Ottokar Jacobs es miembro de Porsche Club Austria, Sarasota Café Racers y Car Guy Who...
La felicidad de un niño gracias a Porsche
Gracias a la colaboración Playmobil, Porsche además de fabricar sueños los crea desde empezamos a ser capaces de soñar.
En el mundo del coleccionismo cualquier vehículo de Porsche tiene un hueco. Y lo mejor es que en ocasiones, y gracias a la colaboración con marcas como Playmobil, hablamos también de juegos y no solo de coleccionismo. Durante años, la estrecha relación con la marca de juguetes ha dado como resultado algunos de los Porsche en miniatura más increíbles del mundo.
Porsche fue el primer producto con licencia de Playmobil. Desde 2014, año tras año, se han presentado diferentes juguetes cuidadosamente diseñados que no solo entusiasman a niños, también a sus padres. Un ejemplo es el Porsche 911 Carrera 2.7 de Playmobil que se presentaba en 2022. Es la incorporación más reciente a la colección, aunque como veremos a lo largo de este artículo, no ha sido la única. El primer deportivo del mundo con alerones delantero y trasero llegaba en un precioso color amarillo y replicando la legendaria línea de la carrocería. Eso sin olvidar el icónico alerón trasero de “cola de pato”.
Cargado de detalles, este Porsche 911 Carrera 2.7 es una fantástica réplica en la que no faltan las letras Carrera curvas en el lateral, los espejos retrovisores y los faros delanteros con detalles cromados, y bajo el maletero, el motor bóxer de 6 cilindros como el del original. El set de juego incluye no solo el deportivo, también tiene dos figuras, una cesta de pícnic, una manta y hasta un mapa de carreteras para que los más pequeños puedan dar rienda suelta a su imaginación y vivan mil aventuras, como lo haría un adulto en cualquier Porsche.
Dentro de las colaboración de Porsche y Playmobil destaca un modelo, el Porsche 911 GT3 Cup que luce orgulloso los colores de Porsche Motorsport. Este producto de la gama de Playmobil PLUS, con su propio piloto de carreras incluido, replica a la perfección el Porsche 911 GT3 Cup no solo por sus colores, también por sus detalles aerodinámicos como el alerón trasero ajustable en altura.
El techo es desmontable y cuenta con iluminación delantera, trasera e interior para vivir las carreras con la mayor intensidad posible. A pesar de sus 26.5 cm, cualquiera imaginaría a este pequeño juguete como el ganador de cualquier competición automovilística.
Antes de que el Taycan llegara al mundo para revolucionar la electromovilidad, Porsche presentaba su concept car Mission E, el prototipo del que sería su primer coche 100% eléctrico. En colaboración con Playmobil se presentó una réplica con control remoto, efectos de luz y hasta una estación de carga.
Así, este Porsche Mission E convierte la electromovilidad en un juego de niños. Cuenta con un mando a distancia RC integrado, una figura, un ordenador portátil y una columna de carga con cable. Aunque uno de los detalles más curiosos de este modelo es que es el coche eléctrico del agente secreto Rex Dasher. El Porsche Mission E tiene su propio papel en la película familiar de animación de Playmobil de 2019.
Algunos ejemplos menos recientes de la colaboración entre Playmobil y Porsche los encontramos por ejemplo en este 911 Carrera S presentado en 2015 y que incluye un Porsche Exclusive Lounge en miniatura. Su faldón delantero y alerón trasero, un módulo de luz integrado, así como el salpicadero y los pasos de ruedas en color rojo a juego con la carrocería, hacen de este Porsche en miniatura una réplica perfecta.
El Porsche 911 Targa 4S, uno de los descapotables más bonitos de la marca, también tiene su versión mini que dispone del sistema de iluminación como el 911 Carrera S de Playmobil.
Pero no solo los deportivos tienen un hueco entre los juguetes. El Porsche Macan GTS tiene su versión en miniatura con accesorios de hípica, y el set de juego de Playmobil llamado “Bombero”, es una réplica del Macan S con techo extraíble, luz intermitente y sonido.
Albert Einstein afirmaba que “los juegos son la forma más elevada de investigación”, y viendo estas réplicas e imaginando todo lo que un niño puede hacer con ellas, lo cierto es que su afirmación, es en realidad un axioma. No hay nada más real que la felicidad de un niño jugando con un Porsche.