la mano: el Panamera 4 E-Hybrid, el 4S E-Hybrid y el Turbo S E-Hybrid.
En 2020, más de 75.000 unidades híbridas habían salido de la fábrica de Leipzig, y en 2019 el 60% de los Panamera vendidos en Europa fueron híbridos, aunque en algunos países como Francia, el porcentaje era aún mayor y alcanzaba el 80%.
Con la idea de fabricar en la misma línea de producción tanto coches de combustión, como híbridos y eléctricos, Leipzig se convertía en una obra maestra que a día de hoy trabaja a pleno rendimiento para fabricar a finales de 2023 el nuevo Macan, el proyecto eléctrico más ambicioso de Porsche.
Será el primer modelo completamente eléctrico de la marca que se construya en la planta de Leipzig, y es la demostración de la implicación en la electrificación que Porsche tenía ya con esos primeros híbridos que se fabricaban hace 13 años.
A día de hoy, y con los eléctricos en plena expansión, se prevé que en 2025 el 50% de los vehículos que salgan de fábrica sean eléctricos, y el 80% en 2030. Estos primeros híbridos solo sentaban las bases de lo que estaba por llegar: el futuro de la electrificación.