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El Macan se acerca a la idea de un hub digital en carretera

Con la actualización prevista para 2026, el Macan se confirma como hub digital, un deportivo que integra asistencia inteligente, entretenimiento, conectividad avanzada y control por voz con IA en un ecosistema único.

La conectividad es parte del ADN de un deportivo Porsche, solo así se puede entender como completa la experiencia de conducir un Porsche. Con la última actualización anunciada para el Macan, prevista para 2026, el primer SUV eléctrico de Porsche se consolida como un auténtico hub digital. Un centro de vida conectado donde conviven asistencia inteligente, entretenimiento nativo, control por voz con IA y una integración fluida con el ecosistema del usuario. Todo ello con una premisa clara: sumar una comodidad de lujo y precisión al carácter deportivo del Macan.

El punto de partida es la arquitectura digital del Macan. El sistema Porsche Driver Experience, con tres pantallas (instrumentación curva de 12,6 pulgadas, display central de 10,9 pulgadas y una pantalla opcional de 10,9 pulgadas para el acompañante), crea una interfaz coherente y rápida. Esta disposición permite que las funciones de conducción se mantengan siempre accesibles para el conductor, mientras el copiloto puede gestionar apps, contenidos o navegación sin interferir. En paralelo, el App Center amplía de verdad las posibilidades del habitáculo: música en streaming, pódcasts, vídeo bajo demanda y, como novedad relevante, juegos integrados que convierten las pausas en parte de la experiencia.

Este impulso de entretenimiento llega con nombres propios. Gameloft y Obscure Interactive se incorporan al App Center; sus títulos pueden manejarse desde la pantalla táctil o con un controlador Bluetooth. AirConsole añade una biblioteca de juegos familiares y clásicos controlables desde el móvil, con la posibilidad de que acompañante y plazas traseras jueguen de forma individual o conjunta. Si se combina con la pantalla del acompañante y auriculares Bluetooth, cada pasajero disfruta de su propio universo sonoro sin distracciones para el conductor.

La llave también se vuelve digital. Porsche Digital Key integra el acceso Comfort con iPhone y Apple Watch, mediante Apple Wallet, y con dispositivos Android compatibles a través de una cartera nativa. Gracias a NFC, Bluetooth Low Energy y Ultra‑Wideband, el deportivo puede abrirse, cerrarse y arrancar con el smartphone o el reloj en el bolsillo. Desde la app My Porsche se gestionan funciones remotas como la apertura de los compartimentos de carga o del maletero delantero.

En conducción y maniobras, el Macan profundiza en la asistencia inteligente. El sistema Surround View con ayuda activa al aparcamiento ofrece una visión de 360 grados con cuatro cámaras de alta resolución y detecta plazas adecuadas para estacionar; el deportivo controla la dirección, el acelerador y el freno para aparcar en batería o en paralelo con una precisión sorprendente. La nueva función de capó transparente proyecta en la pantalla central una vista virtual de la zona delantera para visualizar obstáculos situados fuera de la línea de visión. Trained Parking aprende rutinas de aparcamiento en entornos habituales (el garaje de casa o del trabajo) y las ejecuta automáticamente tras una primera maniobra manual. Reversing Assist memoriza recorridos de hasta 50 metros y puede reproducirlos marcha atrás de forma autónoma, ideal para accesos estrechos o aparcamientos sinuosos. En todos los casos, el conductor conserva el control.

El control por voz da un salto cualitativo. Voice Pilot integra inteligencia artificial y utiliza varios modelos lingüísticos en segundo plano para entender preguntas complejas y encadenadas, reconocer a qué se refieren determinadas afirmaciones y actuar como un manual integrado capaz de resolver dudas sobre el uso del deportivo con la voz. El resultado es un copiloto digital que simplifica la relación con el Macan y libera atención para lo importante: disfrutar del trayecto.

Planificar con precisión también es parte del lujo. El Porsche Charging Planner recibe una puesta al día que permite al conductor dar prioridad o excluir estaciones y proveedores concretos al trazar su viaje. Este nivel de control, junto con la información sobre estado de la batería, tipo de vía y condiciones, optimiza paradas y tiempos. 

La conectividad no vive aislada de la dinámica. El chasis con amortiguadores de dos válvulas y la dirección en el eje trasero, ambas novedades en la gama Macan, dialogan con los sistemas digitales para afinar respuestas y aportar confianza. La instrumentación curva, el head‑up display con realidad aumentada y el ecosistema de pantallas refuerzan esa sensación de control sereno que define a un Porsche.

En este contexto, el Macan es un deportivo que se integra en el día a día con naturalidad: planifica, ayuda a aparcar, entretiene mientras recarga, responde con la voz y se abre con el móvil. Todo ello sin ceder un milímetro en lo que tradicionalmente ha significado conducir un Porsche como la precisión, el carácter y la pasión por los deportivos. La actualización anunciada sitúa el listón de la experiencia a bordo un paso por delante y confirma la visión de la electromovilidad Porsche no consiste solo en cómo se mueve un deportivo, sino en cómo acompaña a su conductor antes, durante y después de cada viaje.