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GEN3 de Porsche, el monoplaza que marca el futuro de la electrificación

La Fórmula E ha dejado patente que la competición también se siente y desborda emoción cuando el vehículo es eléctrico. Del mismo modo que Porsche se ha reafirmado como líder en la electrificación con el Porsche 99X Electric Gen3.

Una de las fórmulas del éxito de Porsche en cuanto a diseño e ingeniería de sus vehículos es que su historia siempre ha estado asociada al mundo de la competición y es en las condiciones más extremas donde mejor se puede medir el rendimiento de nuevas tecnologías. También si hablamos de electrificación, donde Porsche ha encontrado en la Fórmula E el laboratorio de investigación perfecto del que han nacido los monoplazas GEN3.

La Fórmula E ha demostrado sobradamente que la competición no solo es apta para los coches eléctricos, sino que es tanto o más emocionante que la de los coches de combustión. Con el Porsche 99X Electric Gen3 que se ha desarrollado en Weissach, Porsche busca reafirmar no solo que es pionero y punta de lanza de la electrificación, también que su hambre de victorias no va a disminuir nunca.

En la que es su tercera temporada en el Campeonato del Mundo de Fórmula E ABB FIA, Porsche ha querido dar un salto de fe y confiar todo en el monoplaza más rápido, ligero, potente y eficiente que se ha desarrollado nunca, el GEN3 de Porsche.

Además de la asombrosa ligereza de este monoplaza pensado para alcanzar velocidades de hasta 260 km/h y capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en unos impresionantes 2,8 segundos, lo que más caracteriza a este coche es que se trata del primer monoplaza de competición con dos motores eléctricos. Con uno en cada eje, juntos doblan la potencia de su antecesor, el vehículo Gen2. El delantero llega a los 250 kW y el trasero, a los 350 kW. Juntos suman 600 kW.

El sistema de propulsión es de 476 CV (469 HP, 350 kW) en el eje trasero y, junto con el peso, hacen de este coche una obra maestra de la ligereza. 850 kilogramos de peso que se deben no solo a los materiales utilizados sino a la propia tecnología que se ha empleado en el vehículo, que ha conseguido disminuir la distancia entre ejes o hacer que la batería sea ahora más potente pero también más pequeña.

Este juego de pesos le permite ganar aerodinámica y que su diseño -elegante, de líneas limpias y pensado específicamente para los circuitos urbanos de Fórmula E- pueda minimizar al máximo la resistencia del aire y maximizar la velocidad en línea recta, ganando en eficacia sea el circuito que sea.

Otra característica impresionante del GEN3 de Porsche es su sistema de recuperación de energía. Este monoplaza está equipado con un sistema de frenado regenerativo que permite al vehículo recuperar la energía durante el frenado y almacenarla en la batería para su uso posterior. De hecho, más del 40% de la energía utilizada durante una carrera proviene de este sistema que no solo aumenta la eficiencia del vehículo, también aumenta la vida útil de las baterías y es mucho más sostenible.

Con un sistema de carga mejor, casi con el doble de capacidad que los cargadores comerciales más vanguardistas, su tiempo de carga ha disminuido significativamente, y ahora tiene una potencia de 600 kW.

Pero los años de investigación y desarrollo que Porsche ha empleado en este GEN3 no solo se vivirán en las vibrantes carreras de la Fórmula E. El GEN3 de Porsche es el que marcará el futuro de electrificación de la marca no solo en la pista, también fuera de ella.