El Porsche 963 coge el testigo de sus antecesores
Tras la despedida del 911 RSR en el Campeonato Mundial de Resistencia WEC de la FIA en la Categoría GTE Pro. Llega el momento de vivir una nueva era bajo la bandera de Porsche Penske Motorsport, volvemos a la categoría absoluta de resistencia, la categoría LMDh, con el Porsche 963, que luchará por las victorias absolutas a partir de la temporada 2023.
El Porsche 963, el nuevo prototipo híbrido para carreras de resistencia, ya calienta motores de cara a su estreno oficial. Tras un largo periodo de desarrollo y pruebas, ha debutado en las 8 Horas de Baréin este pasado fin de semana, aunque lo ha hecho sin puntuar, con el objetivo de acumular toda la experiencia posible antes de su primera participación oficial, que será en las 24 Horas de Daytona a comienzos de 2023.
Este vehículo se ha creado para la nueva categoría superior (LMDh) de los campeonatos IMSA y WEC. Las iniciales vienen de Le Mans Daytona hybrid, es decir, de las dos carreras más representativas de esas dos competiciones y de la hibridación presente en el sistema de propulsión del coche. La electrificación es uno de los pilares fundamentales de la estrategia de Porsche y no solo en la gama de modelos de calle, como ha demostrado con el Taycan, sino también en sus coches de circuito.
En ese futuro de la movilidad que ya es presente, el nuevo Porsche 963 sale a escena con un motor V8 biturbo combinado con un sistema eléctrico que, en conjunto, entregan 680 caballos de potencia. Lo interesante de este motor híbrido, electrificación al margen, es que puede funcionar con combustibles sintéticos para reducir al máximo la huella de CO2.
Nacido del acuerdo entre Porsche, Penske y Multimatic, entre otros socios principales, el 963 está a punto de salir de boxes para continuar el legado de los modelos de resistencia que han escrito grandes capítulos en los libros de historia del fabricante de deportivos de Stuttgart.
Herencia del pasado
Porsche es una marca que siempre tiene su historia bien presente. En este sentido, el Porsche 963 mira hacia atrás y hereda lo mejor de sus antepasados, adaptándolo, eso sí, a las exigencias de hoy.
Resulta curioso ver cómo el nuevo prototipo recibe la influencia de modelos pertenecientes a distintas épocas. Por ejemplo, el diseño se inspira en los clásicos 956 y 962 de la década de 1980, dos coches del Grupo C que cosecharon grandes éxitos y hoy están de aniversario; la decoración tricolor de la carrocería (blanco, rojo y negro) es igualmente un homenaje a los grandes logros de Porsche en competición. Y también en el plano estético, cabe citar que la franja de iluminación en la parte trasera es un claro guiño al 911 de la generación actual.
Pero si la puesta escena puede resultar importante, más lo es todo aquello que hace ganador a un coche. Y aquí, sin duda, el 963 tiene grandes maestros. En primer lugar, es portador del ADN del RS Spyder, con el que Porsche y Penske lograron numerosas victorias entre 2005 y 2008. La experiencia acumulada por ambas compañías en aquellos años ha resultado clave a la hora de desarrollar el nuevo modelo. En segundo lugar, toda la investigación sobre motores electrificados llevada a cabo en la última década se ha recopilado para dar forma a un avanzado y eficiente sistema de propulsión híbrido, que es la razón de ser del nuevo proyecto.
En este apartado, el 963 está basado en el 918 Sypder, el superdeportivo híbrido con motor V8 de altas revoluciones y 4.6 litros de cilindrada que salió al mercado en 2013 como el segundo modelo enchufable de la marca. La experiencia en competición, no obstante, proviene del 911 GT3 R Hybrid y el 919 Hybrid, que fueron los dos vehículos que se abrieron paso en el camino de la hibridación dentro de los circuitos.
Gracias a estos dos modelos podemos decir que los sistemas de propulsión híbridos de altas prestaciones tienen una exitosa tradición en Porsche Motorsport. En 2010 y 2011, el revolucionario Porsche 911 GT3 R Hybrid estableció una nueva referencia en unas pruebas disputadas en Nürburgring-Nordschleife. En ese momento, no había otro vehículo con propulsión híbrida comparable.
Entre 2014 y 2017, el fabricante de deportivos de Stuttgart siguió demostrando su capacidad en el campo de la hibridación con el 919 Hybrid. En el Campeonato del Mundo de Resistencia FIA (WEC), el prototipo de la categoría LMP1 logró un triplete, al ganar tres veces consecutivas las 24 Horas de Le Mans. Porsche también se aseguró los campeonatos de marcas y de pilotos tres años seguidos.
El más rápido en Nürburgring
Y después llegaría la increíble gesta del 919 Hybrid Evo, que estableció un récord en Nürburgring en 2018 al firmar un tiempo por vuelta de 5:19:55 minutos.
Para entender bien lo que sucedió aquel día en el “infierno verde” con Timo Bernhard al volante, primero hay que saber qué coche es exactamente el 919 Hybrid Evo. Basado en el 919 Hybrid que alcanzó la victoria absoluta en Le Mans y ganó el Campeonato del Mundo de Resistencia FIA en 2015, 2016 y 2017, este prototipo fue liberado de algunas restricciones que hasta entonces había mantenido para cumplir con el reglamento. De esta forma, el sistema de propulsión híbrido conseguía alcanzar una potencia total de 1.160 caballos. El Evo pesaba sólo 849 kilos y su modificada aerodinámica activa generaba una carga superior en más de un 50 % a la del modelo del WEC. La velocidad máxima en Nürburgring el día del récord fue de 369,4 km/h.
Era de esperar que, con semejantes cifras, aquella evolución del prototipo híbrido fuera capaz de conseguir un resultado acorde a su carta de presentación. Y así fue. Nada menos que 35 años y 31 días había permanecido imbatido el récord de 6:11.13 minutos logrado por el piloto alemán Stefan Bellof al volante de un 956 C Rothmans de 620 CV. Pero aquel hito se desvaneció cuando Timo Bernhard, un viernes por la mañana, cubrió los 20,832 kilómetros de la sección Nordschleife de Nürburgring 51,58 segundos más rápido que su antecesor. Palabras mayores.