Prototipo 995, un encargo secreto del gobierno para Porsche

El Porsche 995 es uno de los proyectos secretos de Zuffenhausen más llamativos de todos los que han salido a la luz. Fue un concept car para la investigación tecnológica encargado en 1978 por el gobierno de la todavía existente República Federal de Alemania (la occidental), más concretamente por el Ministerio Federal de Investigación y Tecnología.

No sabemos si la Guerra Fría tuvo algo que ver en todo esto, aunque, teniendo en cuenta las habituales paranoias del histórico proceso, no sería tan extraño. En cualquier caso, Porsche desarrolló, durante los años 1978 y 1979, un concept car para la posible construcción de un automóvil deportivo del futuro.

Este prototipo de cuatro puertas y cuatro plazas tenía como objetivos primordiales el desarrollo de la economía de combustible, la seguridad y la reducción de las emisiones de ruido. Centraron su investigación básicamente en estos tres pilares.

Así, a priori, está claro que no responden precisamente a los atributos habituales de cualquier Porsche, si no, más bien, a los de un posible coche espía. Desde luego que, si estaban pensando en fabricar uno, nadie en el mundo lo habría diseñado con mayor precisión y fiabilidad que Porsche.

Los ingenieros de Porsche se valieron de un 928 como base tecnológica para el prototipo; compartieron dirección, frenos y gran parte de la electrónica.

Como características especiales de este Concept Car, destacan la transmisión de doble embrague de cinco velocidades junto con dos motores de gasolina de bajo consumo. El plan original contemplaba un motor V8 de tres litros y alta compresión con desactivación automática de cilindros para reducir el consumo o, como alternativa, uno de cuatro cilindros y cuatro válvulas de 2.2 litros.

El rendimiento era de 130CV y era capaz de alcanzar hasta 210 km/h con un consumo medio a los 100 km de tan solo 9 litros, una cifra muy ajustada para la época. Fueron capaces de lograr estas cifras, entre otras cosas, por la peculiar carrocería aerodinámica construida en aluminio ligero a la que Porsche parecía no tener intención alguna de ponerle una cubierta; sin ella, el protiotipo a penas llegaba a los 1300 kg

Era un coche de finales de los 70 que ofrecía innovaciones con las que todavía podemos deleitarnos en la actualidad. Además de la desconexión automática de cilindros, el cambio de doble embrague de cinco velocidades que incorporaba se controlaba electrónicamente sin dejar pasar el gas, lo que otorgaba al piloto la capacidad de conducirlo sin tener que levantar el pie del acelerador; esto contribuía a la eficiencia del sistema de tracción y reducía, a su vez, posibles ruidos involuntarios no deseados

El Prototipo 995 incorporaba, además de un paquete completo de medidas de seguridad pasivas, un sistema optimizado de frenos antibloqueo que mejoraba la seguridad de la conducción activa.

El desarrollo, la investigación y el trabajo meticuloso son rasgos del carácter y la naturaleza de Porsche. Hoy, más de 4.500 ingenieros trabajan en el Centro de Desarrollo de Porsche en Weissach asegurando que nuestra marca se mantenga siempre un paso por delante.

Aunque muchas grandes ideas no llegan a la producción por razones técnicas, económicas o, como en este caso, desconocidas, es evidente que hoy, como antiguamente, Porsche tiene que seguir ocultando algunos de los proyectos en los que está trabajando; el camino hacia la excelencia no se recorre en línea recta.