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Porsche Edith: La cima del mundo con combustible del futuro

En 2023 un 911 conseguía un récord de altura, el 911 modificado alcanzó los 6.734 metros sobre el nivel del mar propulsado por e-fuels. El combustible sintético de Porsche.

En diciembre de 2023, dos Porsche 911 modificados conquistaron uno de los entornos más extremos del planeta: el volcán Ojos del Salado, en Chile. Además de ser una auténtica hazaña automovilística, constituyó una imponente demostración del potencial de los combustibles sintéticos desarrollados por Porsche, los e-fuels, una pieza clave en la estrategia de sostenibilidad de Porsche. Esta es la historia de “Edith”, de una cumbre, y de un futuro sin emisiones.

Todo comenzó años antes, durante una reunión interna en septiembre de 2019. Mallorca fue el escenario en el que Frank-Steffen Walliser, entonces vicepresidente de las gamas 911 y 718, lanzó una idea aparentemente descabellada: escalar con un 911 a la mayor altitud jamás alcanzada por un coche. En lugar de reírse, sus compañeros escucharon en silencio. Porque en Porsche, lo improbable no se descarta: se estudia. Lo que siguió fue un trabajo en la sombra, una expedición técnica, científica y emocional que daría forma a una historia de determinación, ingeniería y pasión por superar límites.

Los elegidos para esta odisea fueron dos unidades del Porsche 911 de generación 992, bautizados con los nombres de Edith y Doris. Aunque ambos partían del mismo modelo base, un deportivo con motor bóxer biturbo de seis cilindros y 3.0 litros, las modificaciones necesarias para enfrentarse al terreno volcánico fueron profundas. Suspensiones con recorridos ampliados, neumáticos de oruga de gran tamaño, sistemas de dirección por cable y una sofisticada electrónica adaptada para gestionar la tracción en condiciones de hielo, ceniza y rocas sueltas. En el interior, la jaula de seguridad dominaba un habitáculo despojado, enfocado puramente al control y la supervivencia.

El objetivo: escalar el volcán Ojos del Salado, en la frontera entre Chile y Argentina, el punto más alto del planeta al que puede acceder un vehículo. La elección del volcán no fue casual, ya que, con sus 6.893 metros, es el volcán más alto del planeta y uno de los entornos más extremos accesibles por tierra. Su altitud supera con creces la de muchas cumbres emblemáticas, y sus caminos son más bien una sugerencia: rocas volcánicas, nieve, viento cortante y oxígeno escaso. Allí, a casi 7.000 metros, los humanos se enfrentan al mal de altura y los motores a una disminución de potencia crítica. Fue en ese contexto donde Edith y Doris demostraron que el espíritu Porsche no entiende de límites.

Pero lo más innovador no estaba en la mecánica ni en la arquitectura del coche, sino en su corazón energético. Ambos 911 fueron alimentados exclusivamente por e-fuels, el combustible sintético de Porsche fabricado en Chile a partir de agua, dióxido de carbono del aire y energía renovable. Sin una sola gota de gasolina fósil, los motores giraron con fuerza y precisión. 

Porsche y sus socios desarrollan los e-fuels utilizando energía eólica para obtener hidrógeno del agua y CO₂ capturado del aire. Ambos elementos se combinan para formar un hidrocarburo limpio, que puede transformarse en metanol o gasolina sintética. Esta tecnología permite aprovechar infraestructuras ya existentes, como motores de combustión, depósitos y redes logísticas, sin generar emisiones netas de carbono. Es una alternativa realista y compatible con un futuro sostenible y, sobretodo, con una electromovilidad inclusiva. Existen más de 1.300 millones de coches con motor de combustión en el mundo, muchos de los cuales seguirán circulando durante décadas. Ofrecerles una alternativa sostenible es clave para lograr una transición justa.

Tras dos expediciones previas, en diciembre de 2023, los Porsche 911 Edith y Doris alcanzaron la cima, batiendo el récord mundial de altitud para un coche. Ambos vehículos fueron propulsados exclusivamente con e-fuels, marcando un antes y un después en la historia del automovilismo sostenible.

Pero los e-fuels no solo han demostrado su viabilidad en condiciones extremas como las de los Andes. La misma filosofía que llevó al 911 Edith al cielo se ha trasladado a los circuitos. En la primera carrera de la Porsche Mobil 1 Supercup 2024, celebrada en Imola, todos los vehículos compitieron utilizando e-fuels producidos por HIF en Chile. El resultado: una competición de alto nivel con emisiones notablemente reducidas.

El objetivo de Porsche es claro: combinar la emoción del motor con la responsabilidad medioambiental. La Supercup se conviertió así en un laboratorio rodante donde se puso a prueba esta tecnología en condiciones reales, validando su rendimiento, fiabilidad y sostenibilidad.

La hazaña de Edith y Doris es un símbolo. Un 911 ascendiendo a los confines del mundo no es solo una demostración de ingeniería; es una metáfora del camino que Porsche quiere seguir: subir más alto, llegar más lejos, hacerlo mejor. No se trata de elegir entre el pasado y el futuro, sino de unir ambos con inteligencia y pasión.

Toda esta aventura ha sido documentada en el largometraje Edith, disponible en Prime Video. Dirigida por Alyssa McClelland, la película va mucho más allá de una simple expedición a la cumbre: retrata la historia de las personas que hicieron posible este hito, los desafíos técnicos, humanos y medioambientales que enfrentaron, y el compromiso de Porsche con un futuro climáticamente neutro.

Con el 911 como icono eterno de la marca, Edith es también una metáfora del equilibrio que Porsche busca entre tradición e innovación. Porque mientras la electrificación avanza con modelos como el Taycan, Porsche mantiene vivo el espíritu de sus deportivos mediante tecnologías que permiten a sus motores seguir rugiendo… pero sin contaminar.