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997 SC: Un homenaje a la deportividad más exclusiva
250 unidades, ni una más. Cuando Porsche decidió hacer una edición especial de la generación 997 del Porsche 911, no imaginaba que esas únicas 250 unidades que se fabricarían, se venderían antes incluso de que el coche saliera a la venta en enero de 2010. Los porschistas sabían que estaban ante un modelo más purista y deportivo y esa oportunidad de conseguir un coche único podía no volver a repetirse.
Nos referimos al Porsche 911 Sport Classic, un ejemplo de la deportividad más exclusiva y un homenaje al pasado que se desarrolló durante tres años en Porsche Exclusive. Con un alerón “cola de pato” cerrando sus curvas y unas exclusivas llantas de aleación de 19 pulgadas con el interior pintado en negro, este modelo recordaba de forma irremediable al Carrera 2.7 RS de la década de los 70 que tanto enamoró sobre el asfalto.
Utilizando un 911 Carrera S de la generación 997 como base, el Porsche 911 Sport Classic ofrecía 23 CV más que la versión de la que partía. Con su motor bóxer de 3.8 litros de inyección directa alcanzaba unos impresionantes 408 CV de potencia. Se presentó durante el Salón del Automóvil de Frankfurt de 2009, y los asistentes pudieron disfrutar de un primer vistazo de esta versión en directo.
Con una carrocería ensanchada 44 milímetros, el aspecto del Porsche 911 Sport Classic era algo más robusto, aunque todas las miradas se dirigían a la maravillosa trasera. Contaba con un alerón rígido como en los Carrera 2.7 RS de 1972, que desde el primer momento se convertiría en uno de los sellos de identidad de esta versión.
La doble bóveda del techo acentuaba aún más la deportividad de sus líneas, que se alejaban de las suaves formas del 911 de la anterior generación. El acabado en color Sport Classic Grey con dos sutiles líneas algo más oscuras que cruzaban el coche del capó a la parte trasera, completaban el diseño.
Los faros redondos con luces LED del 997 resaltaban en este deportivo de aire retro que parecía traer de nuevo a la vida al icónico Carrera 2.7 RS al que se apodó “cola de pato”. Y sin duda este alerón que compartían fue decisivo para que esta edición limitada del Porsche 911 Sport Classic se convirtiera en todo un éxito desde que se supo de su desarrollo.
Pasaba de 0 a 100 km/h en 4.5 segundos y su inconfundible rugido aún conquista a los coleccionistas más exigentes. Contaba con frenos cerámicos de serie (PCCB) y un sistema de suspensión deportiva (PASM) de serie, que conseguía bajar la carrocería hasta 20 milímetros para mejorar la aerodinámica y conseguir una conducción más deportiva. El cambio manual de seis velocidades terminó de convencer a los más puristas que vieron en esta versión la esencia clásica de Porsche.
Para el interior del coche, un cuero de color Natural Espresso en el salpicadero y en los asientos deportivos, junto con un ribete en gris perla que le aportaba un toque de elegancia extra. Se completaba con detalles tejidos con hilo y cuero en las piezas centrales de los asientos y en los paneles de las puertas que recordaba a las tapicerías clásicas. El volante a juego con el resto de componentes y la placa identificativa en el interior con el número de la edición limitada, hacían del Porsche 911 Sport Classic una auténtica delicia.
Esta versión Sport Classic sigue viva no solo como una versión del Porsche 997, sino como la forma ideal de aunar la vanguardia con el espíritu más clásico. Un homenaje a la deportividad más exclusiva que sigue levantando pasiones.
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