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Porsche Classic
Porsche 356
historia

Un auténtico Porsche en el corazón

Al principio, Alexander Fritz sólo tenía un coche oxidado de origen desconocido delante de él.

A primera vista, tiene el mismo aspecto que un Porsche 356 original – un modelo de coche deportivo de la década de los 50. Sólo mirándolo más de cerca observas que este “Porsche” tiene una característica especial: es 30 centímetros más largo y tiene cuatro asientos. Este “Lindner Coupé” es una réplica del 356 construida por dos estudiantes de ingeniería automotriz en la antigua Alemania del Este. La empresa de carrocerías Lindner fabricó una miniserie de 13 coches que fueron bautizados con su mismo nombre.

Podemos agradecer a Alexander Fritz el hecho de que no sólo exista uno de estos coches, sino que además aún funcione.  El austriaco dedica su tiempo libre a la restauración de coches clásicos. Hace unos años, un amigo le habló de un ejemplo de un “Porsche de la RDA”. De primeras, Fritz se desanimó al ver el estado del coupé oxidado y carcomido. Pero la historia detrás del coche sin origen y de los estudiantes de ingeniería automotriz Falk y Knut Reimann era simplemente demasiado fascinante para ignorarla.

La historia comienza a principios de la década de los 50. Los gemelos Reimann soñaban con tener su propio Porsche. Sabían que tener algo así en la RDA era imposible y empezaron a fabricarse ellos mismos un “Porsche”. Con una tecnología militar obsoleta, multitud de recursos y miles de horas disponibles, empezaron a trabajar para conseguir el coche de sus sueños, apoyados por la empresa de carrocerías Lindner.

La pieza central: el motor

 

En el corazón de cada Porsche se encuentra su motor. Aunque no tenía sentido que los gemelos intentaran obtener piezas para un coche deportivo en la RDA, no se rindieron. En uno de sus primeros viajes en su nuevo coche, viajaron directamente a la fábrica de Porsche en Zuffenhausen, donde su réplica de Porsche fue acogida con escepticismo y una buena cantidad de ridículo debido a su débil motor.

Ferry Porsche se enteró personalmente de la visita de los hermanos a la fábrica y, al principio, no se alegró precisamente de la descarada falsificación. Sin embargo, tras cierto escepticismo inicial, lo convenció el respeto por la tenacidad de los hermanos. Ferry Porsche se aseguró de que el coche de los gemelos fuera debidamente equipado, informándoles en una carta de que les enviaría piezas usadas de Porsche a través de Berlín Oeste. Con sus pistones, cilindros y carburadores originales, el coupé de los Reimann no parecía sólo un coche deportivo, sino que también circulaba como uno – a más de 130 km/h.

A partir de 1954 en adelante, los hermanos viajaron por Europa con su réplica de Porsche especialmente  diseñada. Sus viajes llegaron a su fin en 1961, cuando Knut y Falk Reimann fueron encarcelados durante dos años en la prisión Hohenschönhausen de la Stasi, tras intentar huir de la RDA. Se les arrebató su “Porsche” y se perdió para siempre.

Pero, gracias al descubrimiento accidental de Alexander Fritz, ahora uno de los 13 “Lindner Coupés” originales ha sido devuelto a su antigua gloria.

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