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Howard Donald y el amor eterno al 356 Super 1600 Speedster
Salir del estudio de Mark Knopfler (Dire Straits) en un mágico Porsche de los Cincuenta rojo brillante. Detrás del volante, es Howard Donald, el mitiquísimo cantante de Take that. Si viviste los noventa es imposible que no te suene esta canción de su grupo:
El primer amor de Howard: los coches. Mamá era cantante. Papá era profesor de baile. Howard estudiaba un módulo automovilístico y se preparaba para su primer empleo: pintor profesional de autos. De ahí saltaría a uno de los talleres de Wimpole para arreglarlos, pulirlos, añadirles alerones o cualquier reparación que requiriera manos expertas.
Pero la familia tiró fuerte, y Howard comenzó a trabajar como coreógrafo. Así fue como hizo un buen amigo, Jason Orange, con quien se uniría a la banda.¿Quién más estaba allí? Además de Jason y Howard, Gary Barlow, Mark Owen y Robbie Williams formaban Take That, un cocktail molotov de superhits con el que catapultarse en cualquier billboard de la época. En su segundo álbum, con seis singles, ya consiguieron alzarse con cuatro números uno. Aparte del grupo, Donald despuntaba en solitario con temas tan noventeros como If This Love.
A Howard el éxito no le ha hecho dejar de ser el amante incondicional de sus coches. Él mismo dice que simplemente, no puede resistirte. “lo que más me gusta es su trasero” así hablaba de su Porsche 911, para el que también guarda un espacio especial en su corazón.
El Porsche 356 no es un modelo común. Este deportivo fue producido por la compañía austriaca Porsche Konstruktionen en primer lugar y fue también el primer automóvil de serie fabricado por la marca. Antes del año 65 ya se habían fabricado 76,000 del modelo y, aunque la producción era en parte automatizado, el ensamblaje del 356 seguía siendo eminentemente manual. Una obra artesana y sofisticada a la vez.
Y fue este modelo, justamente, el elegido: Howard Donald hizo su debut con este deportivo en el circuito de Goodwood en el 20º aniversario del Goodwood Revival, en un intento de "gobernar el mundo", en su propio Porsche 356 de 1953, un coche que quedó segundo en la anterior edición del Trofeo Fordwater y que ha ganado el ganó el Tour Auto 3 veces. Aunque Howard todavía no se ha llevado el oro, tiene muy claro junto a quién le gustaría hacerlo. Y es que su relación con Porsche es, simplemente, una auténtica historia de amor.
Escrito por: Javier Del Campo
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