En el Rally de Montecarlo de 1953, el coche con el número 315 conducido por Couchet y...
Porsche 904 Carrera GTS, el predecesor de la leyenda
Hoy en día las versiones GTS de Porsche están presente en toda la gama de modelos que comercializamos. Las siglas, corresponden a Gran Turismo Sport que deben su origen al modelo que vamos a tratar hoy, el Porsche 904 Carrera GTS.
A finales del año 1962, Porsche se retira de la Fórmula 1. Porsche sin ni siquiera anunciarlo sin hacer ruido, se fue para no volver. La razón era simple: para Ferry Porsche poco o nada de la Fórmula 1 y su tecnología se podía transferir a los vehículos de calle. Además requería grandes cantidades presupuestarias.
Es por ello por lo que desde Stuttgart se decide focalizar de nuevo en aquellas competiciones de motorsports que sí lo permitían y que por otro lado eran ya conocidas para Porsche, como la categoría Gran Turismo y las carreras de resistencia, esenciales para Porsche y su desarrollo de nuevas tecnologías.
De manera que se comienza a pensar en un sucesor para el famoso 718. El responsable del proyecto en el diseño y estructura mecánica fue Butzi Porsche, hijo de Ferry Porsche y el nieto del fundador, que rompió moldes en cuanto a lo anteriormente establecido.
Butzi Porsche, fue ascendido por su padre a Jefe del Departamento de Estilo a comienzos de los 60 y su primer proyecto importante fue crear un Gran Turismo polivalente, que sirviera tanto para rallyes, circuitos y carreteras para la temporada de 1964.
El resultado fue el 904, con denominación oficial Carrera GTS que hizo su debut oficial en 1963, siendo su primera versión para competir en la categoría Gran Turismo hasta 2 litros de cilindrada del Campeonato Mundial de Marcas de la FIA.
El modelo de 1963 era un deportivo con motor central desarrollado para triunfar y resistir en carreras en circuito. Ganó dos Campeonatos del Mundo de Constructores consecutivamente en 1964 y 1965. Lo curioso es que el vehículo de serie ofrecía un comportamiento casi idéntico al modelo de carreras, con lo que la transferencia de tecnología de competición a la calle se materializaba de la forma más pura y directa. Sencillez mecánica, gran fiabilidad y facilidad de manejo. Cien por cien Porsche.
La versión de calle debutó en 1964 ya que las regulaciones de la FIA exigían distintas homologaciones para poder inscribir a los vehículos, como por ejemplo que se fabricaran un mínimo de unidades para ser vendidas al público. En el caso del 904 Carrera GTS se fabricaron únicamente 120 exclusivas unidades, pero la demanda fue tan alta que se podrían haber vendido muchos más de los que se acabaron produciendo.
El 904 fue uno de los vehículos más innovadores de la época. Una auténtica maravilla. Su extraordinaria carrocería fue construida con fibra de vidrio, después de una década de desarrollo y consulta con fabricantes de aviones. El cuerpo se ensambló a un chasis de vigas de acero huecas, para una mayor rigidez, lo que le daba una ventaja significativa sobre sus rivales.
Su principal virtud entonces era su ligereza extrema ya que el vehículo tiene un peso en báscula de 655 kg y una aerodinámica increíble, lo que le permitía alcanzar velocidades máximas que no eran posibles con los vehículos Porsche anteriores.
Con semejante carrocería, el Porsche 904 Carrera GTS, necesitaba una propulsión que estuviese a la altura. Originalmente se montó un motor bóxer de 4 cilindros, con 1966 c.c. que entregaba una potencia de 180 CV acoplado a un cambio de 5 velocidades manual y con el que alcanzaba 263 km/h de velocidad máxima. Posteriormente se le acopló un motor de 6 cilindros, y otro de 8 derivado de la Fórmula 1. Con todos ellos el coche se impuso en la Targa Florio, el Tour de Francia, los 1000 km de Nurburgring, las 24 horas de Le Mans y en Reims.
Al final de su carrera, el 904 había ingresado a 1,300 carreras, logrando más de 300 victorias en clase y 145 victorias absolutas. Por último es necesario señalar que el 904 Carrera GTS también fue el predecesor de una fantástica serie de deportivos Porsche, culminado por el Porsche 917, una de las mayores leyendas de Le Mans.