Una solución sostenible a los motores de combustión.
Los vehículos de combustión seguirán viviendo en la era de la electromovilidad durante unos año. Por ello, es importante tratar de convertir su uso en su versión más sostenibles.
La electrificación del mundo automovilístico está en marcha y para Porsche es una prioridad. En 2025 el 50% de los coches que venda serán eléctricos y en 2030, la previsión es que esa cifra crezca hasta el 80%. Pero no solo hay que trabajar en los coches del futuro. Es importante que no nos olvidemos de los vehículos que circulan a día de hoy, y buscar una solución para que puedan convivir con los vehículos eléctricos en el futuro: los e-fuels en los que está trabajando Porsche.
Aunque el Parlamento Europeo aprobó en junio de 2023 la propuesta de la Comisión Europea para prohibir la venta de vehículos con motores de combustión a partir de 2035, lo cierto es que hay algo que tenemos que tener en cuenta y es que más de 1.300 millones de vehículos de combustión están circulando por el mundo. De hecho, el 70% de los Porsche fabricados siguen circulando. Y seguirán haciéndolo durante décadas.
No es el único sector donde se utilizan la gasolina y el diésel. En el de la aviación, el transporte marítimo o la industria química también se emplean. Por eso es tan importante encontrar una solución sostenible no solo para el automovilismo, sino para cualquier maquinaria o transporte que use a día de hoy la gasolina o el gasoil.
Con eso en mente y con el compromiso de un futuro sostenible, Porsche comenzó a buscar un combustible sintético que hiciera funcionar los motores de combustión, pero de una forma casi neutra en sus emisiones de CO2. Una solución en la que no hiciera falta modificar los motores y que pudiera usarse sin ninguna modificación. La respuesta sostenible a largo plazo es la gasolina sintética, también llamada e-fuels o gasolina verde, un tipo de combustible que puede usar un coche de gasolina o diésel, con la diferencia de que son mucho menos contaminantes durante su uso, y su fabricación es respetuosa con el medio ambiente.
La llamada gasolina verde es un compromiso más con la electromovilidad, ya que ayuda a que convivan el futuro de los coches eléctricos con el pasado de los coches clásicos de motores de combustión consiguiendo que los últimos emitan muchos menos gases de efecto invernadero durante su uso. Además para fabricar esta gasolina sintética se utiliza electricidad producida con energías renovables y en el proceso, es neutra en sus emisiones de CO2.
Así, Porsche puso en marcha el proyecto Haru Oni en Punta Arenas, Chile. Un ambicioso plan que se ha convertido en la transición ecológica de los vehículos de combustión. Un plan para dar una segunda vida más respetuosa con el medio ambiente a todos esos vehículos porque, en palabras de su Jefe de Equipo Karl Dums “sólo podremos alcanzar la descarbonización si tenemos en cuenta los vehículos de combustión que existen actualmente”.
El e-fuel se crea utilizando electricidad producida por la energía del viento. A partir de agua y CO2 y usando energía renovable durante su producción se fabrica la gasolina sintética que permite un funcionamiento de los motores de combustión interna casi neutro en la emisión de CO2.
Pero no solo se buscó un combustible más sostenible y más eficiente. También se buscó que los motores de combustión no encontraran diferencias a nivel de prestaciones. Que un conductor no pudiera identificar si su coche estaba usando gasolina o e-fuel. Era necesario que ambos funcionaran de una forma similar.
Tras años de desarrollo se ha conseguido que los e-fuels tengan unas propiedades fundamentales muy similares a las de los combustibles de origen fósil. De hecho, sus características apenas difieren de las del queroseno, el gasóleo o la gasolina producidos a partir del petróleo, pero sí lo hacen en el impacto de su producción y en el efecto durante su uso. La solución para que todos los coches se unan a la electromovilidad es el uso de este tipo de combustibles.
Además, la infraestructura para el abastecimiento ya está disponible, porque las gasolineras actuales podrían proporcionar este tipo de combustibles. La gasolina sintética que produce Porsche, puede usarse directamente en un motor de combustión sin necesidad de hacer ningún cambio en él, e incluso combinarla con la de origen fósil en cualquier proporción.
La planta de Haru Oni ya ha dado sus frutos y hemos podido ver cómo los e-fules se usaban en las carreras de la Porsche Mobil 1 Supercup y para los repostajes de los coches de los Porsche Experience Centers. En 2024 la planta llegará a producir 55 millones de litros anuales y dos años más tarde, 550 millones de litros.
La investigación y desarrollo de este tipo de combustibles es una prioridad para Porsche, tanto como lo es la electromovilidad o su compromiso de convertirse en una marca neutra en carbono. Oliver Blume, Presidente del Consejo de Dirección de Porsche AG, afirma que “la protección del medio ambiente tiene que entenderse de manera integral” y con este tipo de carburante se consigue.
Con los e-fuels, los clásicos también se sumarán a la era de la electromovilidad y lo harán de una manera más limpia y respetuosa con el medio ambiente.