El Porsche 356 fue el primer automóvil de serie fabricado por la marca automovilística...
Cinco leyendas de Porsche que son más que un recuerdo
Los recuerdos siempre son un bien preciado, especialmente si han marcado un hito histórico como lo hicieron estos cinco modelos de coches refrigerados por aire de Porsche. Cada uno de ellos tiene una historia que sirve como escenario para recordar algunos momentos vividos en el pasado que terminaron marcando el futuro.
Los recuerdos siempre son un bien preciado, especialmente si han marcado un hito histórico como lo hicieron estos cinco modelos de coches refrigerados por aire de Porsche. Cada uno de ellos tiene una historia que sirve como escenario para recordar algunos momentos vividos en el pasado que terminaron marcando el futuro.
Porsche 356 B GS Carrera GT
Con una tecnología muy vanguardista para su época, el Porsche 356 B GS Carrera GT es un deportivo creado en la década de los 1960 como una versión mejorada del modelo anterior, el Porsche 356 A.
El 356 llegaba no solo con un nuevo diseño más ancho y bajo que su predecesor, lo que mejoraba su estabilidad y maniobrabilidad, también con una tecnología innovadora como la de las piezas móviles de la carrocería de aluminio o la dirección de seguridad con amortiguadores hidráulicos. A partir de 1955 todos los vehículos con motor de competición llevaron el nombre adicional “Carrera” en homenaje a la Carrera Panamericana, una competición de resistencia celebrada en México en la que Porsche triunfo con modelos como el 550 Spyder.
Equipado con un motor bóxer de cuatro cilindros que producía 175 CV (129 kW) de potencia y contaba con una cilindrada de 1.966 cm³, este modelo fue diseñado para la competición. El rendimiento del Carrera GT era impresionante para su época, alcanzando una velocidad máxima de 220 km/h en el año de su lanzamiento, 1960.
Porsche 804 Formel 1
Dan Gurney ganó el "Gran Premio de Francia" en Rouen en julio de 1962 con el siguiente modelo refrigerado por aire que repasamos hoy, el Porsche 804 Formel 1. Con él se demostró que para Porsche no hay carrera inalcanzable, ni siquiera la Fórmula 1. Gurney se hizo también con la victoria en el circuito de Solitude de Stuttgart con un precioso monoplaza con motor bóxer de ocho cilindros, una cilindrada de 1.494 cm³ y 185 CV de potencia (136 kW).
A pesar de que el motor no era el más potente de la época, el 804 compensaba con una excelente maniobrabilidad y una inmejorable relación de peso y potencia. Sus ligerísimos 461 kilogramos lograban que alcanzara una velocidad máxima de 270 km/h.
Estaba equipado con frenos de disco y brazos transversales dobles, y fue inspiración de muchos vehículos de competición desarrollados por Porsche, como el legendario 917 de Le Mans.
El único coche de Fórmula 1 construido íntegramente por Porsche, fue innovador en su diseño de carrocería, fabricada en una fibra de vidrio aerodinámica que se ajustaba perfectamente al motor. A pesar de que el Porsche 804 tuvo una corta vida en la Fórmula 1, su legado se mantiene hasta el día de hoy.
Porsche 908/3 Spyder
Un motor bóxer de ocho cilindros opuestos horizontalmente con una cilindrada de 2.997 cm³ y una potencia de 350 CV (257 kW). La velocidad máxima: 275 km/h. Se consiguen gracias a que solo pesa 545 kilogramos, una muestra de cómo una construcción ligera y una disposición de los pesos muy medida puede llevar a la victoria. Y aunque el equipo de Porsche sólo lo utilizó en cuatro ocasiones, consiguió ganar en tres de ellas. Una de las victorias es especialmente significativa porque Jo Siffert y Brian Redman se hicieron con el triunfo en su debut en la carrera Targa Florio celebrada en Sicilia en el año 1970.
Impulsado por la necesidad de Porsche de competir con los prototipos más ligeros y ágiles de sus competidores en las carreras de resistencia. Para lograr este objetivo, el equipo de diseño de Porsche se centró en la construcción de un automóvil muy ligero y aerodinámico. La carrocería fue diseñada para minimizar la resistencia al aire y optimizar la velocidad máxima del automóvil.
El conductor y el motor se desplazaron hacia delante en beneficio de una mejor distribución del peso. La carrocería, compuesta por material plástico reforzado con espuma de sólo doce kilogramos del peso total, es un suma y sigue en cuanto a ligereza, el puto fuerte de este increíble coche.
Porsche 917 LH
El Porsche 917 LH, también conocido como el 917 de cola larga, es un icónico coche de carreras famoso por su aerodinámica distintiva y su rendimiento excepcional en la pista. Diseñado por Porsche para competir en el Campeonato del Mundo de Resistencia de la FIA a principios de la década de 1970, no tardó demasiado en convertirse en una leyenda.
La carrera de Le Mans fue el punto de inflexión para este Porsche 917 LH. El 11 de junio de 1970 Kurt Ahrens marcó el tiempo más rápido en los entrenamientos y fue el primero en romper la barrera de los 240 km/h con una velocidad media de 242,685 km/h. El mejor tiempo en la calificación y la base para la primera victoria general de Le Mans de Porsche. Sin embargo, un fallo en el motor destruyó su oportunidad de hacerse con la victoria, a pesar de haber logrado la vuelta más rápida de la carrera con 241,236 km/h.
Un motor de 12 cilindros en V 180˚, una cilindrada de 4.907 cm³ y una potencia de 600 CV (441 kW). Su peso, 800 kg. El diseño, con una silueta muy distintiva, hacía de la cola larga del 917 LH el centro de atención. Fue el resultado de un intento de Porsche por mejorar la aerodinámica del coche en las rectas largas, lo que se traduciría en una mayor velocidad y eficiencia en la pista. Para lograr esto, se agregó una sección trasera extendida que redujo la resistencia del aire y aumentó la estabilidad del vehículo en altas velocidades.
Porsche 993 Turbo S 3.6.
La etapa de los motores refrigerados por aire terminó con la cuarta generación del icónico Porsche 911 en 1998. El Porsche 993 Turbo S 3.6. marca el punto y final de una de las etapas más bonitas de la marca, y el modelo es una versión mejorada y más potente del Porsche 993 Turbo.
Un motor de seis cilindros bóxer biturbo de 3,6 litros, capaz de producir una potencia máxima de 450 CV que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 4,5 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 300 km/h. El Porsche 993 Turbo S 3.6. es un coche aún más rápido y ágil en la pista. Junto a las mejoras en la gestión del motor, la suspensión, los frenos y los nuevos elementos de fibra de carbono para reducir el peso del vehículo, se convierte en un deportivo con un rendimiento excepcional.
El diseño exterior del Porsche 993 Turbo S 3.6 también es impresionante. Con un distintivo alerón trasero más grande y sus grandes tomas de aire delanteras y traseras, es una bella bestia salvaje con un inconfundible sonido.
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