Cuando pensamos en un coche se nos vienen a la cabeza muchos detalles. El motor. La...
Porsche 993: el clásico moderno más deseado
Llegó al mercado para tomarle el relevo a la serie 964 y se convirtió en una revolución técnica en su género y a su vez, en el último en su especie. Diferente, único y una revolución para la historia del Porsche 911. Conocido como 993, esta cuarta generación del deportivo más icónico de Porsche se ha convertido con los años en uno de los coches clásicos más codiciados.
Su nuevo diseño reinterpretaba al 911 que ya se conocía y del que cualquier amante de los deportivos ya estaba enamorado. En el año 1993 se mostró por primera vez este 993 que daba un giro a la estética y conseguía mejorarla, convirtiéndose en poco tiempo en uno de los favoritos de los amantes de Porsche. Casi cada curva se convirtió en nueva. Todo cambio excepto la línea del techo. El resto era nuevo, fresco y muy atractivo. Desde la integración de unos nuevos faros polielipsoidales hasta una trasera con los pilotos en ángulo que sigue atrayendo desde el primer vistazo.
Los spoilers delanteros del 993 eran más anchos y planos y el capó del maletero más corto y sin el labio de goma negro que unía la carrocería y el paragolpes en el modelo G y en el 964. La forma de los spoilers traseros también era más ancha. Los paragolpes, tanto el delantero como el trasero se integraban de una forma suave y perfecta con el resto de la carrocería.
Porsche presentó el 993 en sus versiones Coupé y Cabriolet, pero el Targa no tardó mucho tiempo en llegar. En el año 1995 aparecía cambiando el techo desmontable por un gran techo de cristal en el que no había arco antivuelco anterior. El techo se deslizaba mediante un mecanismo eléctrico por debajo de la luna trasera. En 1995 se sumaron las versiones con tracción total Carrera 4 y 911 Turbo, y en 1996 y 1997 aparecieron el Carrera 4S y el Carrera S.
El Porsche 993 tenía un motor bóxer de seis cilindros que comenzó dando 272 caballos de potencia que, en el modelo de dos válvulas con encendido de doble bujía que se fabricó a partir de 1995 rendía 285 caballos. La transmisión manual contaba con una sexta marcha larga que le permitía alcanzar los 270 km/h y que era la primera vez que se utilizaba en un Porsche 911.
A nivel técnico se incluyó por primera vez la suspensión trasera multibrazo y en 1995 se actualizó también el tren de rodaje que para el 911 Turbo con tracción integral de serie, incorporaba dos turbocompresores. De esta forma se aumentaban a 408 los caballos. Un impresionante alerón remataba las nuevas líneas de la cuarta generación del Porsche 911.
El Carrera 4S de tracción integral y el Carrera S nacieron también como variantes de esta cuarta generación del 911, ambos con la carrocería ancha y el chasis del 911 Turbo, pero sin su alerón posterior.
Pero lo que el Porsche 993 sea realmente único es que fue el Porsche 911 que cerró la era de la refrigeración por aire. De la serie 993 se produjeron 68.881 deportivos hasta que en 1998 terminaba esta primera etapa del icono. La refrigeración por aire en los Porsche 911 duró 35 años y el 993 cerraba esa primera era de la mejor forma posible.
En el mundo del motorsport también tuvo su sitio por ejemplo con el Porsche 993 GT2. Producido a partir del 993 Turbo, estaba pensado para para competir en las carreras de clase FIA GT2, y se usó como coche de seguridad durante la temporada de 1995 de la Fórmula Uno.
Tal fue el impacto en la historia de Porsche que tuvo el 993, que en el año 2018 se presentó un one-off creado por Porsche Classic llamado Project Gold. Tras 18 meses de trabajo y utilizando 6.500 piezas originales se creó un Porsche 993 Turbo S en color Golden Yellow Metallic único, que alcanzó los 2,7 millones de euros en una subasta.
Un deportivo de la vieja escuela que supo convertirse en un mito no solo por ser el último en su especie, sino por estar dotado de una belleza salvaje que aún hoy casi tres décadas después, sigue haciéndonos vibrar como en 1993.
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