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Porsche quiere volver a conquistar las nubes
Pikes Peak es una cima en la cordillera Front, situada en el centro del estado de Colorado y en la parte oriental de las Montañas Rocosas. Pertenece al condado de El Paso y constituye uno de los picos de una altitud a más de 14.000 pies, unos 4.200 m, del estado.
La subida a este famoso pico se compone de 156 curvas en un recorrido de 19,99 kilómetros. Con la línea de meta a 4.301 metros de altitud sobre el nivel del mar. Esta célebre carrera se disputa cada año desde 1916, es toda una tradición en el mundo del Motorsport; una de las pruebas de coches más antiguas del mundo y una de las más exigentes, si bien “la carrera a las nubes” ha cambiado desde que en 2012 se asfaltó el recorrido, siendo el riesgo algo menor que cuando fieras de casi 1.000 caballos derrapaban sobre tierra.
Sin barreras protectoras que delimiten la carretera, no deja margen de error por las peligrosas caídas al vacío, al otro lado paredes rocosas marcan el límite del asfalto. Estas son las adversidades que hacen que la prueba sea tan apasionante.
Pikes Peak lleva al piloto al límite de la concentración y de su estado físico: cuanto más alto se asciende, más fino y menos denso es el aire. Ascender más de 1.400 metros de altitud en menos de diez minutos tiene consecuencias tanto para el hombre como para la máquina. La menor densidad de aire provoca que la potencia del motor se reduzca drásticamente, llegando a ser de hasta un 30 % menos los últimos kilómetros. Tanto los pilotos como los equipos deben tener en cuenta que cuanto más ascienda el coche por la ladera menos potencia tendrá, al recibir menos oxígeno el sistema de alimentación, un menor volumen de oxígeno, que también padece el piloto restándole efectividad. Un desafío, pues, atractivo para los pilotos de carreras y para los amantes de los deportes de motor.
Porsche, una leyenda en Pikes Peaks
Porsche participó por primera vez en la subida a la cima del Broadmoor Pikes Peak International Hill Climb en 1958, consiguiendo su primera victoria de clase en 1960. Desde entonces ha continuado dejando su huella en la "carrera a las nubes" consiguiendo 27 victorias de clase y dos récords en la clasificación general.
En 2020, Porsche se ha propuesto participar en cuatro divisiones para lograr ser la marca más rápida frente a sus rivales de la "Montaña de América". La 98ª edición de uno de los eventos deportivos más especiales del año está programada para el domingo 30 de agosto. Pikes Peak será el escenario para disfrutar del regreso de nombres históricos de esta carrera de 12,42 millas de Colorado Springs, pero también de nuevas caras. Trece deportivos construidos por Porsche serán parte de la lista de 51 coches inscritos.
Porsche y la división monomarca
El Porsche Pikes Peak Trophy by Yokohama, estará disputado por cuatro participantes en esta edición de 2020. Los deportivos de esta categoría serán el 718 Cayman GT4 Clubsport y la generación precedente de coches de carreras Cayman GT4, que utilizarán el neumático ADVAN A052 de Yokohama, de alto rendimiento, que son neumáticos aptos para su uso de calle.
El propio George Hess III estará al volante de un Porsche Cayman GT4 Clubsport 2016, al igual que el debutante Charles Wirken. Por otro lado, Kathryn Mead pilotará el Porsche 718 Cayman GT4 Clubsport de 2019, un deportivo de ensueño para debutar en Pikes Peak, siendo la única participante femenina en la prueba este año. El veterano Blake Williams, representa a Australia en el evento de este año, también correrá con un Porsche Cayman GT4 Clubsport pero de 2018.
Gran expectación por el Porsche 935 en manos de Jeff Zwart
Una de las inscripciones de Porsche más emocionantes para llegar a las nubes es el Porsche 935-19 con dorsal 11, con el que "Mountain Master" Jeff Zwart intentará cruzar la línea de meta como el más veloz.
El ocho veces ganador del Pikes Peak International Hill Climb (1994-1998, 2002, 2010, 2015) vio claras opciones, este coche de carreras de producción limitada para su regreso a la División Time Attack 1, con el fin de seguir haciendo historia.
El Porsche 935-19 es un coche de carreras basado en el Porsche 911 GT2 RS. Es ligero, con un peso de tan solo 1380 kilos, impulsado por un motor bóxer biturbo de 3,8 litros y 700 caballos de potencia. La caja de cambios es PDK de siete velocidades y la potencia se transmite sólo a las ruedas traseras. Se ha optimizado el peso de la carrocería, fabricada a partir de una combinación de aluminio y acero, con piezas de fibra de carbono y kevlar que se han añadido para mejorar, además de la aerodinámica, la estabilidad general del coche.
Zwart, un recién incorporado al Salón de la Fama de Pikes Peak Hill, ya pudo probar con éxito el Porsche 935 en Willow Springs Raceway a principios de este verano. Además, Zwart repetirá su papel de “mentor” de los cuatro pilotos invitados. La experiencia de Zwart ha demostrado ser inigualable para los conductores de esta división de “rookies” desde su creación en 2018. Travis Pastrana (Davidsonville, Maryland) tiene actualmente el récord de “novatos" en la mítica montaña, con un tiempo de 10:33.897 segundos que logró en 2018.
Porsche, la elección perfecta para pilotos privados
La inscripción de coches privados de Porsche es el sello diferenciador para la subida al pico más famoso del mundo Motorsport y el año 2020 no iba a ser una excepción. El piloto japonés Kobayashi, un veterano de Porsche, ha inscrito un Porsche 911 GT3 modificado del año 2000 en la división Pikes Peak Open. Chris Strauch, por su parte, pilotará un espectacular Porsche 914 de 1970 en la misma categoría. Fred Veitch, participará en esta clase con un Porsche 911 "TT" del 2001 (996); y cierra la lista, Don Wickstrum, que pondrá sobre el asfalto un Porsche 911 GT3 CUP de 2013 para desafiar los honores de la división Open.
Uniéndose a Zwart en el Time Attack 1 habrá dos Porsche 911 GT2 RS Clubsport más, así como dos modelos modificados del actual Porsche 911. Los deportivos preparados por Porsche Motorsport para este desafío serán pilotados por David Donner, miembro del Salón de la Fama de Pikes Peak Hill; y David Donohue que no sólo es ganador de Pikes Peak, sino que ha sido ganador de la clase GT de las 24 Horas de Le Mans y vencedor en la general de las 24 Horas de Daytona. Además, tiene en su palmarés un segundo puesto en la división Pikes Peak Open y una cuarta posición en la General, con un 911 GT3 R modificado, en 2019.
En la categoría Unlimited, Andy Kingsley conducirá un Porsche 911 Turbo 2002, mientras que Robert Prilika ascenderá a los mandos de un Porsche 911 GT3 CUP 2014 hasta la cima.
Ahora solo queda disfrutar de un domingo perfecto, lleno de emoción y quién sabe si lleno de éxitos, pero sobre todo de pasión Porsche.
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