Compartir 

Motorsport y sostenibilidad, la evolución natural del alma racing

Los circuitos son el punto de partida del progreso técnico de Porsche. En cada vuelta, la sostenibilidad se convierte en una herramienta de precisión que impulsa la ingeniería y mantiene intacta la emoción.

La competición ha sido siempre el lugar donde Porsche pone a prueba sus ideas. En cada vuelta, en cada trazado, se ensaya el futuro con la misma pasión con la que se construyen los deportivos de carretera. La sostenibilidad forma parte ya de ese proceso como una decisión y estrategia técnica. Desde Weissach hasta Le Mans, desde la Fórmula E hasta la Supercup, la ingeniería se enfrenta al reto de mantener la emoción con la misma intensidad y reducir el impacto con la misma precisión.

 

Competir con responsabilidad

Desde 2023, Porsche Motorsport cuenta con la certificación medioambiental de tres estrellas FIA, el reconocimiento más alto que concede la Federación Internacional de Automovilismo. Esta distinción valida los estándares de eficiencia, control de residuos y ahorro energético aplicados en Weissach y en todos los programas deportivos. En las series monomarca, como la Porsche Mobil 1 Supercup, se han implantado protocolos que regulan la logística, la gestión de materiales y el uso responsable de recursos. Se sustituyeron los envases de un solo uso, se optimizaron los traslados y se implementaron zonas de limpieza controlada para preservar el entorno de cada circuito.

 

Energía sintética, legado real

En la Supercup se utilizan combustibles sintéticos (e-fuels) desarrollados a partir de energía renovable y dióxido de carbono capturado, una tecnología en la que Porsche participa directamente a través del proyecto Haru Oni en Chile. Este combustible reduce hasta un 85% las emisiones de CO2 y mantiene el comportamiento dinámico característico de los motores de combustión. Gracias a esta innovación, el Motorsport continúa siendo un laboratorio de investigación energética donde se combina la emoción del rendimiento con la eficiencia medioambiental.

Mientras tanto, la Fórmula E representa el otro extremo de la ecuación: la competencia puramente eléctrica. El equipo oficial de Porsche ha permitido avanzar en campos como la gestión térmica de baterías, la recuperación de energía y la calibración del software de tracción mientras sumaba títulos a la casa. Esos conocimientos se aplican directamente a los deportivos eléctricos de producción como el Taycan, el Macan y el futuro Cayenne Electric, que heredan la experiencia obtenida en los monoplazas del 99X Electric.

 

Weissach, precisión y sostenibilidad

En el Centro de Desarrollo de Weissach, los bancos de pruebas, los túneles de viento y las instalaciones de simulación operan con electricidad 100% renovable. Se ha optimizado la climatización mediante inteligencia artificial, se han reducido los desechos industriales y los equipos de transporte interno son eléctricos. Los materiales empleados en chasis y carrocerías se seleccionan por su ligereza y capacidad de reciclaje, y los procesos de fabricación incorporan modelos de ciclo de vida para minimizar emisiones.

Cada nueva generación de coches de competición, desde el 963 LMDh hasta el 911 GT3 R Rennsport, se diseña con criterios de sostenibilidad sin comprometer el rendimiento. Las estructuras modulares, los componentes reutilizables y los nuevos fluidos de baja huella ambiental son ejemplos de cómo la eficiencia se integra en cada decisión de ingeniería.

 

Una cultura de paddock sostenible

Los equipos oficiales y clientes Porsche siguen pautas específicas para reducir el impacto durante los eventos. Se fomenta la logística compartida, el transporte combinado de material y el uso de proveedores locales. Las estructuras de hospitalidad son desmontables y reutilizables, y cada paddock debe quedar exactamente como se encontró. La sostenibilidad se convierte así en una forma de respeto por el entorno y por el propio espíritu de la competición.

 

De la pista a la carretera

La investigación en los circuitos sigue siendo el punto de partida de los avances que llegan a los deportivos de serie. De la Fórmula E proviene el refinamiento del software de regeneración y de la arquitectura eléctrica de 800 V, que define hoy al Taycan y al Macan. El control térmico predictivo y la gestión energética de alta eficiencia que debutarán en el Cayenne Electric nacen de los programas de resistencia, donde la temperatura y la carga se gestionan al segundo.

Del lado de la combustión, las pruebas con e-fuels y los sistemas híbridos del 911 GT3 R Hybrid y del 911 Turbo S T-Hybrid demuestran que la hibridación puede mejorar el rendimiento sin alterar el carácter mecánico del modelo. Cada curva trazada en un circuito se convierte en un dato que perfecciona la experiencia de conducción diaria.

El Motorsport sigue siendo el mejor reflejo del espíritu Porsche: un espacio donde la innovación se mide por su capacidad para emocionar y por su compromiso con el futuro. La sostenibilidad no es una meta aparte, sino parte del mismo impulso que siempre nos ha llevado a competir.