Los próximos días 8 y 9 de julio se va a celebrar en Portugal el primer Porsche...
Gran éxito del I Porsche Iberian Meeting
El pasado fin de semana tuvo lugar en el país vecino el I Porsche Iberian Meeting, una concentración en la que se dieron cita modelos de la marca de todas las épocas y que, por cuestiones logísticas, tuvo que limitarse a 356 coches participantes. Esa cifra simbólica, elegida como homenaje a la denominación del primer deportivo construido con el nombre Porsche, supone un récord en la península Ibérica y se hubiera superado con creces visto el enorme interés mostrado por los clientes, que acudieron con sus preciadas joyas desde lugares tan recónditos como Sudáfrica.
Dado el éxito de la convocatoria, la intención es que este evento internacional tenga carácter anual, alternándose la sede entre nuestro país, que acogería el del próximo año, y Portugal.
La histórica reunión de porschistas, en la que participó como un aficionado más el Director General de Porsche Ibérica, Tomás Villén, contó también con la presencia de tres ilustres personajes de la “Casa”: el extraordinario piloto Mark Webber, campeón del mundo de Resistencia en 2016 y actual embajador de Porsche; August Achleitner, Vicepresidente de la Línea de Productos Deportivos y conocido cariñosamente como “Míster 911”; y Roberto Gómez, el ingeniero español de datos del Equipo Porsche LMP1 que participa en el Mundial de Resistencia y que ha ganado recientemente las 24 Horas de Le Mans por tercera vez consecutiva.
El evento partió en la mañana del sábado 8 de julio de la Marina de Cascais, con un impresionante desfile de los 356 Porsche a lo largo de la Avenida Marginal, donde miles de personas contemplaban extasiadas el espectáculo. Los modelos de Stuttgart se dividieron en seis categorías, atendiendo a su antigüedad y tipología: por un lado estaban los veteranos “356” (356, 356 A, 356 B, 356 C), a quienes seguía el pelotón de los “911/912/914” (912, 912 E, 914, 911 Classic, 964, 993, 996, 997, 991) y “Transaxle” (924, 944, 928, 968). De ahí se daba un salto a la era más moderna con los “Boxster/Cayman” (986, 987, 981, 718)
y “Panamera” (970, 971). Y, por último, rodaban majestuosos los “Supercars”, los deportivos más vanguardistas de sus respectivos tiempos, el 959, el Carrera GT y el 918 Spyder, todos ellos con una carga tecnológica apabullante y que ya se han convertido en auténticas piezas de colección.
La ruta continuó hacia Évora donde, tras un almuerzo en el aeródromo de la ciudad, se realizó una Power Street Stage, una prueba de regularidad por las calles de la bella localidad portuguesa, que también estuvo acompañada de numeroso público.
La jornada de ruta terminaba en el Autódromo Internacional del Algarve, el conocido Circuito de Portimao, después de haber recorrido más de 400 kilómetros por carreteras interiores y del litoral. Allí tenía lugar una cena de gala, donde el Presidente del Club Porsche Portugal, Antonio Branco, y el Director General de Porsche Ibérica se dirigieron a los asistentes para darles las gracias por su apoyo incondicional a la marca. Tomás Villén hacía suyas unas palabras de Ferry Porsche en la parte final de su discurso: “Con el tiempo, nuestros clientes se han convertido en amigos con los que tenemos relación constante y nos ayudan a mejorar nuestros coches”. Y luego daba paso a una sorpresa que dejó a todos boquiabiertos, la entrada en el escenario del nuevo Porsche 911 GT2 RS, que con sus 700 caballos se ha convertido en el 911 más potente de todos los tiempos. Mark Webber y August Achleitner fueron los encargados de presentarlo.
La gran fiesta Porsche terminaba el domingo 9 de julio con diversas actividades en el Circuito de Portimao. Primero se hizo un slalom en la recta de meta, más tarde hubo una exhibición por parte de un piloto profesional y, a continuación, uno de los momentos más esperados: las sesiones de entrenamientos libres y cronometrados, donde los participantes pudieron disfrutar de la conducción al volante de sus Porsche en uno de los trazados más bellos y exigentes que se han construido en los últimos tiempos.
Por la tarde, la foto de familia ponía fin a dos días inolvidables, plagados de anécdotas y con el buen ambiente que se genera cuando todos los asistentes tienen una pasión en común, en este caso la marca Porsche.