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El día en que el Panamera detuvo el cronómetro en Road Atlanta

El Panamera Turbo S E-Hybrid se alzó como protagonista en Road Atlanta al marcar un tiempo de 1:30.98 minutos. Con esa vuelta, estableció un nuevo récord para las berlinas de altas prestaciones en un trazado de referencia en Estados Unidos.

Bajo el mando de Patrick Long, piloto oficial y embajador de Porsche, el Panamera Turbo S E-Hybrid demostró cómo la combinación de un motor V8 biturbo con un sistema eléctrico de apoyo, hasta 771 CV en total, y la nueva suspensión Active Ride podía transformar la hibridación en ventaja competitiva. La fluidez entre regeneración y boost eléctrico permitió rodar al límite con una precisión inédita.

Esa demostración confirmó que la hibridación en Porsche no es solo una cuestión de eficiencia, sino también una fuente de emoción y rendimiento.

 

Un récord con sello Panamera

La marca anterior en Road Atlanta estaba en poder de la generación previa, el Panamera Turbo S, con un tiempo de 1:31.51. El nuevo Panamera Turbo S E-Hybrid no solo rebajó esa cifra, sino que lo hizo con un equipamiento completo de serie: neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 ND1 desarrollados específicamente para el modelo, frenos carbocerámicos y un interior de lujo con detalles como asientos traseros ventilados y tapicería Club Leather. En este coche, confort y prestaciones comparten protagonismo al más alto nivel.

Patrick Long describió la experiencia como “mucho más natural en el límite”, destacando la manera en que el sistema híbrido equilibra la regeneración en frenada con el impulso eléctrico al acelerar. Ese carácter seamless convierte cada curva en una oportunidad para ganar confianza y cada frenada en un momento para acumular energía y transformarla en rendimiento.

El Panamera Turbo S E-Hybrid combina el refinamiento de un gran turismo con una base tecnológica inspirada en la competición. La clave está en la integración del motor V8 biturbo con el sistema eléctrico, que no solo eleva la potencia máxima, sino que permite gestionar mejor la entrega en cada situación. La nueva suspensión Active Ride lleva esa capacidad al siguiente nivel, ajustando en tiempo real la posición de la carrocería para que los neumáticos mantengan el máximo contacto con el asfalto.

El resultado es una conducción en la que potencia, control y confianza se entrelazan. Esa precisión se percibe en pista, pero también está pensada para trasladarse a la carretera, donde el Panamera híbrido enchufable mantiene intacta su faceta de gran turismo de lujo.

 

La herencia de la competición híbrida

El récord en Road Atlanta no se entiende sin mirar atrás. En 2010, Porsche sorprendió al mundo con el 911 GT3 R Hybrid, un coche experimental que compitió en Nürburgring y en Petit Le Mans. Aquel prototipo, con su sistema de volante de inercia y motores eléctricos en el eje delantero, no buscaba trofeos sino conocimiento. Y lo consiguió, ya que, enseñó a aprovechar el impulso eléctrico para acelerar, a gestionar energía en frenada regenerativa y a aplicar torque vectoring con una precisión inédita en su época.

De esas lecciones nacería el 918 Spyder, superdeportivo híbrido enchufable que demostró al mundo que la electrificación también podía ser sinónimo de emoción y récords. Hoy, ese legado se materializa en modelos de serie como el Panamera Turbo S E-Hybrid, capaces de combinar lujo y eficiencia con un rendimiento a la altura de los mejores deportivos.

La vuelta en Road Atlanta confirmó que en el Panamera, el motor de combustión y el eléctrico conviven y colaboran. Y juntos dan forma a una berlina deportiva de lujo que puede cubrir largas distancias con elegancia y, al mismo tiempo, parar el cronómetro en un circuito de talla mundial.

Más allá del récord, el Panamera Turbo S E-Hybrid refuerza el compromiso de Porsche con ofrecer una gama amplia y flexible: motores de combustión, híbridos enchufables y eléctricos de batería, todos con un denominador común, el ADN deportivo que ha definido a Porsche desde sus orígenes.

El Panamera Turbo S E-Hybrid dejó su huella en Road Atlanta con una vuelta de 1:30.98 minutos que ya forma parte de la historia. Ese día, la hibridación se confirmó como una ventaja competitiva, heredera de la innovación de la pista y proyectada hacia el futuro de la carretera. En cada curva, en cada frenada y en cada impulso eléctrico, el Panamera demostró que la electrificación en Porsche es un camino hacia más emoción, más precisión y más rendimiento.