Porsche y la potencia silenciosa de sus motores síncronos
Para sacar el máximo el potencial y eficiencia de la propulsión eléctrica, Porsche eligió para el Taycan los motores síncronos de imanes permanentes (PSM).
Cuando pisas a fondo el acelerador de un Taycan, notas en cada centímetro de tu piel que estás ante un deportivo único. No solo por la innovadora tecnología usada en cada uno de sus detalles o por el confort que se respira en el interior, sino por la potencia que desprenden sus motores. Una potencia silenciosa culpa de los motores síncronos.
En su compromiso con la sostenibilidad y su camino a la electrificación, Porsche sigue desarrollando sus vehículos eléctricos sin olvidar que, lo que tenemos entre manos, debe seguir ofreciendo una conducción tan excitante como la de cualquiera de sus deportivos con motores de combustión. Para explotar al máximo el potencial de la propulsión eléctrica, Porsche eligió los motores síncronos de imanes permanentes (PSM), por su rendimiento excepcional y una eficiencia única.
Funcionan con un principio físico fundamental, el magnetismo. Para entenderlo pensemos que los imanes permanentes de este tipo de motores se basan en el efecto de las partículas elementales. Además, los campos magnéticos también se crean cuando se mueve una carga eléctrica. Con estas dos premisas, nos encontramos que los motores síncronos están compuestos por un rotor y un estator que interactúan a través de campos magnéticos para generar movimiento. La parte giratoria es el rotor y la fija, el estátor. La conexión y desconexión continua de esa tensión eléctrica crea fuerzas de atracción y repulsión y estas, generan el movimiento de rotación.
El rotor del motor síncrono de Porsche cuenta con imanes permanentes de alta calidad con aleaciones de neodimio-hierro-boro, que se magnetizan permanentemente en el proceso de fabricación. De esta forma se consigue que generen un campo magnético constante.
El estator, por otro lado, está compuesto por bobinas de cobre que producen un campo magnético giratorio cuando se les suministra corriente eléctrica. Pero en el caso de los motores de Porsche tienen una particularidad y es el bobinado en horquilla. Las bobinas del estátor están formadas por alambres cuya sección no es cilíndrica como normalmente se hace, sino rectangular y dividida en secciones individuales que se doblan en forma de ‘U’. Cada uno de los alambres es como una grapa que apoya en la siguiente, lo que permite introducir más cantidad de cobre en el estátor. Mucho más. Concretamente en los motores PSM de Porsche el relleno de cobre del bobinado es del 70%, un 20% más que en los bobinados tradicionales. En el mismo espacio tenemos más potencia y par motor que en cualquier otro motor síncrono.
El motor PSM se alimenta y controla mediante una electrónica de potencia con corriente alterna trifásica con la que se determinan las revoluciones del motor. Sin la sincronización de esos campos magnéticos, el motor no serviría de nada. Es necesario mantener un equilibrio entre el campo magnético rotativo del estator y el campo magnético constante del rotor, y se consigue a través de sensores de posición que proporcionan información en tiempo real sobre la posición del rotor. De esta manera, se ajusta la corriente suministrada al estator, garantizando que los campos magnéticos estén perfectamente alineados y maximizando la eficiencia y el rendimiento.
Aunque el motor asíncrono (ASM) es más rentable y el que se utiliza normalmente, el motor PSM tiene numerosos beneficios que lo sitúan como la opción más inteligente si buscamos que los coches eléctricos de Porsche tengan la máxima eficacia sin perder un ápice de potencia. Estos motores están diseñados para aprovechar al máximo la energía y brindar una experiencia de conducción a la altura de cualquiera de los deportivos de Porsche.
Las ventajas de un motor PSM con respecto a los motores ASM son más que evidentes. Existe una menor pérdida de energía en el proceso de conversión electromecánica, lo que se traduce en una mayor autonomía y una mayor eficiencia energética. Pero además, los motores síncronos ofrecen un par motor instantáneo y una respuesta rápida, lo que se traduce en una aceleración suave y potente.
En el camino a la electrificación de Porsche solo hay espacio para la excelencia. Por eso la combinación única de rendimiento, eficiencia y capacidad de respuesta de los motores síncronos es la única respuesta posible para conseguir una potencia silenciosa a la altura.