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Nuevo Porsche Macan: 100% eléctrico, 100% sostenible

Leipzig la planta de producción de Porsche donde se fabrica el Macan, ha conseguido que el segundo modelo 100% eléctrico salga de la línea de producción con una huella de carbono neutra. 

Desde 2021, la producción de Porsche en los centros de Zuffenhausen, Leipzig y Weissach es neutra en emisión de carbono. Además, ya desde 2017, Porsche solo utiliza electricidad procedente de fuentes renovables. Los centros de producción de Stuttgart-Zuffenhausen y Leipzig, por ejemplo, se abastecen de electricidad verde y biometano. Por su parte, la planta de Leipzig también obtiene calefacción centralizada a partir de biomasa.

La producción de automóviles en Sajonia, la región donde se asienta la planta de producción de Leipzig, tiene una larga tradición. Comenzó en 1904 con la fundación de la fábrica de Horch en Zwickau. En definitiva, Sajonia es la cuna de la ingeniería automovilística alemana. 

En Leipzig llevan trabajando con modelos eléctricos desde 2010, desde que empezaron a hacerlo con el primer Cayenne híbrido y en 2015 Porsche aprobó un programa de eficiencia de recursos en Leipzig. Entre las medidas implementadas con éxito se incluye el proceso de separación a base de polvo de piedra orgánica en el taller de pintura, que reduce la demanda de energía cuando se aplica la pintura hasta en un 60 por ciento en comparación con el sistema convencional a base de agua. En esta misma área, el operador de una máquina se dio cuenta de que la capacidad de la bomba se podía reducir sin comprometer la calidad en el proceso de pintura, lo que permitiría ahorrar energía y conservar los materiales. Su idea se puso en práctica de inmediato. Otro ejemplo es el moderno sistema para enfriar las pinzas de soldadura de los robots en el taller de carrocería, que utiliza el calor recuperado para reducir el consumo de electricidad. De igual modo, los residuos, la energía, los disolventes, el agua y el CO2 también se gestionan de una manera más cuidadosa. 

A día de hoy, Leipzig funciona en su totalidad con electricidad procedente de fuentes renovables, parte de la cual se produce internamente. Tres sistemas fotovoltaicos con una capacidad de alrededor de 4,6 MWp están instalados en la fábrica. Con la construcción del taller de carrocería para el nuevo Macan, este valor puede incrementarse a aproximadamente 9,4 MWp haciendo uso del espacio disponible en el techo. Al sur de las instalaciones, se ubica la planta de biomasa que sirve para hacer funcionar la calefacción de aproximadamente la mitad de las instalaciones. Gracias al uso de esta energía, ya se ahorran anualmente 90.500 toneladas de emisiones de CO2.

En definitiva, la planta y su volumen de producción han crecido significativamente, pero el consumo de energía ha aumentado muy poco. Todo ello nos posiciona cada vez más cerca de nuestro objetivo de lograr un balance neutral de CO2 en toda la cadena de valor en 2030 y demuestra y refuerza aún más nuestro claro compromiso con el medio ambiente y un futuro sostenible para todos.

Con el inicio de la producción del nuevo Macan eléctrico, la planta de Leipzig persigue su objetivo de convertirse en una "fábrica de impacto cero". Dentro de esta visión de una Fábrica de Impacto Cero entra el objetivo principal de lograr toda una cadena de valor neutral en carbono, incluidos los modelos totalmente eléctricos duran toda su vida útil, partiendo del supuesto de un kilometraje total por deportivo de 200.000km. Se trata de un concepto integral con un impacto positivo en los aspectos económico, ambiental y social, entre otros.

 

Para hacerlo posible, las medidas implementadas fueron mecanizar las operaciones, ampliar el espacio y reestructurar la zona de pruebas. También se mejoró la entrega de baterías y el proceso mediante el cual el motor se une a la carrocería del coche. Gracias a estos cambios, Porsche puede fabricar modelos de combustión, híbridos y el Macan totalmente eléctrico en una sola línea de montaje.

El nuevo Macan es el segundo modelo Porsche totalmente eléctrico, tras el Taycan. Porsche tiene previsto entregar más del 80% de los vehículos nuevos con propulsión puramente eléctrica en 2030, en función de la demanda de los clientes y del desarrollo de la movilidad eléctrica en cada una de las regiones del mundo. No obstante, sus objetivos con la sostenibilidad y el futuro de la movilidad eléctrica no se limitan a la producción.

Nos encontramos en una nueva era de la movilidad. En lo que respecta a los turismos, todos los indicios apuntan hacia la electromovilidad. Y Porsche lo está demostrando. Impulsar la transformación de la movilidad es una tarea conjunta de las empresas, la política y la sociedad. Sin embargo, este cambio se producirá de golpe, por lo que es primordial ofrecer una electromovilidad inclusiva y por eso nos estamos posicionando de forma flexible, con una atractiva gama de productos y con tres tipos de propulsión: motores de combustión, híbridos enchufables y modelos totalmente eléctricos. Además del desarrollo de los combustibles sintéticos eFuels ya probados con éxito incluso en nuestros modelos clásicos. 

De esta forma, en Leipzig, el Macan eléctrico sale de la línea de producción con una huella de carbono neutra. Perseguimos sistemáticamente el enfoque “inteligente, eficiente y ecológico” en la producción de Porsche en todos nuestros centros. Esto significa que nuestra visión es una fábrica conectada cuyo impacto en el medio ambiente sea mínimo.

Respecto al carácter social de la hoja de ruta del objetivo de Fábrica de Impacto Cero, debemos tener en cuenta también a la Familia Porsche. Más de 4.600 empleados producen los modelos Macan y Panamera en la planta de Porsche en Sajonia. En Porsche también estamos comprometidos socialmente en Leipzig en los ámbitos de la educación, la cultura, los asuntos sociales, el deporte y el medio ambiente. 

Como parte de la ampliación de la planta para el Macan, en una fase inicial se formó y sensibilizó a los trabajadores de Leipzig para la electromovilidad y las nuevas tareas asociadas. El Director de la fábrica, Gerd Rupp, subrayó en la ceremonia: "Tecnologías como la inteligencia artificial y la realidad aumentada están haciendo que los procesos sean más estables y eficientes. Pero los empleados son y seguirán siendo un factor clave para dar forma a la transformación. Una fábrica vive de las personas que dan forma activa a las tecnologías".

La planta de Porsche en Leipzig es pionera en términos de flexibilidad y sostenibilidad, no solo dentro de la compañía sino en la industria del automóvil en su conjunto. Es por ello que, en marzo de este año, fue elegida "Fábrica del Año" por la consultora Kearney, en colaboración con la agencia Süddeutscher Verlag Veranstaltungen y la revista especializada Produktion. Certamen en el que casi 100 fábricas a nivel mundial compitieron por el prestigioso premio internacional de la industria.