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Carl Cox, pasión por la deportividad con su 911 GT3 RS
A los niños de los 90 quizás el nombre de Carl Cox no les diga demasiado. Pero si viviste tu juventud en esa década, quizás te suenen los éxitos del que es considerado el quinto mejor DJ de la historia, y el primero en calidad y técnica musical. La velocidad y la emoción con la que Cox hacía volar en las fiestas de Ibiza es la misma que siente cuando se sube en su 911 GT3 RS, quizás uno de los modelos más obsesivamente deportivos de Porsche.
Con quince años, entregado a la disco music, Cox comenzó su carrera de DJ. Poco a poco se introdujo en el techno, lo que le lanzó rápidamente a la fama. Las ‘raves’ británicas se morían por incluir en sus listas la mezcla hipnótica del embajador del acid house. En el año 1999, Carl inaugura su propia firma, Intec Records, con la que encadenaría un hit detrás de otro en la escena de la electrónica durante ocho años.
Lo cierto es que el nombre de Carl está íntimamente ligado a Ibiza. La archiconocida discoteca Space en la isla le acogió como DJ residente durante nada menos que 15 años. El rey del techno se esforzó cada año para que el ambiente, noche tras noche, ilusionara y emocionara a todos los asistentes. Cuando el club anunció que cerraría sus puertas, Carl llenó el aforo al máximo en todas las sesiones a lo largo de 15 semanas, marcando un hito en la escena de la isla.
¿Hay algo que le emocione a un DJ más que la música? Para Cox, es el mundo del motor. Desde niño, su obsesión eran los coches y se ha hecho con todos los que le han seducido. “A mi padre, le encantaban los coches y a mí me gustan desde los ocho o los nueve años. Lo primero que tuve fue un Morris Traveller y pagué como 20 libras por él. Era una auténtica chatarra”.
A día de hoy, queda muy atrás su primer coche, puesto que cuenta con más de cien vehículos de lujo en su colección, además de su propio equipo de motociclismo. Por mucho que le intenten convencer, Cox tiene claro cuál es uno de sus grandes favoritos, el deportivo Porsche 911 GT3 RS.
“Es un clásico moderno y del futuro. Si te gusta conducir, es uno de los mejores coches que vas a probar nunca. Me hace sentir que soy un héroe, con toda esa electrónica que te ayudan a moverte tan rápido como quieras”
Hay que tener en cuenta que el origen de este concepto se remonta a los años 70, al espectacular 2.7 RS del 73, que fue fabricado como un coche de carreras homologado con su característico alerón en forma de cola de pato, menos de 1.000 kilos de peso, componentes de alta tecnología y un motor de 210 CV. Andreas Preuninger, Director de Desarrollo de los GT de Porsche, volvió a inspirarse en la historia para crear con el 996 la primera versión conocida como 911 GT3 RS en 2004. Esta versión, tenía muchos parecidos con el original, como los vinilos de los laterales, su pequeño alerón en forma de cola de pato respaldado por un espectacular alerón de carreras, que se ha convertido en su seña de identidad.
En 2006, se presentó su relevo con la versión 997, pero ofrecía un rendimiento superior e incluía detalles como el aire acondicionado o la radio. Montaba un motor bóxer 3.6 de 415 CV, suficiente para rebajar en dos décimas el tiempo de aceleración de 0-100 de su predecesor: 4,2 segundos.
El Porsche 911 GT3 RS de Carl Cox es la versión 991, que se presentó en 2013, cuenta con un motor un bóxer atmosférico de seis cilindros, 3,8 litros de cilindrada que proporciona 476 CV. Tiene una aerodinámica muy trabajada y un chasis retocado convenientemente con dirección a las cuatro ruedas. Es un deportivo orientado al circuito, enfocado exclusivamente a poder frenar lo más tarde posible antes de una curva, recorrerla con la máxima precisión, y con la ventaja de poder ser disfrutado también por ciudad.
Un creador de emociones como Carl Cox no podía dejar pasar la oportunidad de conducir otro creador de emociones, el 911GT3 RS.
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