Porsche es el dueño y señor indiscutible de la pista. Para llegar al podio, es...
Descubrimos el Algarve, el paraíso del sur de Portugal
Destino, el Algarve; tu guía, Porsche Taycan; la ruta, un camino de sueños cumplidos y nuevas ilusiones por un futuro mejor. Lo maravilloso de viajar no es ver la belleza en otros lugares, sino encontrarla en uno mismo.
El alargue del día que viene de la mano de la primavera es la excusa perfecta, para escapar de la ciudad, bajarse al sur y cruzar fronteras. Visitar Sevilla en estas fechas debería estar indicado por prescripción facultativa, pues hay pocos lugares que te levanten el ánimo como lo hace esta ciudad. Hoy, sin embargo, en este viaje no es el destino, sino solo una parada camino hacia el Algarve, que nos regala la oportunidad de inhalar fuerte y llevarnos puesto la fragancia de los 40.000 naranjos de Sevilla que adornan la ciudad.
Rafael Estefanía en el Porsche Taycan turbo
Casas de Tavira
Street art en una Iglesia de Olhau
Tras el viaje desde Madrid, dejamos el coche en las excelentes manos del personal del Hotel Unuk para que lo pongan a dormir cargando su batería en el Destination Charging. Si tener un hotel con parking en el centro histórico ya es un lujo, tenerlo además con cargador Porsche es una fantasía. El hotel es el resultado de la unión de una casona sevillana antigua con otra de estilo industrial, creando un espectacular alojamiento de cinco estrellas al lado de la Plaza de la encarnación, en pleno corazón histórico de la ciudad. Con la noche encima, la taberna Los Coloniales, a la vuelta de la esquina, nos rescata con una ración de jamón y huevos de codorniz y otra de solomillo al cabrales, al filo de la media noche. Cerca de aquí, en la Calle Boteros el universo cofrade ocupa cada rincón del Bar Garlochi. Un coctel, sangre de cristo y marchas de semana santa como banda sonora en el más delirante, más sevillano y magnífico de los locales nocturnos. Al día siguiente, antes de seguir viaje, nos llevamos grabada en la retina la postal del día, zambullido en la coqueta piscina de la azotea del Hotel Unuk, disfrutando la Giralda en cada brazada. El Algarve nos espera. La región más turística de Portugal es otra distinta fuera de temporada, mucho más amable, más relajada y más bella. Recién cruzada la frontera, tras llegar a Ayamonte, nos recibe Vila Real de Santo António, lugar de peregrinaje de españoles a la caza de la cerámica y las toallas portuguesas. Más allá de las compras, el paisaje que circunda a este pueblo esta definido por la Ría Formosa que crea un ecosistema de islas, penínsulas, lagunas, esteros y playas considerado una de las joyas medioambientales de Europa. De aquí sale el 90% del marisco de Portugal, siendo las almejas y las ostras los productos estrella. Con estos datos, es fácil abrir el apetito y para saciarlo, pocos sitios más auténticos que la Tasquinha da Muralha, un modesto chiringuito junto al puerto en Vila Real de Santo António donde disfrutar de una dorada abierta y cocinada sobre brasas, acompañada con unas patatas asadas, ensalada verde y pan de pueblo. Si habría que poner un nombre al lujo de la simplicidad, sería, sin duda, el de este chiringuito.
Escudo de Porsche
Hotel Unuk, Sevilla (Destination Charging)
Hotel Unuk, Sevilla (Destination Charging)
Hotel Unuk, Sevilla (Destination Charging)
Nuestra siguiente parada es en el hotel donde pasaremos la noche. En medio del campo, esta Companhia das Culturas, un agroturismo sostenible y orgánico, es en sí mismo suficiente razón para justificar esta escapada. Nuestra enorme habitación, antigua almazara, aún conserva el círculo de piedra donde se prensaban las aceitunas. Minimalismo en el diseño, gusto exquisito por los cuatro costados y una relación íntima con la naturaleza son las cartas de presentación de este lugar. La mirada de admiración de la dueña hacia el coche cuando aparcamos no es tanto por la espectacular línea del Taycan, concebida para voltear cabezas allí por donde pasa, sino por el silencio del motor eléctrico que apenas interfiere con el sonido de los pájaros y los grillos. Así sí, debe estar pensando… o quizás solo sea mi propia voz interior gustándose de esa idea. La finca invita a perderte entre encinas gigantes y olivos centenarios. El precioso cenador acristalado es el lugar perfecto para sentarse a leer junto a la chimenea o para disfrutar de una deliciosa copa de espumoso portugués acompañado de gambas a la plancha y aceitunas de los olivos que tienes justo en frente.
Hotel Companhia das culturas, Castro Marim
Hotel Companhia das culturas, Castro Marim
Hotel Casa Terra, Tavira
En este Algarve oriental, Tavira es la joya de la corona. De camino a esta bella ciudad, vamos dejando a derecha e izquierda inmaculados campos de golf bendecidos por un clima que permite la práctica de este deporte todo el año. El cargador Porsche en el campo de Castro Marim golf y Country Club, nos permite hacer un alto en el camino para recargar las baterías del coche a la vez que recargamos las nuestras, con una terapia de nueve hoyos. La Tavira fuera de temporada es la Tavira que enamora por sus calles empedradas y su casco histórico monumental. El puente romano de siete arcos que une las dos partes de la ciudad dividida por el río Gilão nos lleva directamente hasta la acogedora Plaza de Antonio Padinha trufada de bares, terrazas y restaurantes que se expanden por las estrechas callejuelas cercanas. La iglesia de Santa María de Castello del siglo XIII, el castillo de Tavira y la Plaza de la Republica nos hablan de siglos de historia de una ciudad que en 1535 era de las más importantes de Portugal. El paseo La Rua Borda D´Agua seca junto al rio es el lugar perfecto para disfrutar de una Superbock bien fría, antes de enfrentarse a una cataplana de pescado, la cazuela de pescado y marisco guisado típica del Algarve.
Castro Marim Golf Country Club
Castro Marim Golf Country Club
A las afueras de la ciudad se encuentra uno de esos oasis que uno encuentra en sus viajes y que ya nunca te abandonan. Casa Terra es un espectacular establecimiento rural en torno a la permeocultura, con su propio lago donde nadar entre ranas y nenúfares. El silencio como aliado de tu noche y para empezar el día, deliciosos manjares orgánicos servidos en la mesa exterior de madera bajo la jacaranda. Tavira es también conocida por sus playas que se encuentran en la Isla de Tavira, a las que se accede en barco en un viaje de pocos minutos desde el embarcadero en la propia ciudad. Los 11km de longitud de arena blanca y mar transparente, forman algunas de las mejores playas del Algarve. En estas fechas son todas para ti, y aunque el cuerpo no te pida baño, el espectáculo bien vale la pena. Incluso, en pleno agosto, tan solo necesitas alejarte de las entradas y caminar un poco, para estar totalmente solo y dejar el bañador en la orilla mientras te zambulles en el agua azul.
Hotel Casa Terra, Tavira
Playa do Barril
Tasquinha da Muralha, Villa Real de Santo António
Otra playa que conviene no perderse es Playa do Barril a la que se llega a lomos de un pequeño tren que cruza El Parque Natural de Ría Formosa. La playa te recibe con un cementerio de enormes anclas te da pistas de la vocación pesquera de este lugar. De regreso a tierra firme, conducimos hasta Olhao, a tan solo 29 kilómetros, una antigua ciudad de pescadores que aún mantiene la pesca como actividad principal por encima del turismo. Ningún mejor lugar para comprobarlo que en el mercado de Olhao, que esconde en el interior de sus paredes de ladrillo rojo y sus cúpulas verdes, lo mejor del mar. También la tierra esta bien representada por puestos de productores locales y pequeñas tiendas de delicatessen donde aprovisionarse de exquisiteces que sigan evocando al Algarve cuando ya estés de vuelta en casa.
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