”Conducir o no conducir, esa es la cuestión.”
En los...
Con el objetivo de sustituir un coche mítico, el Porsche 936 que ganó tres años en Le Mans con Jacky Ickx como piloto, Porsche creó un nuevo coche tan fiero en la pista que se convirtió en uno de los más competitivos de su historia, el Porsche 956.
Diseñado por Norbert Singer en 1981 el 956 fue creado para sustituir la cabina abierta de su antecesor el Porsche 936. El modelo se diseñó para que cumpliera la nueva normativa de la categoría Grupo C. En lugar de alerones, la aerodinámica nacía de las ruedas delanteras y traseras gracias a su efecto suelo y de la ligera angulación de la posición del motor, que combinaba a la perfección con su fácil conducción.
El bajo consumo de su motor bóxer turbo de 6 cilindros refrigerado por aire y de 2.65 litros, era una de las claves de su excelente comportamiento, ideal para pruebas de resistencia. Alcanzaba los 372 km/h y pesaba solo 840 kilogramos, lo que lo le impedía alcanzar hasta 630 CV.
En el año 1982, Porsche comenzaba su mejor época en Le Mans y lo hacía con una triple victoria. Tres modelos del Porsche 956 en las tres primeras posiciones y liderados por la pareja de pilotos formada por Jacky Ickx y Derek Bell, marcaban el inicio de una década asombrosa.
1983 fue un año casi perfecto. Con sus Porsche 956, consiguió en Le Mans nueve de los diez primeros puestos. Todos menos la novena plaza. La victoria absoluta fue esta vez para el equipo Rothmans-Porsche con Vern Schuppan, Al Holbert y Hurley Haywood como pilotos de un año récord.
Un año más tarde se replicó la victoria en Le Mans. Los siete primeros puestos fueron para siete Porsche 956. Fue la última victoria de una pareja de pilotos ya que a partir de ese año los equipos siempre han estado compuestos por un trío. Henry Pescarolo y Klaus Ludwig firmaron ese primer puesto en el año 1984 en una carrera más competitiva.
En el año 1985, Porsche marcó su décima victoria en Le Mans liderando 347 vueltas de las 373 de carrera. Usando el mismo Porche que se hizo con el primer puesto el año anterior, el equipo Joest se hizo con su segunda victoria consecutiva, esta vez con los pilotos Klaus Ludwig, Paolo Barilla y John Winter.
Aunque el Porsche 956 debutó en el año 1982, fue en 1985 cuando se tuvo que modificar ligeramente y convertirse en el 962 para competir en la serie estadounidense IMSA. Incorporó una serie de modificaciones como la jaula de acero antivuelco sobre el chasis como medida de seguridad extra. Este Porsche 956/962 con motor de hasta 3.0 litros bóxer biturbo de 6 cilindros y 680 CV, alcanzaba una velocidad punta de 370 km/h.
Ya con el nuevo modelo, el 962C, Porsche consiguió dos puestos en el podio de Le Mans en el año 1986. El 962C de Oscar Larrauri, Joël Gouhier y el piloto español Jesús Pareja se quedaba en segunda posición y el equipo oficial de Porsche con Derek Bell -que llevó el modelo 962 a 21 victorias en apenas tres años-, Hans-Joachim Stuck y Al Holbert se hizo con la victoria, hazaña que repitió un año más tarde. En 1987 Porsche alcanzaba así su séptima victoria consecutiva, coronándose como el rey de Le Mans en la década de los 80.
Pero la historia del Porsche 956/962 no termina ahí, ni mucho menos. A pesar de que muchos podrían considerarlo un modelo vintage, en el año 1994 Porsche demostró que sus diseños son atemporales hasta en los coches de competición. Renació trece años después de su diseño inicial, y el 962C heredero de ese 956 volvió a correr.
El equipo Dauer Racing desarrolló una versión de calle a partir de la cual se pudo homologar el coche para la categoría GT1, y Yannick Dalmas, Hurley Haywood y Mauro Baldi se hicieron con la victoria. La número trece de la historia de Porsche.
Si hay un modelo icónico y que se relaciona de forma innegable con el poder en las carreras de resistencia, es el Porsche 956/962. El mejor representante de la época dorada de Porsche en Le Mans. Hasta ahora.
”Conducir o no conducir, esa es la cuestión.”
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