La herencia del color en el Macan Eléctrico
Casi 60 colores. Décadas de historia. Y un SUV eléctrico que sigue escribiéndola. El nuevo Macan eléctrico recupera tonos legendarios de Porsche para interpretarlos sobre una carrocería del futuro. Cada uno cuenta algo. Todos hablan de lo que nos hace Porsche.
Cada deportivo Porsche tiene algo de único. Y cuando ese deportivo es eléctrico y se presenta con colores que forman parte del legado de Porsche, el vínculo con la historia se refuerza uniendo herencia e innovación. El nuevo Macan eléctrico puede configurarse con hasta 58 tonalidades distintas dentro del programa Paint to Sample. Alguno de estos colores a pesar de verse por primera vez en un deportivo SUV de Porsche cien por cien eléctrico, llevan décadas en nuestra historia. Narran el origen, la evolución y el carácter de Porsche.
El tono Irish Green, por ejemplo, fue el elegido por Ferry Porsche para su propio 901 en los años sesenta, y desde entonces se ha mantenido como un símbolo de elegancia clásica dentro de la gama. Amethyst Metallic apareció en los años noventa con una estética sofisticada y sirvió como color conmemorativo para el 911 aniversario, aportando profundidad visual y un brillo singular. Sapphire Blue Metallic se inspira en el icónico Minerva Blue, un azul vibrante muy presente en los 911 de los años setenta, que reflejaba el espíritu optimista de aquella época. Basalt Black Metallic fue protagonista en las ediciones especiales del 997 Carrera 4S, destacando por su sobriedad y acabado perlado. Auratium Green es uno de los verdes más antiguos de la paleta Porsche; lo encontramos en el 356 A de finales de los años cincuenta, y su tono apagado y elegante sigue transmitiendo la sobriedad de los primeros deportivos de la marca.
Guards Red, conocido como Rojo Guardia, es otro de los colores más emblemáticos de Porsche. Introducido en los años setenta, marcó toda una época siendo el color por excelencia de modelos como el 911 Carrera 3.2 de los ochenta. Fue omnipresente en catálogos, pósters y anuncios, y se convirtió en símbolo visual de la deportividad pura de Porsche. Su presencia también destacó en modelos de competición cliente como el 944 Turbo Cup, reforzando su identidad como color con carácter.
También están disponibles otros tonos con legado propio. Oak Green Metallic, un verde profundo con reflejos metálicos, fue característico de los 911 SC de los años ochenta. También están disponibles otros tonos con legado propio. Racing Red, con su tono intenso y deportivo, evoca los colores utilizados en los Porsche de competición en los años 60 y 70, como los 904 Carrera GTS o los primeros 911 del mundo de los rallies. Speed Yellow, por su parte, representa la evolución de los tonos vibrantes hacia una estética más contemporánea, muy presente en los 911 de los años noventa y símbolo de una deportividad extrovertida y radical.
El atractivo de estos colores radica en su carga emocional. Son una forma de recordar y reinterpretar. Cada cliente que escoge uno de ellos para su Macan eléctrico añade una capa de historia a su deportivo. Y eso convierte cada unidad en una pieza única e irrepetible.
En el exterior, los contrastes posibles en elementos como las llantas, las pinzas de freno u otros detalles permiten que el color elegido sea aún más protagonista. En el interior, cada tono refuerza el lujo de poder personalizar al extremo un deportivo ya de por sí único.
Esta posibilidad de vestir un modelo de última generación con colores del pasado demuestra que el ADN Porsche permanece intacto. Y que la electrificación no es una ruptura, sino una continuidad.
Así, cada Macan eléctrico con pintura histórica cuenta algo. Habla de quien lo elige y también de todo lo que Porsche ha sido y de lo que está por venir. Porque si algo define a un deportivo Porsche, es su capacidad para reinventarse sin dejar de ser fiel a sí mismo. Incluso cuando cambia todo, el carácter y la esencia permanecen.
Por eso, cuando uno se cruza con un Macan eléctrico en tono Guards Red, Irish Green o Sapphire Blue Metallic, no ve solo un color. Ve una actitud. Una elección deliberada. Una interpretación contemporánea de una historia que no deja de escribirse.