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Así transforma Porsche la IA en movilidad mejorada

La inteligencia artificial es parte de la estructura de Porsche. Desde el diseño y la seguridad hasta la experiencia personalizada, la IA actúa como multiplicador de la ingeniería tradicional. Al integrar esta tecnología de forma transversal, Porsche mantiene su liderazgo en un sector en plena transformación.

La inteligencia artificial ha pasado de ser un concepto abstracto a convertirse en una aliada indispensable para industrias que requieren precisión, rapidez y adaptabilidad. En el sector del automóvil, Porsche es unb referente en integrar esta tecnología con un objetivo claro: mejorar cada aspecto del vehículo, desde su concepción hasta su experiencia de uso. Con un enfoque práctico y colaborativo, Porsche aplica la IA para innovar sin perder la esencia del alto rendimiento y la eficiencia de prestaciones.

Porsche aplica la inteligencia artificial en distintas las fases del desarrollo de los deportivos. Desde la ingeniería técnica y la seguridad, hasta el desarrollo de sistemas de propulsión, la personalización de la experiencia del usuario, En todas estas áreas, la inteligencia artificial contribuye a que los deportivos Porsche sean más precisos en su funcionamiento, más eficientes en su desarrollo y más versátiles en su respuesta a distintas condiciones de uso.

Aplicar la IA en estos ámbitos permite a Porsche mantener su nivel de exigencia técnica, ganar agilidad en el desarrollo y adaptar cada deportivo con mayor precisión, sin perder la esencia artesanal que define a la marca.

 

1. Desarrollo de vehículos: eficiencia y precisión con modelos de lenguaje

El proceso de diseño y desarrollo de un vehículo implica analizar miles de requisitos técnicos, que tradicionalmente exigían una labor manual intensa por parte de ingenieros. Para agilizar este proceso, Porsche Engineering ha implementado modelos de lenguaje de gran escala (LLM), como ChatGPT y LLaMA, entrenados con datos internos de proyectos anteriores. Estos modelos son capaces de identificar incoherencias, vacíos técnicos o conflictos entre requisitos en cuestión de segundos.

Este enfoque reduce en un 50% el esfuerzo requerido en revisiones y mejora la calidad del producto desde las primeras etapas. Además, permite a los equipos centrarse en tareas más creativas y estratégicas. La automatización de este análisis técnico no solo acelera los plazos de desarrollo, sino que también establece un nuevo estándar de eficiencia en la industria.

 

2. Seguridad pasiva: simulaciones avanzadas con aprendizaje por refuerzo

Porsche aplica la IA en simulaciones de impacto para optimizar sus sistemas de seguridad pasiva y adaptarlos a distintos escenarios. Para ello, se ha incorporado el aprendizaje por refuerzo en simulaciones de impacto. Esta técnica permite optimizar la configuración de cinturones de seguridad, airbags y estructuras del vehículo mediante entornos virtuales que aprenden con cada iteración.

Antes, un test de choque virtual podía tardar 72 horas y requerir decenas de simulaciones por variante. Con la IA, se ha reducido hasta en un 80% el número de pruebas necesarias, sin perder rigor. Esto acelera el desarrollo de nuevos modelos y permite adaptaciones específicas para mercados con normativas diferentes. Además, Porsche puede evaluar más escenarios de riesgo, mejorando la protección integral del ocupante.

 

3. Rendimiento y control: sistemas de propulsión y calibración inteligente

La IA es clave para maximizar el rendimiento de los sistemas de propulsión y afinar el comportamiento dinámico del vehículo. En motores de combustión, Porsche emplea IA para anticipar la formación de espuma en el aceite, lo que puede comprometer la lubricación interna y, por tanto, la durabilidad del motor. En los modelos eléctricos, la IA permite estimar el envejecimiento de las baterías, detectar picos de temperatura y predecir la autonomía con más precisión.

Además, Porsche Engineering ha desarrollado PERL (Porsche Engineering Reinforcement Learning), una herramienta que automatiza la calibración de funciones como el control de tracción, la respuesta del acelerador o la suspensión activa. PERL ajusta parámetros en simulaciones virtuales y transfiere esos datos al entorno real, reduciendo costes y permitiendo adaptar cada Porsche a su estilo de conducción, entorno geográfico o tipo de neumático. Esto se traduce en vehículos más afinados, eficientes y versátiles.

La calibración de funciones como el control de tracción, la respuesta del acelerador o la suspensión activa solía requerir pruebas en carretera que consumían semanas de trabajo. Porsche Engineering ha creado PERL (Porsche Engineering Reinforcement Learning), una herramienta basada en IA que automatiza este proceso mediante simulaciones.

PERL puede ajustar parámetros de control en entornos virtuales y aplicar ese conocimiento al mundo real con una precisión sorprendente. Esto reduce costes y también permite adaptar la respuesta del deportivo a diferentes estilos de conducción, geografías o tipos de neumático. En consecuencia, cada Porsche puede afinarse de forma más exacta según su destino y cliente final.

 

5. Calidad e innovación: detección inteligente de anomalías

Durante las pruebas que realiza Porsche con sus vehículos, se recopilan miles de datos usando micrófonos, sensores, cámaras y dispositivos de seguimiento. Tradicionalmente, estos datos debían ser revisados manualmente, pero ahora se utilizan herramientas de inteligencia artificial para analizarlos al momento. Esto permite detectar problemas incluso antes de que ocurran, como un ruido inusual en el chasis o una reacción extraña en la suspensión.

Una de estas herramientas es Sounce, un sistema que escucha los ruidos del coche y los compara con grabaciones anteriores. Así puede reconocer si algo no suena como debería y avisar a los ingenieros. Otra tecnología, desarrollada junto a Peregrine.ai, emplea teléfonos móviles instalados en los vehículos de prueba para comprobar si las señales de tráfico que detecta el coche coinciden con las que detecta la IA externa. Si hay alguna diferencia, se guarda la imagen y se analizan los datos.

 

Gracias a estas soluciones, Porsche mejora el desarrollo de sus vehículos y también puede aplicar este tipo de análisis en los deportivos que ya están en manos de los clientes. Esto facilita diagnósticos a distancia, mantenimiento anticipado y actualizaciones más precisas. El resultado: coches más fiables y una experiencia de conducción más tranquila para quien va al volante.