Porsche, capturando CO₂ para un futuro sostenible

Porsche siempre apoya que los procesos sean más sostenibles y cuidadosos con el medio ambiente, y en el camino a la electrificación deben tenerse en cuenta todos los factores existentes y que todos los procesos implicados sean más eficientes y lo menos contaminantes posibles. Michael Steiner, miembro del Consejo de Dirección de Porsche AG como responsable de Investigación y Desarrollo, afirma que “Para frenar el calentamiento global, es esencial reducir las emisiones y disminuir el CO₂ de la atmósfera”, pero al mismo tiempo, se necesita ese CO₂ como materia prima. La solución más lógica es combinar ambas casuísticas para crear una solución ganadora para todos. 

En un paso hacia la sostenibilidad y la descarbonización, Porsche sigue en cabeza con la implantación de nuevas tecnologías en sus procesos de fabricación. Una de las últimas es su proyecto para incluir una planta piloto de Tecnología de Captura Directa de Aire (DAC) en la fábrica de e-fuels de Chile en colaboración con Volkswagen Group Innovation, HIF Global y MAN Energy Solutions. Con ella, Porsche tiene como objetivo extraer el CO₂ necesario para la producción de e-fuels, un paso significativo hacia la integración de tecnologías sostenibles en la cadena de suministro que no solo podrá aplicarse en la producción de la llamada “gasolina verde” que pueden usar los coches de combustión ya fabricados que seguirán presentes en las carreteras, sino que podrá formar parte de una economía circular gracias a sus múltiples usos. 

El CO₂ capturado puede utilizarse en diversos procesos industriales, usarse como materia prima en la producción de plásticos de origen no fósil e incluso fijarse en el suelo de forma permanente, lo que sin duda es una práctica solución contra el cambio climático provocado por la emisión de gases de efecto invernadero.

Tecnología de captura directa de aire (DAC)

La DAC es una tecnología que implica la extracción de dióxido de carbono de la atmósfera de manera respetuosa con el medio ambiente. En los sistemas DAC se conduce el aire a través de un material filtrante en forma de pequeñas piedras, se extrae el dióxido de carbono y se recoge purificado para su uso posterior como materia prima. 

Durante el filtrado se utilizan absorbentes químicos o materiales específicos diseñados para capturar el CO₂ del aire como resinas, membranas o esponjas químicas que tienen una afinidad particular por el CO₂. Así se realiza una absorción selectiva cuando el aire pasa a través del sistema que los contiene y estos materiales absorben el CO₂ dejando otros gases presentes en la atmósfera sin cambios. Después de la captura del CO₂, se lleva a cabo un cambio en las condiciones del sistema, a nivel de temperatura, que libera el CO₂ capturado pudiéndose almacenar después de forma segura.

Un aspecto clave de la tecnología DAC es su capacidad para operar en cualquier lugar con energía renovable disponible. La planta piloto Haru Oni en Chile, por ejemplo, podría alimentarse con electricidad generada mediante energía eólica, asegurando así una fuente de energía sostenible para el proceso de filtrado. Además, el calor necesario para el proceso podría provenir de la generación de hidrógeno en la propia planta.

La eficacia de la tecnología DAC se mide en términos de cuánto CO₂ puede capturarse y cómo de eficientemente puede hacerlo. Por eso la simbiosis en la planta de Haru Oni, que es un consumidor de CO₂, es el escenario perfecto para usar el dióxido de carbono capturado mediante DAC. Pensemos además que es una tecnología en pleno desarrollo que continúa mejorando cada día para hacer que la captura directa de aire sea más práctica y sostenible.

El sistema DAC es ir un paso más allá en sostenibilidad y afrontar la descarbonización de una forma aún más eficaz y que funciona a la perfección con la producción de los combustibles sintéticos que serán tan necesarios en el futuro. Los e-fuels neutros en carbono son una solución real para descarbonizar el sector automovilístico y de cualquier transporte, y la tecnología de captura directa de aire permite llevar a cabo el proceso de manera eficiente y económica. 

La implementación de esta tecnología se convierte así en un componente clave en la estrategia de Porsche para combatir el cambio climático desde una perspectiva global, y su decisión de adoptar la extracción directa de CO₂ a través de la tecnología de captura directa de aire no sólo redefine los estándares de sostenibilidad, también demuestra el papel crucial que la marca desempeña en la lucha contra el cambio climático. 

Porsche se reafirma en su compromiso con la descarbonización, la innovación y la sostenibilidad, y sirve como inspiración para el futuro de la industria. Su papel es, a día de hoy, esencial para contribuir en la lucha global contra el cambio climático y este proyecto es una demostración de que Porsche no solo fabrica los coches del futuro, siempre busca las mejores soluciones a los problemas que ya existen encima de la mesa.