Compartir 

Zumbidos y deportivos, la combinación perfecta en Leipzig

Además de una producción inteligente que ahorra recursos, en la planta de Leipzig existen diferentes proyectos para preservar la biodiversidad.

 

La fábrica de Leipzig es una obra maestra en sí misma. No solo por ser el lugar donde se está fabricando el nuevo Macan, el próximo modelo 100% eléctrico de Porsche, también porque es una de las apuestas más firmes por la sostenibilidad de Porsche. Ya es neutra en carbono y aspira a convertirse en pocos años en una "Fábrica de Impacto Cero". No dejar huella ecológica alguna es el objetivo a seguir. 

Leipzig ha sabido adaptarse a la electrificación con el paso de los años y sabe que tiene que tener responsabilidad ecológica tanto dentro de sus naves como en la zona exterior donde se encuentran.

Dentro de las 132 hectáreas naturales que rodean la planta de Porsche, podemos ver numerosos indicadores de su eficiencia y sostenibilidad que le han valido para ganar numerosos premios por la protección medioambiental, la biodiversidad, el balance energético ecológico y la gestión de los recursos, como el Lean & Green Management Award que recibió en 2021.

Cuenta con un elaborado sistema de producción inteligente que ahorra recursos, usa las materias primas de la manera más eficiente y cuida los medios de producción en todos y cada uno de los momentos durante la fabricación de los vehículos. Pero también existen varios proyectos que buscan preservar la biodiversidad del entorno en el que la fábrica se encuentra. Uno de ellos zumba mientras de la fábrica siguen saliendo deportivos. Son las colonias de abejas que ocupan parte del enclave y que son fundamentales para minimizar el impacto medioambiental.

Lo que busca Porsche con esto es adoptar un enfoque holístico de la sostenibilidad. Fabricar coches eléctricos no es suficiente, hay que hacer un trabajo en toda la cadena de producción y también preocuparnos por el entorno que usamos para ello. Conservar su biodiversidad y enriquecerla. En los últimos años no solo se ha evitado el impacto, también se ha creado un entorno sostenible en el que estanques, humedales y zonas de pastos se han convertido en hábitat natural para numerosas especies de animales y plantas. Las abejas son una de ellas.

El motivo por el que en Leipzig podemos ver abejas y comprar su miel tiene que ver con que desde hace décadas, la población de esta especie en Alemania estuvo en riesgo. Tanto que están protegidas por la ley alemana para la conservación de la naturaleza (BNatSchG) y la ordenanza alemana para la protección de especies (BArtSchV).

Imprescindibles para la conservación de la biodiversidad del país, estos insectos no siempre cuentan con un hábitat adecuado en el que vivir. Por eso Porsche quiso participar de manera activa y convertir algunas de las áreas cercanas a la fábrica de Leipzig en un entorno seguro en el que las abejas pudieran habitar todo el año.

Cada uno de los panales instalados cuenta con espacio para 60.000 abejas que consiguen producir hasta 55 kilos de miel al año. Las abejas cumplen una función polinizadora esencial para la naturaleza. A día de hoy más de 3 millones de abejas zumban mientras Porsche hace historia. Fue la primera marca de la industria automovilística en poner en marcha este particular concepto de sostenibilidad y es el fabricante con el mayor número de abejas en sus instalaciones.

Y es que los objetivos de sostenibilidad de Porsche no solo tienen que ver con la fabricación de eléctricos o la descarbonización. El extenso entorno que rodea Leipzig es un paraíso de la diversidad de flora y fauna, y uno de los rasgos más distintivos de los esfuerzos de sostenibilidad de Porsche.

Un paisaje natural al lado de una fábrica moderna y tecnológica. Así es Leipzig, la planta de Porsche en la que zumbidos y coches deportivos combinan a la perfección.