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Panamera, hacia un futuro más sostenible y emocionante

Desde su entrada triunfal en 2009, el Panamera ha redefinido el concepto de berlina, fusionando el lujo de un coche familiar con la deportividad más auténtica. Pero si ha marcado especialmente la historia de Porsche ha sido por su papel en la electromovilidad, algo que se reafirma con el lanzamiento del nuevo Porsche Panamera. 

 

Podríamos pensar que convertir un deportivo en un coche familiar es un motivo de orgullo más que loable, pero desde sus inicios hace más de una década, el Porsche Panamera ha sido mucho más. Hay quien dice que su semilla comenzaba a germinar con el prototipo H50 del Porsche 928 con el que Porsche comenzaba a pensar en convertir sus biplazas en vehículos más confortables y pensados para la familia, pero lo cierto es que el Panamera comenzó a fraguarse mucho antes.

El Type 530 fue el primer diseño de cuatro plazas de la marca con cuatro plazas. Se creó en los años 50 basado en el Porsche 356, y tras él, siguió el acercamiento al concepto de deportivo familiar en 1959 con el Type 754 T7. En ese momento el objetivo era ampliar el espacio interior y se desarrollaron varios prototipos más para ello, como el T8 que luego sería el primer Porsche 911, y el T9, que sí era un cuatro plazas auténtico pero nunca vió la luz.

En 1977 se presentaba en el Salón de Ginebra el Porsche 928 con un motor V8, que lo convertía en el primer Porsche de carretera con ocho cilindros. Ganó el título de Coche del Año en Europa, el único deportivo que lo ha conseguido hasta hoy. El 928 S, una variante más amplia del 928, fue otro de los vehículos con carrocería de dos puertas y cuatro asientos que terminó siendo el regalo de cumpleaños de Ferry Porsche. 

Y luego aparecía el 928 H50 con carrocería de cuatro puertas que de nuevo se quedó en el tintero y después, el Porsche 989 creado por Harm Lagaay que tampoco se materializó como coche de producción en serie. 

El sueño de toda una vida: el Panamera

Hasta que en 2009 se materializó el sueño. El 19 de abril de 2009, Porsche presentaba en Shanghai la primera generación del Porsche Panamera. Una elegante berlina de lujo que era la combinación perfecta. Un deportivo de cuatro puertas con un nombre que evoca aventura y resistencia y que se inspira en la Panamericana, la famosa carrera mexicana de resistencia. El Panamera había llegado para cambiarlo todo.

Lo hacía como respuesta a la demanda de un vehículo con el rendimiento deportivo seña de identidad de la marca, pero sin sacrificar la comodidad y el espacio. Se presentó como un coche familiar, con una cuidada ingeniería, un gran trabajo aerodinámico y líneas elegantes que reducían el consumo a pesar de su potencia. La línea inicial con motores V6 y V8 de aspiración natural aseguraba agilidad y velocidad, pero también de confort y lujo. Este enfoque pragmático hacia la deportividad sin compromisos se convirtió en un éxito. Apenas tres meses después de ese 19 de abril, 10.000 unidades del Panamera habían salido de la fábrica de Porsche en Leipzig.

 

El Panamera S Hybrid, pionero en el mundo del lujo

Con el tiempo, Porsche desplazó parte de sus esfuerzos a la sostenibilidad y la eficiencia que solo la electromovilidad es capaz de dar. Así hacía el Panamera S Hybrid en 2011 con 380 CV de potencia combinada que solo consumía 7,1 l/100 km de gasolina, el menor de su historia hasta entonces. Fue el primer modelo con un sistema híbrido paralelo de la categoría de lujo. 

 

Panamera S E-Hybrid, camino a la electrificación de Porsche

Tras él, y apenas dos años más tarde, llegaba el S E-Hybrid, un cambio aún más significativo hacia la electrificación. Porsche había diseñado el primer híbrido enchufable de lujo del mundo, actuando como punta de lanza del camino a la electromovilidad más absoluta. 416 caballos de potencia y una autonomía en modo eléctrico de 36 kilómetros.

Panamera y su aportación a un futuro eléctrico

El Panamera seguía creciendo con paso seguro, y en 2016 se presentaba en Berlín su segunda generación. A nivel visual apenas había cambiado, sólo la parte trasera que se asemejaba más a la del 911. Más grande, pero con el mismo peso, fruto de usar materiales más ligeros en sus acabados. Esta segunda generación marcó un nuevo hito en términos de deportividad, elegancia y tecnología ya que incorporó el rendimiento eléctrico en todas las variantes del modelo. Con una estrategia de sobrepropulsión adaptada del 918 Spyder conseguía las mejores prestaciones de un deportivo, pero con una alta eficiencia.

En 2017, la incorporación de la variante Sport Turismo aportó versatilidad a la categoría de lujo, con un diseño vanguardista y un concepto más innovador. Pero no solo es cuestión de estilo y rendimiento. El Panamera ha sido pionero en la estrategia de electrificación de Porsche. Desde el Panamera S Hybrid en 2011 hasta el Panamera Turbo S E-Hybrid de 680 CV de segunda generación, Porsche ha liderado la vanguardia de la electromovilidad en el segmento de lujo. Y los clientes han abrazado ese avance porque en 2018, el 67% de los Panamera entregados en Europa, tenían propulsión híbrida.

La evolución continua del Panamera no solo se ha reflejado en la eficiencia y la potencia, también ha demostrado la capacidad de Porsche para abrazar la tecnología sin perder su esencia deportiva. La combinación única de prestaciones de alto nivel y propulsión eléctrica ha consolidado al Panamera como un referente y la gama de modelos híbridos Panamera ha crecido incorporando tecnologías más avanzadas y mejoras en el rendimiento eléctrico. El Panamera Turbo S E-Hybrid, por ejemplo, no solo ofrece una potencia impresionante sino también una autonomía eléctrica que ha ido aumentando.

En la segunda generación del Panamera, Porsche incorporó algo único. Un legado del primer con motor V8, el 928, que forma parte ahora de los sistemas híbridos más potentes de Porsche. El 918 Spyder utilizaba un sistema de propulsión híbrido con un motor eléctrico más un V8 atmosférico de alto régimen, inspirado en el del RS Spyder, y esa estrategia de sobrepropulsión adaptada del 918 Spyder es la que permite que el Panamera Turbo S E-Hybrid tenga prestaciones típicas de un deportivo, pero combinadas con una alta eficiencia. 

Los sistemas de propulsión del Panamera Turbo S E-Hybrid combinan la tecnología híbrida con un potente motor V8 que nos proporciona un coche de carretera rápido, eficiente y con una gran agilidad de respuesta. De hecho en palabras de Gernot Döllner, Vicepresidente de la línea de producto Panamera entre el 2011 y el 2018, con el Panamera se ha conseguido “llevar la estrategia híbrida orientada a las prestaciones del 918 Spyder al segmento del lujo”.

Pero además de beneficiarse de la tecnología de otros deportivos de Porsche, el Panamera ha sido un laboratorio de innovación cuya tecnología y conceptos de diseño han sido implementados en otros vehículos de la gama. Por ejemplo, el Panamera fue pionero al introducir el sistema de parada y arranque, una característica que permite mejorar la eficiencia de combustible y reducir las emisiones. Pero también fue el primero en contar con una suspensión neumática con un volumen adicional de aire seleccionable y en tener el spoiler trasero extensible y regulable en varios ángulos. 

 

La tercera generación del Panamera

La introducción de variantes híbridas en la gama del Panamera ha sentado las bases para la expansión de tecnologías híbridas en otros modelos de la marca, pero el modelo sigue creciendo con nuevas generaciones. La última en llegar es la tercera, con un entorno digital ampliado, nuevos sistemas de asistencia, un diseño fresco y una mayor estabilidad y confort de marcha. 

Todas las variantes del Panamera E-Hybrid cuentan con mayores prestaciones tanto en autonomía como en eficiencia gracias a los sistemas de propulsión E-Hybrid más potentes, además de un nuevo sistema de suspensión de alto rendimiento. 

El Panamera Turbo E-Hybrid tiene en total 680 CV gracias a un motor V8 turbo de cuatro litros revisado y un motor eléctrico de nuevo desarrollo de 190 caballos (140 kW). Acelera hasta 100 km/h en 3,2 segundos y alcanza una velocidad máxima de 315 km/h. 

El Panamera ha pasado de ser un sedán de alto rendimiento a un ícono de la electrificación en Porsche. Su evolución desde los motores de combustión interna hasta los sistemas híbridos ha allanado el camino en Porsche influenciando la visión de la marca hacia un futuro más sostenible y emocionante.