Reducción de la huella de CO2: La estrategia de Porsche
La reducción de la huella de carbono no es un concepto vacío para Porsche. Se trata de una prioridad para una compañía que se ha convertido en un modelo tanto en producción sostenible como en movilidad del futuro. Mediante medidas para reducir las emisiones de CO2 en la producción y cadena de suministro, la promoción de la movilidad eléctrica y la investigación de combustibles sintéticos no contaminantes, Porsche muestra un firme compromiso ecológico.
Hace más de 70 años, Ferry Porsche, fundador de la compañía, ya entendía la importancia de la eficiencia en el uso de recursos: "No deberíamos usar los recursos mundiales de forma que luego se tiren". Hoy, Porsche sigue trabajando en eliminar toda huella de carbono derivada de la producción de sus deportivos.
Eficiencia y reducción de la huella de carbono en las plantas de producción
Porsche ha conseguido que sus principales centros de producción, situados en Leipzig, Zuffenhaussen y Weissach, sean neutros en su emisión de CO2. Con ese objetivo conseguido, Porsche persigue convertirse en una “fábrica de impacto cero” para el año 2030 y eso pasa por implementar medidas de eficiencia energética y de recursos.
Un ejemplo de ello es el desarrollo de un modo ecológico para los robots de soldadura. Utilizados en la fabricación de carrocerías, estos robots están programados para apagar automáticamente las pistolas de soldadura después de 60 segundos de inactividad. Esto consigue ahorrar aire comprimido durante los períodos en los que no se produce ninguna pieza.
Además, en la planta de Leipzig se ha introducido un modo de ahorro de energía en el sistema de transporte del taller de pintura. Tras instalar 400 convertidores de frecuencia, la fuente de alimentación se apaga automáticamente cuando no está en uso, contribuyendo así a un uso más eficiente de la energía.
Porsche cuenta también con dos plantas de cogeneración de energía en Stuttgart-Zuffenhausen que generan electricidad y calor. Estas plantas, cada una con una capacidad aproximada de dos megavatios, funcionan exclusivamente con biogás generado a partir de desechos orgánicos. A diferencia de las centrales convencionales, estas plantas no liberan el calor generado durante la producción de energía al medio ambiente, sino que lo utilizan para sistemas de calefacción. Gracias al uso de biogás y la eficiencia de estas plantas, Porsche ha logrado un ahorro anual de 42,300 toneladas de emisiones de CO2.
Estas iniciativas demuestran el compromiso de Porsche con la implementación de soluciones innovadoras y sostenibles en sus procesos de fabricación, buscando minimizar el impacto ambiental y promover la eficiencia energética en todas las etapas de producción. "No queremos compensar, sino evitar. No queremos comprar certificados de CO2 a otras empresas sino que nosotros mismos evitemos toda emisión. Donde no se puede ahorrar energía, utilizamos electricidad de fuentes renovables", afirma Oliver Blume, presidente de la Junta Ejecutiva de Porsche AG.
Tras adquirir este compromiso ecológico en sus propias instalaciones, Porsche quiere extender estas iniciativas a sus proveedores.
Reducción de las emisiones de CO₂ en la cadena de suministro
La cadena de suministro es responsable de aproximadamente un 20% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero de Porsche. Un porcentaje que podría aumentar hasta el 40% en 2030 por la creciente electrificación de los vehículos de la marca. Por eso, Porsche ha pedido a cerca de 1.300 proveedores que utilicen exclusivamente energía renovable en la fabricación de los componentes para sus deportivos.
“Nuestros proveedores de celdas de batería ya están usando energía ‘verde’ desde 2020. Ahora estamos dando el siguiente paso importante: hemos estipulado que el resto de proveedores también empleen sólo energía renovable para producir los componentes que nos entregan y así ayudar a reducir aún más las emisiones de CO2”, explicó Uwe Karsten Städter, antigüo miembro del Consejo de Dirección de Porsche como responsable de Compras.
Porsche ha establecido un requisito estricto en todos los contratos de suministro de materiales de fabricación. Los proveedores que no estén dispuestos a cambiar a energías verdes certificadas no serán tomados en cuenta para futuros contratos a largo plazo con Porsche. De esta manera, busca promover activamente el uso de energías limpias y fomentar un enfoque más sostenible en toda su cadena de suministro.
Barbara Frenkel, la sucesora de Karsten Städter en el puesto de responsable de Compras insiste en la importancia que tiene la reducción de las emisiones de CO2 en su cadena de suministro : “Sólo podemos alcanzar nuestros ambiciosos objetivos si lo hacemos con nuestros proveedores. Nos transformamos por convicción, actuando con rapidez y sin esperar a que los legisladores definan la normativa”.
El combate de Porsche por la reducción de su huella de carbono va más allá de la producción en sí misma, por ello busca dar un gran salto hacia la movilidad eléctrica en los próximos años.
Movilidad eléctrica
Porsche tiene como propósito que para 2030, el 80% de todos los nuevos vehículos vendidos sean eléctricos puros o híbridos enchufables. "En 2025, se espera que la mitad de todas las ventas nuevas de Porsche provengan de la venta de vehículos eléctricos, es decir, totalmente eléctricos o híbridos enchufables", afirma Oliver Blume. Ejemplo de ello es el Taycan Cross Turismo: el primer deportivo del mundo en conseguir la neutralidad en emisiones de carbono a lo largo de toda su vida útil.
Pero además de la producción de deportivos eléctricos o híbridos enchufables, Porsche se ha convertido en un referente en la creación de ubicaciones de carga ultrarrápida para coches eléctricos. En el territorio ibérico ya existen 75 emplazamientos con estaciones de carga ultrarrápida gracias a la iniciativa Porsche Ibérica. “Participamos de forma directa o indirecta en la instalación del 50 % de los cargadores de alta potencia que existen en España y Portugal, cuando tan sólo representamos un 0,3 % del total del mercado, lo cual demuestra nuestro enorme compromiso con la movilidad sostenible”, explica Tomás Villén, Director General de Porsche Ibérica.
Porsche tiene previsto invertir más de mil millones de euros durante los próximos diez años en medidas para la descarbonización. Unas medidas que abarcan tanto la electromovilidad como la investigación tecnológica de nuevos combustibles.
Innovación e investigación de nuevos carburantes
En el mundo existen aproximadamente 1.300 millones de automóviles con motores de combustión. Porsche está trabajando desde hace tiempo para poder utilizar los E-fuels como carburante en sus nuevos modelos. La investigación de estos combustibles sintéticos y neutros en emisiones de carbono representan otra solución viable en la lucha por una movilidad sostenible.
En diciembre de 2022, Porsche inauguró la planta piloto Haru Oni, en Punta Arenas (Chile) para la investigación y producción de estos combustibles sintéticos. Al producirse a partir de fuentes renovables, la planta aprovecha las excepcionales características de su ubicación para hacer uso de la energía eólica.
“Para conseguir e-fuel es necesario hacer metanol. El metanol requiere para su fabricación CO2 e hidrógeno. El hidrógeno lo producimos en un electrolizador utilizando fuente de energía renovable. Es, por lo tanto, hidrógeno verde. Mediante la electrólisis se divide la molécula de agua en oxígeno e hidrógeno. El hidrógeno, en un paso posterior, lo mezclamos con el CO2 que hemos capturado previamente y, dentro de un catalizador, sintetizamos ese gas y producimos metanol verde.”, explica Marcelo Daller, Responsable de Operaciones de la planta Haru Oni.
Una vez conseguido el metanol se modifica para convertirse en gasolina. “Si hablamos de sus propiedades fundamentales, apenas se diferencian del queroseno, el gasóleo o la gasolina producidos a partir del petróleo”, aclara Karl Dums, jefe de equipo de Porsche, durante una entrevista englobada dentro de la serie de Perspectivas sobre sostenibilidad.
La gasolina sintética producida de esta manera se puede utilizar tanto en motores de combustión (sin necesidad de modificaciones) como mezclarse con gasolina convencional en cualquier proporción. Esta versatilidad puede facilitar su acogida en el mercado. Otra característica fundamental es que no requiere de una gran inversión para implantar nuevas infraestructuras de suministro. Las que ya existen pueden cumplir con esta función sin problemas.
“Lo importante ahora es que otros cojan el testigo y sigan los pasos de Porsche. Creemos que hemos abierto un camino tecnológico que ofrece valor añadido a la causa de la sostenibilidad en todo el mundo.” concluye, Karl Dums.