Eckhard Schimpf es un periodista, escritor y piloto de carreras alemán que nació en...
La perfección tiene nombre y apellidos: 911 GT3 RS
Algunos de los deportivos más importantes de Porsche son los apellidados GT, pero cuando van acompañados de las siglas RS su inspiración viene dada directamente de la competición.
Tras la presentación de un modelo RS para la gama 718 que ha fascinado a los fans de la marca y amantes del motor, Porsche ahora ha anunciado la nueva versión del Porsche 911 GT3 RS. Un deportivo cuyo prestigio y carácter se ha forjado desde su nacimiento a lo largo de las 3 últimas generaciones. El 17 de Agosto es la presentación de su cuarta generación, el momento perfecto de echar la vista atrás y conocer toda su evolución.
El origen de este concepto se remonta a los años 70, concretamente al icónico 2.7 RS, que además este año celebra su 50 aniversario. Un modelo fabricado como un deportivo de competición pero que incorpora homologación y que se reconoce visualmente a la perfección gracias a su cola de pato. También destaca por sus menos de 1.000 kilos de peso, sus componentes de alto rendimiento y su motor de 210 CV. Sin embargo, sufrió mejoras en las siguientes versiones, ya que era refrigerado por aire. Algunas de ellas como la refrigeración por agua, supusieron la pérdida del distintivo RS.
Con la llegada de Andreas Preuninger como Director de Desarrollo de los GT de Porsche la era de las versiones RS se volvió más potente, más eficiente y con más pasión que nunca.
Primer 911 GT3 RS de la era moderna
En 2004 llegó el 911 GT3 RS de la generación 996, una de las generaciones más polémicas de la historia. Estaba claramente inspirado en el original, con algunos guiños muy especiales como los vinilos de los laterales, aunque el alerón de cola de pato desaparecía para dar paso a uno de gran tamaño heredado de la competición.
Se rebajó al mínimo el peso del coche utilizando composite, a lo que se sumó la instalación de cristales que en realidad eran de plástico y algunos otros elementos. Se situó así la balanza en 1.360 kilos. Todo ello con un motor 3.6 de 381 CV con una respuesta muy rápida que era capaz de subir de vueltas hasta las 8.200 rpm, parando el reloj del 0 a 100 km/h en 4,4 segundos.
Deseado por muchos, conducido por pocos
El relevo a este súperdeportivo llegó con la generación siguiente, la denominada 997. Aunque pesaba algo más, ofrecía un rendimiento superior y un confort mayor del habitual en los RS, ya que sumaba detalles como el aire acondicionado o la radio, lo que le daba carácter para el día a día. En esta versión, incorporaba un motor bóxer 3.6 de 415 CV, aumentando la potencia considerablemente y permitiendo rebajar en dos décimas el tiempo necesario para completar el 0-100 de su predecesor.
Pero antes de que esta generación de 911 llegase a su fin, este modelo sufrió un facelift. Además de detalles estéticos, se perfeccionaron sus prestaciones, rebajando el peso en 5 kgs., pero haciendo crecer el motor hasta los 3,8 litros y su potencia hasta los 450 CV. Aunque lo que realmente le hacía especial, era su transmisión manual en una época donde las levas predominaban el mercado.
La mejora de lo inmejorable
La séptima generación del 911 también tuvo su versión GT3 RS. El cambio manual desaparecía para dejar paso al tan especial sistema PDK. Esta caja de cambios era más rápida que una manual que junto con el motor 4.0 de 500 CV era capaz de parar el crono en 3,3 segundos a la hora de alcanzar los 100 km/h.
Y cuando parecía que este modelo ya era una máquina perfecta, apareció su evolución para despedir esta séptima generación. No sufrió cambios drásticos en la estética, ni tampoco en su motor, tan solo incorporó 20 CV de potencia más. Pero su mejora se centró en una aerodinámica todavía más trabajada, alerón trasero fijo, bajos carenados, suspensión aún más firme… Es decir, fue capaz de mejorar lo inmejorable. Por eso, logró el récord de Nürburgring, parando el crono en 6:54.04 en su vuelta al Infierno Verde.
Por si esto fuera poco, se dio la posibilidad a los compradores de montar dos paquetes distintos. El Clubsport, por el que no hay que pagar, instala una jaula antivuelco, arnés de seis puntos, extintor y un sinfín de extras necesarios para entrar en circuito. Por su parte, el Weissach Pack apuesta por el carbono en la carrocería, en el interior y en el chasis para rebajar lo máximo posible su peso.
Un paso más allá
Ahora, la gran expectación se centra en la presentación de la nueva generación del 911 GT3 RS inspirado en dos de los modelos más icónicos y exitosos de nuestra historia: el 911 RSR y el 911 GT3 R.
Andreas Preuninger, responsable de la gama de modelos GT, ha dejado algún adelanto: “El nuevo 911 GT3 RS está aún más optimizado para uso en circuito que los modelos anteriores. El potente motor bóxer de 4.0 litros y seis cilindros atmosférico, con una potencia de alrededor de 500 CV, demostró ser especialmente adecuado para su uso durante los días de pista y los eventos deportivos de clubes. Por eso, para el desarrollo del nuevo 911 GT3 RS nos hemos centrado sobre todo en la aerodinámica y el chasis».
El 17 de Agosto la espera llega a su fin… Otro sueño más que se hace realidad y que no pasará desapercibido para nadie.
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