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El 911 ST 2.5. Mito y coche cámara de ‘The Speed Merchants’
Michael Keyser convirtió al Porsche 911 ST 2.5 en una estrella de cine con su película “A French Kiss with Death". Estrella que ahora recupera el brillo de las carreras y luce como el primer día gracias a la experiencia y habilidad del equipo de Porsche Classic.
Dirigida por Michael Keyser, es posible que “The Speed Merchants” sea conocida por cualquier amante del mundo del automovilismo. Este documental narrado por Mario Andretti y Vic Elford, pilotos y maestros de ceremonias, es la historia del Campeonato de Constructores de 1972. En ella, nos adentramos en lo más profundo de las carreras de Daytona, Sebring, la Targa Florio, Nurburgring o Le Mans, pero lo verdaderamente curioso se gestaba fuera de las cámaras, o mejor dicho en ellas, porque entre los coches cámara había un espectacular Porsche 911 ST 2.5.
La idea del documental era contar no solo la historia sino hacerlo con imágenes capaces de captar el dramatismo de una carrera como la Targa Florio. De las 70 horas de material filmado, el piloto y cineasta estadounidense elige 95 minutos que son los que hacen que “The Speed Merchants” sea hoy un clásico del género. Pero vamos a centrar la vista en un coche que solo aparece unos segundos en el documental, pero fue uno de los coches-cámara utilizados. El Porsche 911 ST 2.5 de color amarillo que suma hitos en su historia más allá del documental. También es un coche de carreras con una larga historia que llegó a ganar en las 24 Horas de Le Mans.
El Porsche 911 ST 2.5 era una versión especial del legendario 911 que se produjo en la década de 1970. Fue desarrollado como un automóvil de competición, con el objetivo de participar en las famosas carreras de resistencia de la época, y se convirtió en el precursor del Porsche 911 Carrera 2.8 RSR.
Hace unos años y después de haber estado desaparecido durante décadas, uno de los 24 Porsche 911 ST 2.5 que se fabricaron volvió a la vida gracias al trabajo de los especialistas de Porsche Classic. Esta unidad, encontrada en Estados Unidos por un coleccionista, fue salvada del desguace y ahora es una pieza codiciada por los amantes de los autos deportivos clásicos. La carrocería es la que estaba en peores condiciones debido a la corrosión y con daños en los pasos de rueda, a los raíles laterales y el techo.
Le falta el travesaño trasero y el motor. El techo está hundido. Pero pronto la carrocería recupera su forma original, se elimina el óxido y se instala un techo y zapatas de guardabarros nuevas. Después de dos años y medio y más de mil horas de trabajo, el coche se somete a un tratamiento de revestimiento catódico por inmersión y después de pinta con el color número 117 original. El ST vuelve a refulgir con el característico tono amarillo claro. Tras varios años de trabajo, las manos expertas de los profesionales de Porsche Classic en Zuffenhausen repararon de forma meticulosa el chasis, la carrocería y el interior, devolviendo a este coche su gloria original.
Y es que este modelo restaurado, con el número de chasis 230 0538, fue encargado por el propio Michael Keyser en 1971. Le costó 49.680 marcos alemanes. Con él y una cámara Arriflex de 16 milímetros montada sobre el capó delantero, se filmaron algunas de las imágenes de “The Speed Merchants". Durante los entrenamientos que aparecen en el documental podemos ver escenas nocturnas fascinantes gracias a otra cámara, una Bolex de 16 milímetros anclada a una estructura de acero junto al capó.
El corazón del Porsche 911 ST 2.5 era su motor, con una potencia de 270 CV. Una versión mejorada del motor bóxer de 2,5 litros del modelo 911/70. Gracias a la utilización de árboles de levas más agresivos, carburadores de mayor tamaño y una relación de compresión más alta, este motor era más potente, pero el coche era también más ligero. Para reducir el peso, se eliminaron algunos elementos como los asientos traseros y se utilizaron materiales con menos peso. Era impresionante para su época. Aceleraba de 0 a 100 km/h en menos de 6 segundos y alcanzaba una velocidad máxima cercana a los 240 km/h.
Antes de dirigir, Michael Keyser ya había corrido como piloto privado con distintos Porsche 911 en algunos circuitos americanos. En la temporada de 1972, y con este Porsche 911 ST 2.5 de color amarillo, corrió los 1.000 Km de Nürburgring con dorsal número 65, las 6 Horas de Sebring y también las 12 Horas de Sebring. Aunque su mayor logro llegaría cuando se hizo con la victoria en su categoría en las 24 Horas de Le Mans de ese mismo año y quedó decimotercero en la clasificación general junto a su compañero de equipo, Jürgen Barth.
A finales de 1972, Keyser vende el Porsche 911 ST 2.5 a Don Lindley y el coche pasa por las manos de al menos otros dos propietarios hasta que se le pierde la pista. Entonces es cuando Marco Marinello recibe una pista que le indica que en San Francisco hay un 911 ST 2.5. Y aunque su estado de abandono dificulta la tarea, pronto descubren que se trata de un verdadero ST, aunque no quedaba claro si era el de Keyser. Hubo que seguir investigando para descubrir que era el del cineasta y piloto americano.
Tras la restauración, el Porsche 911 ST 2.5 de Keyser vuelve después de haberse dado por perdido y lo hace en la feria automovilística alemana Techno Classica 2016.
Aunque Michael Keyser alcanzó la fama como autor del libro “A French Kiss with Death", una fantástica crónica sobre el rodaje de la película de Steve McQueen Le Mans, fue también la persona que hizo del Porsche 911 ST 2.5 una estrella de cine. Y ahora esa estrella ha recuperado el brillo de las carreras y luce como el primer día gracias a la experiencia y habilidad del equipo de Porsche Classic. Larga vida al Porsche 911 ST 2.5.
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