El Porsche 993 se convirtió en un antes y un después. No solo por su majestuosa...
Así es como un color puede transformar un Porsche en un coche aún más irresistible
Cuando pensamos en un coche se nos vienen a la cabeza muchos detalles. El motor. La cilindrada. Los faros. Las ruedas. El volante. El diseño en sí mismo. Pero hay algo que a priori puede parecer secundario y no lo es en absoluto: el color.
El momento en el que un nuevo Porsche es presentado al mundo es único, crucial y una forma de perfecta para causar una buena primera impresión. El color elegido para ese momento y ese coche en concreto, es tan importante como el vehículo en sí mismo.
Entonces, ¿por qué elegir un color y no otro? Barbara Sika y Daniela Milošević son las encargadas de desarrollar y diseñar en Porsche los colores para los nuevos modelos y lo explican de una forma muy sencilla: “el color debe ser como un vestido perfecto que dé expresión a las características del modelo”.
Un caso más que notable de la importancia de esta comunicación visual es el del color que se eligió para presentar el Porsche 911 GT3 RS. Un coche de carreras que alcanza los 100 km/h en apenas 3,2 segundos. Un coche que debe fascinar en el primer vistazo y que es sinónimo de extremos. Un motor bóxer de 6 cilindros, 4 litros y 520 caballos que está diseñado para amantes de las carreras, la velocidad y los desafíos, porque no es un coche para los que no se arriesgan. El mejor coche de competición homologado para calle debe hacer vibrar ya en el primer vistazo, sin siquiera sentir cómo ruge.
El color de su presentación debía ser original, fuera de lo corriente. Un color que respondiera con su carácter, el de un coche único. Se eligió un color verde con un ligero toque amarillo que se terminó llamando “Verde Lizard”. Un color extrovertido, pensado para llamar tanto la atención como el coche que lo luce y conseguir que cualquiera se gire para verlo brillar bajo el sol. Es atrevido, dinámico y poco común.
Este color es uno de los llamados colores de comunicación visual con el que se presenta un modelo especial y que se usa no solo en su presentación mundial sino en las primeras campañas publicitarias y durante la estrategia de comunicación del producto. Debe ser recordado y su principal objetivo es conseguir que destaque las mejores y más extraordinarias cualidades de un coche.
Con ese objetivo en mente, y trabajando con las futuras tendencias como se hace en el mundo de la moda, las diseñadoras de color trabajan durante años en tres etapas diferentes que comienzan como todo en la historia de Porsche, mirando al pasado. «No es posible diseñar el futuro sin conocer el pasado», tal y como afirma Barbara Sika, así que el primer paso será analizar el uso anterior del color, su impacto y el tono usado en la versión más reciente del coche a presentar.
Con esas primeras ideas comienza un trabajo conjunto con diferentes departamentos que permite acercar conceptos y asegurar que el color transmite y está en sintonía con el propio carácter del vehículo, pero sin perder de vista las tendencias que se llevarán durante su presentación, algo predecible si pensamos que la moda es cíclica. Tras ese estudio, se harán las primeras pruebas con diferentes acabados y siempre teniendo en cuenta que las diferentes tonalidades deben ir con consonancia con absolutamente todo el vehículo. Como un engranaje perfecto.
Pero el color no sirve solo para conseguir un impacto visual. La pintura utilizada para cualquier coche debe alcanzar los requisitos de calidad exigidos por Porsche, así que se somete a diferentes pruebas como ensayos climáticos -que aseguran que tras 24 meses al sol el esmalte no perderá ni un ápice de su potencia inicial-, pruebas con agua salada e incluso pruebas de resistencia con productos de limpieza especial como los usados para las llantas, que son más abrasivos con la pintura.
En el caso de los súper deportivos, la pintura debe resistir también el impacto de piedras. Una carrera a toda velocidad en un circuito es una prueba de fuego no solo para el motor, también para la pintura.
El Azul Miami, el Naranja Lava o el Amarillo Racing, son algunos de los nombres de los colores que acompañarán al vehículo en esa primera cita que podría convertirse en perfecta. Y gracias a ellos es muy posible que tras el flechazo, lo que sientes por ese nuevo modelo se transforme en un amor a primera vista. Un color irresistible para un coche irresistible.
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